España había golpeado primero pero la verdadera “Furia” de “Les Bleus” la desataron 2 golazos, para sumar la tercera estrella continental. Italia se quedó con el bronce y tuvo su consuelo.
Final del recorrido de un torneo que llegó para quedarse porque ha demostrado un buen nivel de juego y además ha sido gestor de esperanzas para los desesperanzados. En el Giussepe Meazza de Milán, Francia se impuso 2-1 sobre España y se consagró campeón de la II edición de la UEFA Nations League.
Un certamen que no reemplaza a la tradicional Eurocopa de Naciones pero que pone en juego un título para los grandes y una segunda oportunidad para aquellos que a veces ni por asomo sueñan con clasificarse para un torneo mayor. El denominado “Final Four” se llevó a cabo en Italia y a la gran definición llegaron los 2 que merecían estar allí.
Un primer tiempo intenso, propio de una final porque fue lo más parecido a un partido de ajedrez. La disposición táctica fue digna de estudio y los ibéricos le rindieron culto a la posesión, como si Luis Enrique rescribiera el pequeño manual Guardioleano de estilo. Está claro que a España le gusta tener la pelota, pero en este caso no supo qué hacer con ella.
Por el lado del campeón del Mundo, la fórmula de 3 centrales acomodó el bloque defensivo y Didier Deschamps apostó a la verticalidad entre líneas: recuperar rápido el balón para asistir al tridente de ataque, con un mediocampo partido porque solamente se limitó a combatir.
Recién en la etapa final se abrió un poco más del juego, con serias intenciones cerca de las área y un trámite que de pronto se volvió de ida y vuelta. El primer aviso llegó cerca de la hora de juego, con un centro atrás de Karim Benzema para la llegada de Theo Hernández y un fierrazo de zurda que rebotó en el travesaño.
Acto seguido, la “Furia” respondió con una certera penetración por el centro y abrió el marcador. Minuto 64 y el pase del cerebral Sergio Busquets puso a correr 1 contra 1 a Mikel Oyarzabal contra Dayot Upamecano. El vasco aguantó la embestida del zaguero y se abrió hacia su izquierda, para sacar un disparo rasante y cruzado que dejó sin reacción a Hugo Lloris.
La respuesta de los galos fue inmediata, con el empate apenas 2 minutos más tarde. Extraordinario derechazo con el pie bien abierto de Benzema desde el borde del área y el vuelo de Unai Simón apenas rozando el cuero con la punta de los dedos lo hizo aún más espectacular. Poético golazo del “Gato”, que caminó sobre el tejado de zinc caliente.
A 10 minutos del epílogo llegó el desnivel, con una acción cargada de polémica. Theo metió un pase quirúrgico para un Kylian Mbappé que arrancó en posición adelantada. Linda bicicleta para desairar a Simón y zurdazo por debajo del cuerpo del guardavallas para subir el tanteador 2-1. Hubo protestas porque el VAR definitivamente hubiese anulado la conquista pero el árbitro inglés Taylor aplicó el “play on”.
El cierre fue no apto para cardíacos porque España fue con el alma en busca del empate. Hasta el propio Simón se metió en el área de enfrente para conseguir el milagro y las manos de Lloris salvaron una volea de Yeremy Pino que tenía destino de red.
Otra vez lo ganó Francia luego de estar en desventaja y tercera corona europea, que se suma a las de 1984 (justamente ante España) y la de 2000. Deschamps no para de cosechar títulos y es sin dudas sinónimo de campeonato para “Les Bleus”, con la consagración como jugador y capitán en 1998 y 20 años más tarde como director técnico.
Italia y el bronce que quedó en casa
El aperitivo del gran banquete de la final fue el duelo por el tercer y cuarto puesto, y esta vez el dueño de casa ganó su juego de honor. En el Allianz Stadium de Turín, Italia dio cuenta de Bélgica por 2-1 y se quedó con el bronce.
Al inicio del segundo tiempo, un córner ejecutado por Domenico Berardi desde la derecha fue rechazado de cabeza por Yuri Tielemans. La bola cayó en la media luna del área, donde Nicoló Barella le dio como venía y la depositó junto al vertical de la mano diestra de Courtois.
Minuto 65 y la “Azzurra” aumentó la distancia desde los 12 pasos. Timoty Castagne se lo llevó puesto a Federico Chiesa dentro del área y Berardi transformó la pena máxima en el segundo tanto de la “Nazionale”.
De un tiro de esquina en contra, los “Diablos Rojos” encontraron el descuento a los 86´. Atenazó Courtois y sacó rápido con su mano para Kevin De Bruyne. Diagonal de Charles De Ketelaere, quien quedó cara a cara con Gianluigi Donnarumma y con un lindo túnel selló el 1-2 definitivo.
(Foto Principal: @EURO2024)
