La “Nazionale” fue un “relojito” y volvió a golear, para meterse entre los 16 mejores del torneo. Gales escupió fuego y provocó un incendio a las aspiraciones turcas.
Segunda fecha del Grupo A de la Euro 2020 y uno de los candidatos volvió a marcar tendencia. En el Olímpico de la “Ciudad Eterna”, Italia superó 3-0 a Suiza y aseguró su clasificación a los octavos de final.
Sólida performance de la “Azzurra”, que no solamente no muestra grietas en todas sus líneas sino que también añade el plus de buen fútbol que no se ve desde hace años en un seleccionado italiano. El viejo estigma del catenaccio se fue por la borda cuando la “Nazionale” que participó en la Copa del Mundo de Argentina 1978 demostró que el buen pie también es una forma de jugar. Spolier alert: esa selección quedó cuarta y la que levantó la corona llegó 4 años más tarde, pero con la vieja receta del fútbol defensivo y el talento de las individualidades que aparecieron en el momento justo.
Roberto Mancini tiene mucho que ver en la transformación italiana. Las enseñanzas de Vujadin Boskov a un “Mancio” que apareció como un fantasista en esa impensada Sampdoria campeona de Italia hace 30 años, le imprime sus ideas a un grupo de jugadores que ha alcanzado la madurez necesaria. La “Azzurra” ya no es sinónimo de fútbol mezquino y defensivo; ahora gana y además gusta.
La neutralidad helvética se quebró en el minuto 26, con una jugada made in Sassuolo. Espectacular desborde de Domenico Berardi por derecha, quien llevó la bola atada hasta el fondo. Centro de la muerte para la aparición goleadora de Manuel Locatelli, quien solamente tuvo que darle un pase a la red.
Goloso el lombardo, se dio el gusto de conseguir el raddoppio a los 52´. Locatelli sacó un potente disparo desde afuera del área y dejó a Yann Sommer sin recursos. Tercer grito sagrado en la “Nazionale” para el volante nacido en Lecco.
La goleada tomó forma en el último minuto. Rafael Toloi capturó una pelota mal jugada desde el fondo y la cedió para Ciro Immobile. El artillero napolitano se tuvo fe con un latigazo de derecha desde el borde del área y el esfuero de Sommer no alcanzó para evitar la tercera caída de su arco.
Donde hubo fuego, cenizas quedan y Gales resurgió de las ídem cual “Ave Fénix”. En el Olímpico de Bakú, los “Dragones” vencieron 2-0 a Turquía y siguen en carrera por un puesto en los octavos de final.
Los británicos ganaron merecidamente ante un desconocido seleccionado otomano. Pobre versión de los de Senol Günes, que no se parecen en nada a ese equipo temible al que nadie quería enfrentar.
A 3 minutos del cierre de la primera etapa, la formidable pegada de Gareth Bale ayudó a desbloquear el resultado. Magnífico pase del jugador de Tottenham para el pique al vacío de Aaron Ramsey, quien escapó al control de una dormida defensa. Gran control con el pecho y mejor definición del volante de Arsenal para el 1-0 parcial.
Gales estaba más cerca del segundo que los turcos de equilibrar la balanza del tanteador y a la hora señalada apareció la gran oportunidad. Bale pisó la tierra prometida y le propuso el contacto a Mehmet Celik. El árbitro portugués Soares Días no dudó en señalar la pena máxima y el propio Gareth se encargó de la ejecución. Horrendo disparo de Bale, que se fue por encima del travesaño y dejó a Turquía en partido.
Sin embargo, las esperanzas otomanas se desvanecieron en el quinto minuto de tiempo agregado. Córner corto con toque y devolución y nueva genialidad de Gareth Bale, quien la llevó dominada por la línea de fondo. Toque hacia atrás para Connor Roberts, quien se encargó de liquidar el pleito.
El Grupo A se cierra el próximo domingo con los partidos en simultáneo. Suiza y Turquía se enfrentarán en Bakú, mientras que Italia y Gales harán lo propio en Roma.
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