En el Grupo E ya se sabía de antemano que Mónaco y Bayer Leverkusen (en ese orden) estaban clasificados para octavos de final. CSKA de Moscú tenía la chance del premio consuelo de la Europa League, pero Tottenham se quedó con el tercer lugar de la zona.
En el BayArena, Leverkusen se dio el gusto de regalarle una alegría a su gente y goleó 3-0 a Mónaco. Esto no iba a alterar las posiciones finales pero una buena actuación ante el equipo más goleador de las grandes ligas nunca viene mal.
Los del Principado reservaron a la mayoría de sus titulares pensando en el choque del próximo sábado ante Bordeaux por la Ligue1, que los tiene como escoltas de Niza a solo 3 unidades. El delantero Guido Carrillo – ex Estudiantes de La Plata – jugó 80 minutos.
Los de la industria farmacéutica gozaron de buena salud porque a los 30´ inauguraron el score con un golazo de Vladen Yurchenko desde afuera del área. Apenas iniciada la segunda etapa, Leverkusen estiró la diferencia, cortesía de Julian Brandt, en el minuto 48.
A 9 del final, Abdou Diallo le cometió falta dentro del área a Robbie Kruse y el árbitro lituano Gedimidas Mazeika señaló la pena máxima. Wendell se encargó de la ejecución y su remate dio en el travesaño para luego rebotar en la espalda del arquero Morgan De Sanctis y terminar en el fondo de la red. Autogol y mala fortuna para el guardavallas italiano.
Buen triunfo para Bayer Leverkusen y a cambiar el chip europeo por el de la Bundesliga, con el difícil compromiso del próximo sábado ante Schalke 04, en Gelsenkirchen.
Tottenham no dio lugar a sorpresas y se impuso 3-1 a CSKA Moscú, para obtener el tercer lugar y asegurar la continuidad europea, ahora en “la otra Champions”.
En White Hart Lane, los de Mauricio Pochettino recibían a un equipo moscovita que necesitaba el triunfo para arrebatarle el boleto europeo. Y CSKA se adelantó en el marcador por intermedio de Alan Dzagoev en el minuto 33.
Pero la maldición que gira en torno al arquero Igor Akinfeev (hace 10 años que le vienen marcando goles en TODOS los partidos de la UCL) volvió a decir presente. Dele Alli a los 38´ recibió un envío cruzado de Christian Eriksen y bajó el balón con una categoría inmensa, para luego sacar un remate roscado al segundo palo del alquilado Akinfeev y sellar la igualdad. Un poema de gol.
Y justo cuando se terminaba el primer tiempo apareció el gran goleador, Harry Kane, para mandar al fondo del arco un centro de Danny Rose. Los “Spurs” le daban la vuelta al marcador y respiraban aliviados.
Si algo le faltaba a Akinfeev era comerse un gol tonto. A los 77´, Kane sacó un débil remate que el arquero ruso atajó con una mano pero la metió con su propio pie, en una jugada desgraciada. Otra (de tantas) noche para el olvido y 3-1 definitivo para los locales.
Foto Principal: Eurosport.fr