Con goles de Driussi y Alario, River derrotó a Gimnasia por 2-0 y se clasificó para disputar la final de la Copa Argentina ante Rosario Central. Una nueva definición, la octava del ciclo Gallardo, tendrá al Millonario como protagonista.
La calurosa noche de San Juan encontró a un River ambicioso que salió a apretar a Gimnasia contra su arco y en menos de 5 minutos ya le había generado 2 situaciones de gol; un tiro bajo y esquinado de D´Alessandro que el arquero Arias sacó al córner y un gol polémicamente anulado a Ponzio por posición fuera de juego de Driussi que el árbitro interpretó como activa.
El Lobo se veía superado en la mitad de la cancha pese a los 5 hombres que Alfaro plantó en esa zona y entonces el DT tripero decidió cambiar el esquema sobre la marcha pasando a jugar con un clásico 4-4-2 recostando a Licht sobre una banda. River se quedó y entonces el partido se hizo equilibrado. Pero de pronto, el equipo de Gallardo tuvo una ráfaga que acabó con las esperanzas de Gimnasia.
A los 40 del primer tiempo, D´Alessandro abrió hacia la derecha, Nacho Fernández desbordó y tiró un centro que fue empalmado por el encendido Driussi para abrir el marcador; 3º gol del joven delantero en esta Copa y 11º en el semestre, on fire Sebastián, que se ganó el puesto a fuerza de goles y buen juego.
No se había recuperado Gimnasia del primer golpe cuando tres minutos más tarde recibió una mano de K.O. Alario presionó en la salida, se la robó a Ramos abrió hacia el Pity Martinez y fue a buscar el centro que llegó con precisión quirúrgica y esta vez el flaco de los goles importantes no perdonó poniendo el 2-0 (4º para Lucas en esta copa, es el goleador de su equipo); parecía irremontable para los de Alfaro. A Gimnasia le quedará la duda eterna de saber qué hubiera pasado si Herrera sancionaba el claro penal que Moreira le cometió a Oreja en la última jugada del primer tiempo. Aunque un poco exagerado, el resultado era justo.
En la segunda parte, Alfaro puso de movida a Lucas Lobos y parecía que mejoraba el juego de los de La Plata al menos desde las intenciones, pero fueron menos de 10 minutos de un leve dominio tripero hasta que el Millo apretó las marcas en el medio, ingresó Ivan Rossi para colaborar con Ponzio y lentamente River Plate fue recuperando el control del partido. Ya no sufrió sofocones hasta el cierre del encuentro, pero le faltó precisión e inteligencia en el manejo de los contraataques para aprovechar los espacios que empezó a ofrecer Gimnasia como para redondear una goleada.
River ya está en la final; pasaron Rivadavia de Venado Tuerto (3-0) Estudiantes de San Luis (2-1) Arsenal (1-0) Unión (3-0) y anoche Gimnasia. El camino a la definición fue arduo pero falta un paso para lograr el gran objetivo de este semestre. River quiere la Copa Argentina por lo que vale y porque viene con la yapa del último cupo para la próxima Copa Libertadores. Lo espera dentro de dos semanas un Central que quiere sacarse la espina. La finalísima tendrá a dos protagonistas a la altura de las circunstancias.
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