Jugaba mejor pero se encontró abajo en el marcador con una genialidad de Davies. Pero en una ráfaga de 3 minutos enderezó la nave y dirigió su embarcación rumbo a Londres, donde buscará su décimoquinta “orejona”.
Casi que no hay palabras para explicar el peso de la historia de un gigante europeo que saca a relucir su chapa ganadora en el momento que más la necesita. Porque cada vez que parece vencido y eliminado, siempre tiene algún recurso para corregir el curso de las cosas y planta su bandera de grandeza.
En el Santiago Bernabeu, Real Madrid venció 2-1 a Bayern Münich y se clasificó finalista de la UEFA Champions League. El 2-2 en suelo alemán dejó totalmente abierta la definición y el rey europeo supo que iba a enfrentarse a un verdadero partido de ajedrez en casa.
Los germanos apostaron a la frescura en la mitad de la cancha por sobre la voz de la experiencia (Pavlovic antes que Thomas Müller) pero en defensa sufrieron el verdadero baile que Vinicius Jr. le propuso a un desorientado Joshua Kimmich.
El Madrid con su libreto de siempre: todo lo bueno sale de los pies de Kroos y del resto se encargan los ligeritos que definen partidos como Bellingham, Rodrygo y el propio “Vini”.
Avisó la visita con una escapada de Serge Gnabry que no fue ni centro ni tiro al arco cuando acompañaba Harry Kane. La respuesta “merengue” llegó con un remate de Vinicius que fue devuelto por el poste derecho de Manuel Neuer. El tablero movía sus piezas y de tanto en tanto alguien rompía con el cerco de los peones a través de algún arresto individual.
Kane lo exigió a Lunin y Mazraoui se animó a un lejano disparo que se encontró con la seguridad del portero ucraniano. Tablas en 45 minutos y el resultado seguía indefinido.
El Madrid puso un poco de música para el complemento y sintonizó la bossa nova gracias a las excelentes melodías de Rodrygo y “Vini”. El carioca lo volvió loco a Kimmich por izquierda y metió un centro atrás que Rodrygo no pudo conectar de lleno y que de milagro se fue apenas ancho. Otra chance de Rodrygo con un tiro libre que otra vez hizo lucirse a Neuer y la cancha se inclinaba en favor del “Merengue”.
Más tarde Vinicius Jr. se mandó un slalom descomunal y chocó con la espectacular atajada de Neuer. A esa altura el local ya hacía méritos para abrir el marcador pero vino lo inesperado en el minuto 68.
De Pavlovic para Kane y el inglés metió un largo bochazo para la escalada de Alphonso Davies. El canadiense por izquierda enganchó hacia adentro ante la marca de Dani Carvajal y sacó un colosal derechazo que viajó sin escalas rumbo al ángulo superior izquierdo de la valla de Lunin. Pedazo de gol de Davies que menos mal que le dio con la “menos hábil”.
Carvajal en una carambola encontró el empate pero fue anulado por falta previa. Carletto Ancelotti se la jugó con 2 delanteros más y el tiempo le dio la razón enseguida con el ingreso de Joselu por Federico Valverde.
Minuto 88 y el que hizo todo bien hasta el momento se equivocó cuando no debía. “Vini” le dio desde afuera del área y Manuel Neuer no pudo retener un remate que no parecía tan potente. Rebote corto y Joselu aprovechó el obsequio para encender la “mística señal” y empardar el resultado.
Primero de los 9 minutos de adición y otro cimbronazo en el área alemana desató la locura blanca. De Nacho para Rüdiger y Antonio metió un centro en paralelo que conectó el renacido Joselu. Grito de guerra para el Madrid pero suspenso porque hubo un llamado desde la mesa de control. Se presumía un off-side pero el delantero alemán – nacionalizado español – estaba habilitado y de la derrota el Madrid pasó a un épico triunfo en cuestión de 3 minutos.
No hay otra forma de definirlo sin usar la palabra “mística” pero realmente lo que hizo Real Madrid fue tirarle la historia en la cara a un equipo que también es un peso pesado de Europa pero que no tiene ese plus que sí ostenta el más ganador del “Viejo Continente”. A Londres para enfrentar a otro germano, Borussia Dortmund, y con la ilusión de levantar su trofeo número 15. Lo del Madrid resiste cualquier análisis porque en el diccionario seguramente aparecerá como sinónimo de la palabra “ganador”.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
Síntesis:
Real Madrid (2): Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho y Mendy; Valverde (Joselu), Tchouameni (Camavinga), Kroos (Modric) y Bellingham (Eder Militao); Rodrygo (Brahim Díaz) y Vinicius Jr. DT: Carlo Ancelotti.
Bayern Münich (1): Neuer; Kimmich, De Ligt, Dier y Mazraoui; Laimer, Pavlovic, Sané (Kim Min-Jae, Musiala (Müller) y Gnabry (Davies); Kane (Choupo-Moting). DT: Thomas Tüchel.
Goles: Joselu (88´ y 91´) (RMA); Alphonso Davies (68´) (BAY)
Árbitro: Szymon Marciniak (Polonia)
(Foto Principal: @ChampionsLeague)
