Un penal, el desencadenante. Boca perdió frente a River sobre la hora. El mal arbitraje de Darío Herrera fue la raíz de todos los problemas.
Desde la previa del superclásico, la duda siempre corrió por quién iba a reemplazar al expulsado Martín Payero. Jorge Almirón, luego de mucha incertidumbre, apostó por tres centrales. Línea de 5 por momentos.
En buenos términos, el “Xeneize” no jugó mal el encuentro. No llegó a dañar el arco rival, pero tampoco fue tan débil defensivamente frente al “Millonario“. Nicolás Valentini estuvo sólido, al igual que Nicolás Figal, pero faltó un plus en mediocampo que no pudo encontrarle la vuelta el técnico.
Cuando todo se encaminaba a un claro empate, debido a las pocas situaciones de ambos lados, llegó la sanción de un penal que realizó Agustín Sandez a Pablo Solari. Darío Herrera no dudó en cobrar la falta y nunca acudió al VAR para ratificar el fallo. El mal arbitraje fue para ambos lados. Hubo jugadas, antes del penal, que futbolistas de River tuvieron que ser expulsados y nada de eso ocurrió.
Un nuevo superclásico fue opacado por un mal arbitraje y, con todo lo ocurrido, Herrera podría ser sancionado con una fecha. ¿Justo?
Imagen Destacada: Gustavo Ortíz.