Qatar 2022

Un campeón sin corona

La “Naranja Mecánica” y su “fútbol total” chocaron contra el tesón de los alemanes que – 20 años después – volvieron a celebrar al desbancar al máximo favorito.

La entrada en escena del seleccionado de Países Bajos en los Mundiales comenzó en la década de 1930, con la participación en los torneos desarrollados en el “Viejo Continente”. En Italia 1934 fue eliminada por Suiza en los octavos de final (derrota 3-2 en Milán) y 4 años más tarde en Francia correría la misma suerte a manos de Checoslovaquia (3-0 en tiempo suplementario en el puerto de Le Havre).

Pasaron 40 años de frustraciones y anonimato hasta que nació un estilo de juego que revolucionó la historia del deporte: “el fútbol total”. Rinus Michels recogió el guante de la teoría ideada por el inglés Jack Reynolds y tomó algunos de los conceptos que el equipo de oro húngaro mostró 20 años antes en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 y en la Copa del Mundo de Suiza 1954.

El propio Michels sostenía que el fútbol total “consiste en acosar sin tregua ni respiro al adversario para recuperar la posesión del balón, y no ceder a ningún precio la iniciativa del ataque al contrincante, contando con dos requisitos básicos: un espíritu de lucha inquebrantable y una perfecta preparación física, sin los cuales el sistema se derrumba irremediablemente”.

Camino a Alemania 1974 Países Bajos fue emparejada en el Grupo 3 de las eliminatorias europeas junto a su archirrival Bélgica, Noruega e Islandia. Cuatro triunfos y dos empates para sumar 10 unidades e igualar la primera ubicación con los “Diablos Rojos”. La mejor diferencia de gol clasificó a los neerlandeses (+22 contra +12) y dejó afuera a los belgas, que terminaron con su arco en cero durante toda la fase de clasificación.

En la cita mundialista compartieron zona con Suecia, Bulgaria y Uruguay. Estreno ganador frente a los “Charrúas” por 2-0 con un doblete de Johnny Rep y empate sin goles ante los suecos en la segunda presentación. El cierre fue a puro gol con un 4-1 sobre los búlgaros por anotaciones de Johan Neeskens por duplicado (ambos de penal), Johnny Rep y Theo De Jong para clasificar sin sobresaltos a la segunda ronda.

El sistema de competición volvió a formar 2 grupos de 4 seleccionados y el primero posicionado jugaría la final. Brasil – reinante campeón – la Argentina y la debutante Alemania Oriental serían los rivales de la “Naranja Mecánica”.

El debut fue más que convincente, con un lapidario 4-0 sobre la “Albiceleste”. Johan Cruyff a los 10 minutos de partido desparramó al arquero Carnevali y tocó al gol con la valla desguarnecida. Ruud Krol estiró la ventaja a los 25´ y en ese momento ya se supo que el triunfo sería por goleada. De hecho, Roberto Perfumo contó que Daniel Carnevali se apuró para sacar rápidamente luego del segundo gol y el “Mariscal” lo frenó al grito de “pará, no te apures que nos van a hacer seis”. Llegaron 2 más: Rep a los 73´ y Cruyff nuevamente en el minuto final para confirmar el póker neerlandés.

En la segunda fecha la víctima serían los germanos de Oriente, a quienes vencieron por 2-0 con las dianas de Johnny Rep y Rob Resenbrink. La diferencia de gol estaba a su favor y un empate frente a Brasil le alcanzaría a Países Bajos para disputsar su primera final.

En una clara muestra de autoridad, los dirigidos por Rinus Michels doblegaron al “Scratch” por 2-0 (cortesía de Neeskens y Cruyff) y terminaron con el sueño brasileño del bicampeonato.

Del otro lado estaba Alemania Federal, la anfitriona que perdió sorpresivamente frente a su vecina del Este y fue a parar al otro grupo junto a Polonia, Yugoslavia y Suecia. El rival a vencer serían los polacos, con una generación de futbolistas que iniciaron el proceso más exitoso de su historia 2 años antes, en los Juegos Olímpicos disputados precisamente en suelo alemán.

El solitario gol de Gerd Müller confirmó el triunfo germano sobre los aguerridos “Blanquirrojos” y a la final llegaron los que merecían estar: Alemania Federal y Países Bajos.

Se cumplió a rajatabla la esencia del “fútbol total” antes del minuto de juego. Sacaron los neerlandeses y movieron la pelota con 16 pases consecutivos. Johan Cruyff fue derribado dentro del área y el árbitro inglés John Taylor señaló la pena máxima. Johan Neeskens fue implacable desde los 12 pasos y convirtió el gol más rápido en la historia de las finales mundialistas. En ventaja la visita y los germanos ni siquiera habían tocado la pelota.

Pero los alemanes, siempre los alemanes, no se caracterizan por rendirse con facilidad. Veinte años antes en Berna estaban 2-0 abajo a los 8 minutos de juego ante los máximos favoritos, los mismos que les habían encajado 8 goles en la fase de grupos. El tesón y el empuje fueron claves para enderezar el rumbo y dar inicio a un nuevo “milagro alemán”.

A los 25´ Uili Hoeness cayó dentro del área y Taylor marcó el manchón de cal. Paul Breitner le metió más precisión que potencia y dejó parado al arquero Jan Jongbloead para empardar el resultado.

Sobre el final de la primera etapa, Gerd Müller mostró su capacidad goleadora y dio vuelta el marcador con un derechazo rasante, cuando le quedó la pelota atrás pero se las ingenió para sacar un certero latigazo. El artillero apareció cuando más lo necesitaba y los neerlandeses jamás se recuperaron del impacto.

Quedó marcada a fuego la experiencia de Países Bajos en una Copa del Mundo que debió coronarlos. Claro que los merecimientos no son suficientes y la historia la escriben los que ganan. Alemania lo hizo de nuevo – esta vez en su casa – y definitivamente se especializó en derribar favoritos.

Rinus Michels, el padre de la criatura (Foto: livefutbol.com)

El legado de Michels tendría un nuevo capítulo 4 años más tarde, nuevamente contra el anfitrión pero ya sin Johan Cruyff entre sus filas. El resultado fue el mismo: desazón absoluta porque el segundo puesto tuvo gusto a poco. Recién 10 años más tarde tendría revancha a nivel continental – venganza sobre los alemanes incluida – pero la espina de las 2 finales perdidas todavía era difícil de digerir.

El “fútbol total” fue una verdadera revolución que solamente los neerlandeses supieron intrepretar. Hasta el día de hoy la escuela de Ajax es la única que valora esos principios y de tanto en tanto deslumbra con grandes referentes como lo fueron el propio Johan Cruyff, Johan Neeskens, Johhny Rep, Frank Rijkaard, Marco Van Basten, Dennis Bergkamp, Clarence Seedorf y Wesley Sneijder, entre otros tantos.

En su autobiografía Johan Cruyff hablaba de Michels como el padre del modelo: –“toda la filosofía de cómo se debe jugar al fútbol quedó establecida en el Mundial de 1974. Aquella filosofía aún es válida hoy. Nos enseñó a tener presentes los intereses del equipo”.

Países Bajos exprimió al máximo una idea y le sacó jugo en la teoría. Por esas cosas del fútbol, le faltó ese sprint final para materializarlo en la práctica. Rinus Michels fue el maestro de ese legado que perdura y es la idea de base que forma parte de la educación. Y al respecto, alguna vez Domingo Faustino Sarmiento dijo que “las ideas no se matan”.

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

(Foto Principal: Diario Munde Deportivo)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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