El verdao de Abel Ferreira escribió una nueva página exitosa en su palmarés, porque perdía 0 – 3 con Botafogo y lo dio vuelta en los últimos minutos para llevarse la victoria 3 – 4 y ahora se prende de lleno en el campeonato. Endrick fue la gran figura de la remontada. Una noche para el recuerdo de unos y el olvido de otros.
En el Nilton Santos de Río de Janeiro se disputaba el duelo más importante de cara al final de la competencia, porque en caso de victoria, Botafogo daba un gran paso en la carrera hacia el título sacando 9 puntos de diferencia ante sus rivales. Pero si el vencedor era Palmeiras, el torneo se ponía verdaderamente prendido fuego, ya que el conjunto de San Pablo estaba ante la oportunidad de acercarse a tres puntos del líder, aunque Botafogo debe un encuentro ante Fortaleza.
Este escenario puso a la gente del equipo local enardecida y dando un nuevo show con un mosaico descomunal en las tribunas minutos antes del comienzo del partido. Imagínese usted como estaba esa misma gente cuando en 36 minutos el duelo ya estaba ¡3 – 0! A su favor. Carlos Eduardo, Tché Tché y Junior Santos pusieron a sonar bajo el grito de gol a toda la torcida del fogao en un primer tiempo realmente descomunal para el puntero.
Pero a Palmeiras nunca hay que darlo por vencido ni aun cuando las cosas estén totalmente dadas vueltas para los dirigidos por el portugués Abel Ferreira. En primera instancia apareció el juvenil estrella Endrick que encaró con su zurda dejando atrás rivales con su gambeta endiablada hasta pisar el área y sacar un disparo fuertísimo para poner el descuento en 49’.
A los 76’ llegó una de las dos jugadas que marcaría el principio del fin para el local. Fue cuando el defensor central Adryelson se fue expulsado tras una dura entrada ante Raphael Veiga. Y siete minutos después Tiquinho falló un penal que hubiera puesto el 4 – 1. Para colmo de males, la jugada posterior ante fallo llegó el segundo descuento de Palmeiras, otra vez bajo los pies de Endrick. El partido estaba 3 – 2 en 84’.
A esta altura se olía en el ambiente que Botafogo había perdido la cabeza y el duelo mental lo estaba perdiendo por KO. Se confirmó cuando el flaco López puso el empate a los 89’ y a los 97’, tras un largo descuento, llegó Murilo Cerqueira solo por el segundo palo tras un centro para firmar el 3 – 4 y desatar la locura de todos los jugadores de verde en el césped y los hinchas visitantes en las tribunas.
Será muy complejo para Botafogo no caerse anímicamente luego de esta derrota y de perder la posibilidad de dar un martillazo rotundo en la tabla de posiciones. Tendrá 8 fechas por delante para demostrar su carácter y mantener la ventaja de 3 puntos que todavía tiene. Para Palmeiras empieza un nuevo campeonato, porque se mete de lleno en la lucha por el campeonato, algo que no estaba pasando antes de esta victoria.
Redacción: Juan Bovone
