En el punto álgido de las eliminatorias mundialistas para Rusia, con más de la mitad de encuentros disputados en el hexagonal final, en América Central y del Norte comienza la XIV edición de la Copa de Oro.
El torneo de selecciones más importante de la Concacaf vuelve a celebrarse en territorio de los Estados Unidos, tal como viene pasando desde 1991 (en 1993 y 2003 fue en sociedad con México y en 2015 en conjunto con Canadá).
Entre 1963 y 1989 el torneo se conoció como Copa Concacaf y en algunas ediciones se acopló con las eliminatorias para una Copa del Mundo (de la misma forma que sucede actualmente con la Copa de Naciones de Oceanía). En 1991 recibió la denominación actual y se decidió separar la competencia de las fases de clasificación mundialista, para que sean 2 torneos aparte.
Hubo un intento de jerarquizar el certamen con la invitación a selecciones de otras federaciones. Fue así como desfilaron Brasil, Colombia, Perú y Ecuador, y los impensados Corea del Sur y Sudáfrica.
Estados Unidos, México y Canadá tienen asegurada su participación. Para definir a las 9 selecciones restantes hubo que tomar en consideración 2 competiciones: la Copa Centroamericana y la Copa del Caribe.
Como la FIFA suspendió a Guatemala debido a que la Federación local no aprobó la extensión del mandato de la Comisión Reguladora impuesta por el máximo organismo dirigencial de fútbol, en el istmo hubo que reorganizar la sistema de competencia: 6 selecciones en lugar de 7, todos contra todos.
La sede elegida fue el Estadio Rommel Fernández de la ciudad de Panamá y quienes obtuvieron la clasificación para la Copa de Oro fueron: Honduras, Panamá, El Salvador y Costa Rica. Nicaragua se ubicó en el quinto lugar y se ganó el derecho de disputar el play-off ante quinto de la Copa del Caribe. Belice finalizó último y quedó eliminado.
Precisamente la Copa del Caribe fue el otro certamen que otorgó 4 plazas y media para la cita en los Estados Unidos. Los clasificados fueron Jamaica, Martinica y 2 sorpresas que harán su estreno absoluto en una Copa de Oro: Guayana Francesa y Curaçao. Haití – el único seleccionado caribeño que alguna vez se alzó con el preciado trofeo de la Concacaf – tuvo una chance más con el play-off ante Nicaragua. Pero los “Azules y Blancos” se impusieron 4-3 en el global sobre los haitianos y festejaron el boleto a los Estados Unidos.
Así quedaron conformadas las zonas para la Copa de Oro 2017:
- Grupo A: Canadá, Costa Rica, Guayana Francesa y Honduras.
- Grupo B: Estados Unidos, Martinica, Nicaragua y Panamá.
- Grupo C: México, El Salvador, Jamaica y Curaçao.
Si se contabiliza el formato antiguo, aparece México con 10 campeonatos y es el seleccionado más ganador, seguido por Estados Unidos con 5, Costa Rica con 3 y Canadá con 2. Hay 3 países que se quedaron con la corona solamente una vez y han sido Honduras, Guatemala y el mencionado Haití.
Con la mente puesta en la clasificación hacia Rusia 2018, pero con el honor continental en juego. Con las noveles cenicientas de Guayana Francesa y Curaçao, más el agregado del exótico seleccionado de Martinica (alguna vez Guadalupe se ganó el cariño de todos cuando alcanzó las semifinales en 2007 y contaba entre sus filas a un campeón del mundo con Francia, el excelso Jocelyn Angloma que por entonces tenía 41 años).
Dominio alternado entre los “Yankees” y el “Tri” desde 2002. Entre tanta novedad quizás tengamos alguna sorpresa. Desde el Canal de Panamá hasta la localidad canadiense de Alert – el punto más septentrional del planeta – también se respira fútbol. En “Las venas abiertas de América Latina” hay mucha historia, según nos contaba el genial Eduardo Galeano. Por supuesto que la pelota siempre será testigo de alguna de ellas.
(Foto: Diario La Prensa)