Los “Príncipes de Persia” apelaron a su inexpugnable defensa y ya están en cuartos de final. China se hizo más grande que la Muralla y salió airosa ante Tailandia. Vietnam entró por el ojo de buey y gracias a los penales también estará entre los 8 mejores.
Arrancó la etapa decisiva en la Copa Asiática 2019, porque la instancia de octavos de final ya no tiene margen para las equivocaciones. En Abu Dhabi, Irán derrotó 2-0 a Omán y puso un pie en la próxima ronda.
El sello del portugués Carlos Queiroz está impreso en este seleccionado iraní. Un equipo que construye su solidez con la siempre bien ponderada “1259”: un arquero confiable (Beiranvand), un zaguero concentrado (Puraliganji), un volante central polifuncional (Dejagah) y un goleador que define (Azmoun). Por supuesto que el secreto es tener buenos jugadores, pero el mensaje de Queiroz llega y por eso los persas no han defraudado a la hora de ser considerados favoritos.
Claro que no todo comenzó de la mejor manera para Irán, ya que los omaníes tuvieron una chance clarísima para quebrar el cero. A los 3 minutos de juego, Muhsen Al Ghassani se escapó al control de la defensa y Hosseini lo bajó dentro del área. Penal ejecutado por el capitán Ahmed Kano y mano salvadora del portero Alireza Beiranvand.
La diferencia estuvo en la eficacia, porque la primera situación de riesgo que tuvo Irán sí pudo capitalizarla. A los 32´, un pelotazo frontal desnudó la fragilidad defensiva de los “Guerreros Rojos”, porque Al Busaidi quiso pararla y fue madrugado por un Alireza Jahanbakhsh que se fue camino al gol. Definición con el revés del pie derecho y 1-0 arriba los de Queiroz.
Minuto 41´ y los “Príncipes de Persia” liquidaron el pleito de manera temprana. Suhail lo derribó a Taremi dentro del área y el mexicano Ramos sancionó la pena máxima. El capitán Ashkan Dejagah le dio fuerte al medio y estiró la diferencia en favor de los iraníes.
Por cuarto partido consecutivo, Irán mantuvo su arco en cero en un torneo continental. La última vez que sucedió fue en 1976, precisamente en la edición organizada en casa … y los persas se consagraron campeones.
China cambió a tiempo y se impuso 2-1 sobre Tailandia en Al Ain y será rival de Irán en los cuartos de final. Trabajoso éxito para los dirigidos por Marcello Lippi, que en 4 minutos se inspiraron para enderezar la nave.
Es que los “Elefantes de Guerra” se pusieron en ventaja por cortesía de Supachai Jaided en el minuto 31 y así se fueron al descanso.
Sin embargo, en el complemento aparecieron los chinos y escalaron la “Gran Muralla” gracias a las anotaciones de Xiao Zhi (67´) y de Gao Lin de penal (71´).
Vietnam no deja de sorprender y como quien no quiere la cosa ya está en los cuartos de final. La “Estrella Dorada” brilló en la definición por penales, ya que derrotó 4-2 a Jordania tras empatar 1-1 durante 120 minutos.
En Dubai midieron fuerzas 2 equipos con realidades diferentes. Los “Valientes” se convirtieron en una nueva sensación tras sorprender a Australia y quedar primeros en su grupo. Por su parte, los vietnamitas continuaron en el torneo casi de casualidad: los salvó una tarjeta amarilla de menos en su duelo del todo igualado ante un Líbano que hizo un esfuerzo notable.
Fueron los jordanos los que desbloquearon el score, en el minuto 39 gracias a un tanto de Baha´a Abdulrahman. Pero Nguyen Cong Phuong estableció la paridad a los 51´ y quedaron a mano en los 90´.
Tampoco se modificó el tablero en el tiempo suplementario y los disparos desde los 11 metros serían la vía de escape hacia los cuartos de final. Allí Vietnam tuvo más puntería y se impuso 4-2, para mandar a Jordania a casa sin siquiera haber caída derrotada.
Una dura prueba le espera a los vietnamitas en la próxima fase, ya que su rival será el ganador del duelo entre Japón y Arabia Saudita.
(Foto Principal: Diario AS)