Los palazos de la montada para entrar al estadio, el chori de cancha, el trapito para estacionar, el estado de los campos de juego del fútbol argentino, los sanitarios olorosos y deplorables, el micro (si le podemos llamar así) que transporta a las hinchadas (si también le podemos decir así) “en Europa no se consiguen”.
Doce hinchas (conocidos como ultras) del Lyon y del Besiktas fueron detenidos y siete personas resultaron heridas el jueves en los incidentes que marcaron la ida de los cuartos de final de la Europa League entre ambos equipos, lo que obligó a atrasar el comienzo del partido, informó la policía este viernes. El partido, jugado en el Parque OL en Décines-Charpieu, a las puertas de Lyon, comenzó con tres cuartos de hora de retraso debido a que decenas de hinchas del Lyon de la curva sur invadieron el césped para escapar del lanzamiento de petardos desde lo alto de las gradas, constató un periodista de AFP. “Los proyectiles hirieron sin gravedad a dos espectadores que fueron llevados al hospital”, indicó un portavoz de la prefectura policial. En los instantes previos al encuentro hubo incidentes en los alrededores del estadio, por un lado entre hinchas turcos y franceses, y por otro entre aficionados turcos y las fuerzas del orden, constató un fotógrafo de AFP.
La violencia entre asistentes a un partido de fútbol en Europa también se consigue.
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