El ayudante de campo de Pablo Guiñazu, concluyó la anécdota que lo reubicó en la asistencia del ex mediocampista en Atlético Tucumán.
Pasó por la colaboración en Los Andes y Boca Juniors. Héctor Bracamonte, asume el riesgo de la primera experiencia de Pablo Guiñazu en la conducción técnica. El ex Talleres, da los primeros pasos y uno de sus consejeros, relató la decisión de elegir la opción de llegar al conjunto tucumano sobre otras opciones.
Hace dos semanas, acudió a la firma del convenio colectivo con el “Decano”. Previo a ello, se estipularon dos oportunidades netas. Una, fue la de conducirse a Aldosivi junto a Martín Palermo. El “Titan” volvió a dirigir en Argentina, pero no pudo convencer a un viejo conocido.
Otra variable, fue la de Diego Cagna. El ex mediocampista de Boca, dirigió hace semanas a Jorge Wilstermann. En comunicación con Hay Equipo en Mitre, reconoció: “Me llamó Cagna y Martín Palermo. Estaba por trabajar con él hasta que me llamó el Cholo y no me pude negar. A la semana, salió la chance de Atlético”.
Foto: Club Atlético Tucumán