A-League

A-League: Esta vez quedaron a mano en Sydney

El clásico de la ciudad olímpica de 2000 terminó en empate y los “Sky Blues” mantienen la distancia de 8 unidades en la cima. Brisbane volvió a rugir y se afirma en el cuarto puesto, mientras que Melbourne City jugó al póker en la casa del sufrido colista.

Solamente 3 partidos se disputaron en la fecha 24 de la Hyundai A-League, en un mundo convulsionado por la pandemia que generó el COVID-19. De repente, que haya fútbol en Australia es el único resabio de esperanza para cualquier fanático, aunque los encuentros deban jugarse a puertas cerradas.

De todas maneras, mañana lunes se evaluarán las condiciones necesarias para garantizar la salud de los protagonistas y la FFA – en conjunto con el gobierno australiano – decidirá si la A-League continúa o si hará un parate hasta el 14 de abril.

Por lo pronto, Wellington Phoenix quedó instalado en el país vecino y los neozelandeses deberán hacer de local en Australia. Asimismo, el plantel de Melbourne Victory entró en cuarentena desde hace una semana y ambos equipos son los únicos que tuvieron que aplazar sus juegos hasta nuevo aviso.

En lo que a fútbol se refiere, esta vez el clásico citadino no tuvo vencedores ni vencidos. En el Bankwest Stadium, Western Sydney Wanderers y Sydney FC igualaron 1-1 y los “Sky Blues” continúan como líderes absolutos de la fase regular.

Fueron 2 derrotas duras para Sydney ante su archienemigo local. Jamás estuvo en duda la distancia de los “Sky Blues” con respecto al resto de los mortales durante el campeonato, pero hay que decir que los “Wanderers” al menos se dieron el gusto de ganarles los 2 partidos anteriores en los que se vieron las caras. Una pequeña sonrisa para el único equipo australiano que supo ser campeón de la Champions League Asiática.

El visitante se adelantó en el marcador por cortesía de su infalible goleador. Minuto 35 y Kostas Barbarouses recibió dentro del área un pase rasante de Milos Ninkovic y tuvo tiempo para acomodarse. Media vuelta del neozelandés y remate que el portero Daniel Lopar no pudo retener. En el lugar indicado estaba Adam Le Fondre, quien solamente tuvo que empujarla con el arco desguarnecido, para señalar su tanto número 17 en el certamen.

Pero el dueño de casa reaccionó y salvó la ropa a 8 minutos del epílogo. A Simon Cox le quedó servida una pelota en la puerta del área y sacó un potente disparo. Kwame Yeboah estaba en el camino e involuntariamente puso su pie izquierdo, como un acto reflejo. La bola hizo una extraña parábola y se levantó de manera inesperada, para sorprender a Andrew Redmayne y terminar en el fondo de las mallas.

Brisbane Roar anda con el pie derecho y sumó su tercer halago en fila. En el Cbus Super Stadium en Gold Coast, los entrenados por Robbie Fowler dieron cuenta de Newcastle Jets por 1-0 y se consolidan en el cuarto peldaño de la escalera hacia la post temporada.

Un escenario inédito para un partido de la A-League porque pertenece más bien a juegos de rugby o del football australiano propiamente dicho. Se notó que el campo de juego estaba en pésimas condiciones, pero si la medida sirvió para alejar un poco a los protagonistas de una zona de riesgo, entonces la decisión no fue demasiado errada.

Scott McDonald señaló el solitario gol el encuentro, en el minuto 16. Pase de Mirza Muratovic para el experimentado delantero de 36 años, quien en la puerta del área se animó a un preciso derechazo esquinado. El guardavallas Lewis Italiano se quedó paralizado y falto de reacción, y la pelota mansamente se coló junto al poste izquierdo. Cuarto grito para McDonald en los últimos 3 partidos.

Perdió Central Coast Mariners, no importa cuando lean esto. En el Central Coast Stadium de la bahía de Gosford, Melbourne City se impuso 4-2 ante el local con un triplete de Jamie MacLaren, ahora máximo artillero del torneo con 18 conquistas.

Entretenido espectáculo brindaron el colista y el escolta de la fase regular, con un triunfo de los “Cityzens” que al menos acorta a 8 unidades la diferencia con el puntero Sydney FC.

Los “Mariners” quebraron el cero muy temprano, a los 2 minutos de partido. Jack Clisby habilitó a Jordan Murray, quien se escapó al control de la defensa y definió por bajo ante el achique del arquero Tom Glover.

Entonces los de Erick Mombaerts se enojaron y en 5 minutos dieron vuelta el marcador. A los 5´, buena diagonal de MacLaren luego de un pase filtrado del español Susaeta y derechazo cruzado para empardar el juego.

Y a los 10 minutos, Craig Noone metió una bola cruzada desde la izquierda y Susaeta dijo que sí con la cabeza en el segundo palo, para decretar el 2-1 parcial.

Apenas iniciado el complemento, los “Cityzens” agrandaron la brecha con otra aparición goleadora de MacLaren. Nathaniel Atkinson desbordó por la derecha y metió el centro de la muerte para que Jamie la mandase a guardar.

Hubo un poco de amor propio por parte del local y Murray descontó a los 69´. Centro de Chris Harold desde la izquierda y buena cabezazo de Jordan para sellar su doblete.

Pero Jamie MacLaren tenía otros planes y decidió llevarse la pelota a su casa. Minuto 74 y un remate de Atkinson que rebotó en un defensor le cayó al artillero que anda derecho para el gol. Y como si tuviese un imán en el pie derecho, Jamie capturó el balón y estampó el definitivo 4-2.

(Foto Principal: Hyundai A-League Twitter)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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