Apenas comenzada esta nueva Superliga Argentina de Fútbol, el Aldosivi de Gustavo Álvarez (en plena formación) ya logra mostrar algunos puntos fuertes cuando llevan disputadas dos fechas. Las matemáticas engañan, cualquiera que mire la tabla de posiciones y vea que apenas rescataron una de las seis unidades disputadas diría que el equipo aún no se encontró.
Esto no sería más que caer en un claro error. En primer lugar, y al igual que ocurre con otros cuadros de la divisional, el Tiburón está en plena reconstrucción, se fueron 22 futbolistas y llegaron 15; pero aquí el mérito del entrenador que, no sólo logró transmitir su idea de juego al plantel, sino que en el concluido mercado de pases demostró que él nunca improvisa.
Uno de los primeros en llegar fue Marcos Miers, zaguero paraguayo proveniente del Deportivo Lara que se afirmó como titular y cumplió con creces, tanto en el debut contra Estudiantes en La Plata, como ayer en el Minella versus Argentinos Juniors ¿Por qué destacar su presencia?
Varios son los argumentos. El defensa no sólo demostró ser un líder en la última línea en cuanto a balones aéreos, también casi marca contra el Pincha, logra respetar el juego por abajo que pregona su entrenador, conecta con la zona media generando el adelantamiento de las piezas y demostró gran integración con sus nuevos compañeros.
Uno especula que a medida que vayan transcurriendo los encuentros el once va a ir adquiriendo mayor dinámica y funcionamiento, pero tener un zaguero que logró responder desde el primer minuto, significa un plus que además se combina de manera óptima con su compañero, Leonel Galeano, en la zaga.
En un mercado donde parece que si no se compran figuras, no sirve. Marcos Miers demuestra que el juego va por encima del apellido, sin ser el más conocido para los hinchas, partido a partido justifica y retribuye a su entrenador que lo haya ido a buscar… Y esto recién empieza.
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