UEFA Conference League

Lucas Beltrán rompió con el hechizo y llevó a Fiorentina a la final

El ex River Plate convirtió de penal el harto merecido empate “viola” y los toscanos buscarán la revancha del trofeo perdido en la temporada pasada. Su rival será Olympiacos o Aston Villa, que se juegan el todo por el todo mañana en Atenas.

Algún conjuro habían echado sobre el arco local porque los palos 3 veces salvaron al dueño de casa. Pero la perseverancia italiana pudo más y el favorito estará en la gran definición. En el Jan Breydelstadion, Brujas y Fiorentina igualaron 1-1 pero el 3-2 obtenido en el encuentro de ida clasificó a la “squadra viola” a la final de la UEFA Conference League.

La visita intentó imponer condiciones con un remate de Rolando Mandragora que se fue por encima del horizontal. Hasta que se acomodó el dueño de casa y a los 19´ ya empardó el resultado de la serie. Hans Vanaken recibió un toque corto de Thiago en la izquierda y metió un centro envenenado en busca de Maxin De Cuyper. El defensa quiso de cabeza pero no pudo conectar y el engaño fue suficiente para que Pietro Terracciano no pudiese evitar el gol belga. El bueno de Vanaken fue el autor material e intelectual.

Lejos de amedrentarse, la “Fiore” fue en busca del arco rival y de a poco comenzó a hacerse dueña del balón y del territorio. Una combinación argentina casi termina en empate con una chance de Nicolás González que conjuró el arquero Mignolet y en el rebote Lucas Beltrán la tiró apenas afuera.

Pasada la media hora de partido arrancó el show del metal. No fue heavy ni nada de rock pesado sino que sonaba el poste a cada rato. Primero Christian Kouamé con un sablazo dentro del área que dejó temblando el travesaño. Después Cristiano Biraghi probó de tiro libre y la bola volvió a encontrarse con el horizontal. La tercera no fue la vencida ya que Kouamé cabeceó un centro de Nico González y el balón fue devuelto por el poste. Sí, cosa de brujas.

Hasta que la justicia llegó desde los 12 pasos con un imprudencia de un defensor local. Pelota al área para M´bala Nzola y Brandon Mechele le aplicó un rodillazo insólito en el rostro (cualquier parecido con lo de Cristian Lema frente a Estudiantes de La Plata es mera coincidencia). Pena máxima – y amarilla para el ingenuo de Brandon – que Lucas Beltrán transformó en gol para igualar la contienda y mantener la ventaja en el marcador global.

Terracciano alejó cualquier tipo de fantasma con una genial salvada ante un disparo rasante de Vanaken y no hubo poción mágica que ayudase a los belgas. Fiorentina nuevamente en la final y con muchas ganas de levantar su segunda estrella continental (ya ganó la Recopa de Europa en 1961 ante Rangers).

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

Síntesis:

Brujas (1): Mignolet; Sabbe, Ordóñez, Mechele y De Cuyper; Vetlesen (Zinckernagel), Odoi (Nusa), Skoras (Nielsen), Vanaken y Jutglá; Thiago. DT: Nicky Hayen.

Fiorentina (1): Terracciano; Dodó, Milenkovic, Martínez Quarta y Biraghi; Beltrán (Ranieri), Arthur (Duncan), Mandragora; Nicolás González, Belotti (M´Bala Nzola) y Kouamé. DT: Vincenzo Italiano.

Goles: Hans Vanaken (19´) (BRU); Lucas Beltrán de penal (85´) (FIO)

Árbitro: Halil Meler (Turquía)

(Foto Principal: @europacnfleague)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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