Los “chicos maravilla” de Amsterdam pasaron para el cuarto a Lyon y sacaron medio pasaje a Solna. Casi 22 años el promedio de edad para un Ajax que le rinde culto a la escuela de Louis Van Gaal.
Ajax goleó 4-1 a Lyon y acaricia el sueño de una nueva final continental tras 21 años. Notable exhibición de un joven equipo que jugó con madurez y supo neutralizar a los galos con sus mejores armas: el poder de gol.
Los de Bruno Genesio quisieron imponer condiciones en el inicio, con un desborde y centro atrás de Lucas Tousart para la llegada de Gnaly Maxwell Cornet, pero el disparo del marfileño pasó por debajo de los pies del arquero Andre Onana y se perdió en el tiro de esquina.
Los locales sacaron provecho de una pelota detenida e inauguraron el score en el minuto 25: centro en posición de número 8 con la excelsa pegada de Hakim Ziyech y la pelota se fue cerrando. En el camino apenas la desvió con su cabeza el burkinés Bertrand Traoré y fue a parar al fondo de la valla custodiada por Anthony Lopes.
Pasaron 11 minutos y los galos jugaron con fuego en la última línea. Una mala salida con el pie del arquero Lopes y Traore ganó de cabeza una pelota dividida. El pase salió justo para Kasper Dolberg, quien ingresó en el área con el balón picando y definió cruzado. Certero golpe al mentón de Lyon y todo cuesta arriba.
Y Ajax casi se va al descanso con otro más de ventaja, porque a los 43´ una buena combinación entre Davy Klaasen y Amin Younes le permitió al extremo alemán quedar solo frente a Lopes, pero esta vez el portero galo mostró buenos reflejos y evitó una nueva caída de su valla.
Apenas iniciada la etapa complementaria, Younes tuvo su revancha y llevó la victoria a una goleada. En el minuto 49, se escapó por la izquierda y quedó mano a mano con un defensor dentro del área. El germano sacó un disparo que se desvió en su marcador y descolocó por completo a Lopes, quien intentó reaccionar cuando el balón le pasaba por al lado en cámara lenta. El esfuerzo de otro defensor para sacarla fue en vano, ya que la pelota había traspasado la línea de gol. Contundente 3-0 ante un conjunto francés sin respuestas.
Tardó un poco en contestar Lyon y fue por intermedio de Nabil Fekir, quien se las ingenió para generar una situación de riesgo con un remate al palo derecho del guardavallas Onana, que pudo desviar al tiro de esquina.
A los 66´ revivieron los galos con el ansiado gol del descuento. Christophe Jallet la metió en el área desde la banda derecha y Lasse Schoene despejó de cabeza hacia la puerta del área, donde los manuales dicen que no se debe. A Mathieu Valbuena no le importó porque sacó un precioso derechazo que infló la red del arco de Onana. Dos de diferencia pero uno como visitante era negocio por lo poco que mostró el visitante en el partido.
Sin embargo, poco le duró la esperanza a Lyon porque Ajax recuperó la merecida goleada a los 71´. Se repitió la fórmula del primer grito: otra vez el guante que tiene en el pie izquierdo Ziyech para que Traore solamente tuviera que empujarla y sellar el 4-1. Klaasen casi hace generala con un potente y bien colocado disparo de derecha, que hizo lucirse a Lopes en una atajada magnífica.
Estos muchachitos jugaron como veteranos y enloquecieron a sus rivales con su precisión, velocidad, inteligencia para romper las líneas enemigas y – sobre todo – contundencia en los últimos metros.
El panorama es más que alentador de cara a la revancha. A Lyon le queda el consuelo que peor no se puede jugar y la incógnita sobre la personalidad de un equipo joven en una instancia tan decisiva.
Lucho Van Gaal estuvo en las gradas y gozó con este “fútbol total” que alguna vez pregonó en este mismo club hace un cuarto de siglo. Pero sin dudas el más feliz de todos es Johan Cruyff, quien seguramente desde el cielo no para de sonreír cuando ve jugar a estos “ligeritos”.
(Foto: Fútbol Mundial)