Fantástico testarazo del debutante Torregrossa para hacer realidad un sueño stereo. Bologna volvió a su salsa y dejó atrás todo tipo de tragedias. Marcador en silencio entre Torino y Spezia.
El sábado de la Serie A fue la vidriera ideal para los equipos que siempre se preocupan más por la zona baja de la tabla. Porque la realidad indica que algunos tienen su torneo aparte y la prioridad es mantenerse en la élite antes que soñar con Europa.
En el Luigi Ferraris, Sampdoria cambió a tiempo y se impuso 2-1 sobre Udinese. Vuelta al triunfo para los de Claudio Ranieri, que el lunes habían caído en el mini clásico de Liguria frente a Spezia.
Los friulianos merecían la ventaja y la consiguieron al minuto 55. Rodrigo De Paul es el alma de este equipo y fue el encargado de abrir el marcador con una patriada de mérito exclusivo. El nacido en Sarandí la llevó atada hasta el borde del área y sacó un latigazo de derecha. Rebote en Omar Colley y nueva chance de disparo para Rodrigo. Emil Audero tapó en segunda instancia pero volvió a caerle a De Paul, como si tuviese un imán, La tercera fue la vencida y el ex Racing Club y Valencia señaló el 1-0.
El presente de Fabio Quagliarella no es el ideal porque sobrevuela la incertidumbre sobre su futuro. El viejo lobo de mar ha sido tentado nada menos que por la “Vecchia Signora” y vivir una segunda juventud a los 37 años es una chance para nada despreciable. Entonces Claudio Ranieri tomó nota del bajón y quiso más peso específico en el ataque, cuando decidió reemplazarlo por Ernesto Torregrossa, ex Brescia. Y el tiempo le dio la razón.
A los 67´, una infracción de Kevin Lasagna sobre Antonio Candreva dentro del área fue castigada con la pena máxima. Parecido al penal de Ariel Rojas sobre Marcelo Melli en las semifinales de la Copa Sudamericana 2014, porque Lasagna quiso despejar y el jugador de la “Samp” se anticipó y recibió el patadón de su rival, que sólo atinó a mirar la pelota. El propio Candreva se calzó el traje de Panenka y con una magnífica ejecución batió al portero Juan Musso.
A 9 minutos del epílogo llegó la explosión genovesa. Buen desborde y mejor centro de Tommaso Augero por izquierda y atlético salto de Torregrossa para ganarle en las alturas a Marvin Zeegelaar. Cabezazo goleador para el de raíces venezolanas y copa de vino tinto para una Sampdoria victoriosa.
Bologna consiguió un poco de paz y cortó la sequía. En el Renato Dall´Ara, los “Felsinei” doblegaron 1-0 a Hellas Verona y pusieron fin a la racha de 8 encuentros sin ganar.
A los 20 minutos de juego llegó el solitario gol del partido. Rápido contraataque que dejó a Riccardo Orsolini cara a cara con Marco Silvestri y remate a quemarropa salvado a medias. Roberto Soriani tomó el rebote e intentó una gambeta pero fue derribado por el arquero. Penal que Orsilini transformó en dinero en efectivo y oxígeno necesario para los dirigidos por Sinisa Mihajlovic.
Torino y Spezia no se sacaron ventaja e igualaron sin goles en el Olímpico de los Alpes. Negocio para los “Aguiluchos”, que jugaron casi todo el partido con uno menos por una temprana expulsión.
Es que a los 8 minutos de juego, Luca Vignali se pasó de revoluciones con una dura entrada sobre Nicola Murru. El árbitro Michael Fabbri le sacó la amarilla pero enseguida lo llamaron de la mesa de control. El VAR mostró que la patada fue aún más escalofriante y cambió el color de la tarjeta.
Pese a la inferioridad numérica, el novel equipo de la Serie A tuvo ocasiones más claras para quebrar el cero. Salvatore Sirigu mostró su solidez con 3 grandes atajadas, mientras que el ataque del “Toro” se quedó en el corral.
Esta clase de partidos es la que define el futuro de un equipo golpeado. De local y con uno más, fue superado por su rival. Y encima, en la única chance neta que tuvo, no ligó: Cristian Ansaldi cruzó un zurdazo y la caprichosa fue más que ídem porque rebotó en el poste. Sin dudas, fue la imagen perfecta que define el momento de Torino.
(Foto: RAI Sport)
