Nueva fecha en fútbol argentino sin muchas polémicas pero con el secretario de las tres A parado por bajo rendimiento, me parece que a Federico Beligoy se le juntaron los errores de River–Unión por Copa Argentina con los que tuvo en Estudiantes-Racing donde, a mi criterio, no sancionó dos penales en favor del visitante.
Laverni dirigió sin sobresaltos la victoria cómoda de Boca ante Temperley. Baliño (para mí, el árbitro que más progreso evidenció en los últimos dos años) tuvo una tarea sólida en el empate de River frente al Arsenal de Sarandí, acertando lo más difícil del partido que fue la expulsión del defensor visitante.
Lo realmente destacado pasó ayer lunes en Defensa–San Martín de San Juan, cuando Diego Abal no expulsó a un jugador de la visita quien, haciendo uso excesivo de la fuerza, se arrojó con sus dos pies hacia adelante impactando a su rival (si no lo hubiera impactado sería igual, no se juzga la puntería, sí la intención) pero el juez decidió que la jugada sólo era temeraria, por lo tanto sólo lo amonestó.
Pero como el mundo del fútbol apunta todas sus miradas con morbo al arbitraje del partido de Copa Argentina a disputarse mañana en Córdoba entre Boca Juniors y Rosario Central, la AFA decidió que el tercer equipo en el campo sea de un nivel superior al que normalmente tienen los fines de semana, a Patricio Loustau lo asistirán desde las bandas dos mundialistas como Hernán Maidana y Juan Pablo Belatti, Darío Herrera como cuarto árbitro además de los adicionales en las líneas de meta que serán Facundo Tello y Ariel Penel, dos jóvenes con futuro internacional. Tiraron toda la carne a la parrilla, ojalá que el asado salga bien, está todo preparado para que así sea.
Hasta la próxima.
Foto: La Voz