El “Nerazzurro” sigue de racha y estiró a 11 la luz sobre el resto de los mortales, para acercarse cada vez más al sueño del “scudetto”. Juventus le ganó en cancha a Napoli y volvió a subirse al podio.
En Italia casi que no quedan asteriscos en la tabla de posiciones de la Serie A porque 2 grandes del “calcio” disputaron sus partidos adeudados (todavía queda pendiente el duelo entre Lazio y Torino).
En el Giuseppe Meazza, Inter derrotó 2-1 a Sassuolo y agrandó aún más la brecha con Milán, su inmediato perseguidor. Octavo halago en fila para la squadra de Antonio Conte, que impone un ritmo arrollador y ya resulta muy difícil que se le escape el campeonato.
Como no podía ser de otra manera, el encargado de inaugurar el score fue nada menos que Romelu Lukaku. El reloj marcaba 10 minutos y Ashley Young metió un centro que contó con el perfecto anticipo de cabeza del belga. Vigésimo primer tanto para Lukaku, que acumula 9 en los últimos 10 juegos de Inter por el campeonato.
El segundo grito local llegó a los 67´ y estuvo cargado de polémica. Sucede que en el área interista Stefan De Vrij lo camiseteó a Giacomo Raspadori de manera flagrante y el árbitro Massimiliano Irrati aplicó el “siga siga”. Anonada la visita, Lukaku emprendió la contra y lo buscó a Lautaro Martínez. El bahiense antes del cierre de Haraslin se decidió por un derechazo rasante y lo dejó parado al arquero Andrea Consigli, para elevar la cuenta a 2.
¿El VAR?. Bien, gracias. Debió revisarse la jugada en el área local y cobrar la pena máxima para Sassuolo. No sólo lo privaron de eso al “Verdinegro” sino que encima sufrió un gol en contra de inmediato.
El tardío consuelo llegó a 5 minutos del ocaso, cuando Hamed Traoré recogió una bola suelta en el área y batió a Handanovic con un lindo derechazo con el pie bien abierto. Ni por asomo fue un acto de justicia, pero al menos la visita no se fue zapatera a su casa.
Juventus se bajó de la pelea por la décima corona en fila pero todavía tiene que asegurar su participación en la próxima UCL. En el Allianz Stadium, la “Vecchia Signora” venció 2-1 a Napoli y escaló al tercer puesto de la clasificación.
El golpazo de la eliminación en Champions a manos de Porto llegó con el duro cachetazo que le asestó Benevento en su propia casa. El baño de realidad indicaba que la hegemonía juventina se rompería pronto pero que también peligraba su presencia en la elite europea. Por eso no hay que salirse de la zona de confort y mucho menos ante un rival directo.
Este encuentro primero se ganó en el escritorio porque los “Azzurri” ni siquiera pudieron salir de su ciudad por las restricciones sanitarias. La lógica apelación indicó que se trató de un tema de prevención y que el partido debía jugarse sí o sí. Pues bien, salieron a la cancha 5 meses más tarde pero cumplieron con lo esperado.
Cristiano Ronaldo quebró el cero a los 13´ pero el mérito exclusivo se lo llevó Federico Chiesa. Espectacular unipersonal del hijo de Enrico en la banda derecha, donde sacó a pasear primero a Lorenzo Insigne y luego a Elseid Hysaj con caño incluido. Centro rasante al punto del penal y derechazo de primera de CR7 para el 1-0 parcial.
La tranquilidad para Andrea Pirlo y compañía llegó en el cuarto de hora final. Paulo Dybala salió a la cancha en reemplazo de Alvaro Morata y a los 4 minutos de haber ingresado, se dio el gusto de sacarse la mufa.
Toque de Rodrigo Bentancur en el borde del área y precioso zurdazo a colocar de la “Joya” al segundo palo, para volver a gritarlo con el alma luego de 3 meses de frustraciones.
La visita maquilló la derrota con un penal en el último minuto. Giorgio Chiellini se lo llevó puesto a Víctor Osimhen dentro del área y el árbitro Mariani decretó la pena máxima. Lorenzo Insigne la transformó en gol y consiguió su diana número 15 en el torneo.
(Foto Principal: @Inter)