El polaco imprimió factura por duplicado y ya se metió a la hinchada en el bolsillo. Ahora espera en semifinales por el ganador de Inter vs. Lazio.
Comenzaron los cuartos de final de la 72° edición de la Coppa Italia y Milán se dio el gusto de dejar a Napoli en el camino. En el Giuseppe Meazza, el “Rossonero” ganó 2-0 gracias al instinto goleador de su fichaje estrella: Krzysztof Piatek.
Vuelta a verse las caras en el mismo escenario, tras el empate sin goles por la jornada 21 de la Serie A. Otra historia, ya que en juego estaba el pase a semifinales de la copa y una oportunidad para levantar la moral de quien abrochase la clasificación.
Los “Azurri” quisieron hacerse del protagonismo – tal como ocurriera el pasado fin de semana – con su fútbol vistoso y ofensivo. Pero no contaron conque el local será efectivo en su primer ataque a fondo.
A los 10´, el uruguayo Diego Laxalt inició una contra con un pase largo en dirección a Piatek. El polaco se hizo del balón y escapó al control de la defensa. Al salir Alex Meret definió con su habitual frialdad y gritó el primer tanto con la camiseta “rossonera”.
Los de Carleto Ancelotti quisieron reaccionar y casi equilibran la balanza del resultado. A Lorenzo Insigne le quedó picando una pelota en el punto del penal pero el disparo le salió muy al medio del arco, bien controlado por Gianluigi Donnarumma.
Cuando la avanzada napolitana buscaba inclinar la cancha a su favor, Milán volvió a golpear con otra mortífera aparición de Piatek. Minuto 27 y esta vez el socio de juego fue el brasileño Paquetá, quien ubicó al polaco en la izquierda. Piatek hizo todo bien: capturó el balón y enganchó hacia atrás ante la marca de Koulibaly, para luego sacar un tremendo fierrazo que viajó junto al palo izquierdo del arco de Meret. Un verdadero golazo.
Napoli quedó herido y no pudo avivar la llama de la esperanza. Le faltó la serenidad para manejar la situación y ser ese equipo que sacó adelante un 0-2 ante el mismo rival y en la misma cancha a principio de temporada.
En el complemento se jugó las últimas fichas el conjunto visitante y los de Gennaro Gattuso tuvieron al reloj como su aliado principal.
Arkadiusz Milik desde el piso casi descuenta tras un córner, pero el remate le salió débil y fue despejado en la línea del arco.
La desesperación crecía y el único argumento potable eran los tiros de esquina. La pegada de Zielinski no fue aprovechada del todo y el tiempo jugaba a favor de Milán.
Gianluigi Donnarumma estuvo sólido las veces que lo exigieron, especialmente a la hora de descolgar centros. Pero no fue la mejor versión de Napoli en cuanto a generación de juego. Comprensible porque había que descontar como sea … algo que nunca sucedió.
Más allá de Donnarumma, muy correcto el partido de la defensa local, en especial la seguridad de Mateo Musacchio y de Alessio Romagnoli en la zaga central.
Milán está entre los 4 mejores del certamen y puede darse un “Clásico de la Madonnina” si Inter supera a Lazio (jugarán en el Giuseppe Meazza este jueves).
A Napoli le queda tan solo el consuelo de la Europa League. Ya relegado en el torneo doméstico – a esta altura, el subcampeonato no es mala idea – y afuera de la UCL, al menos tendrá el bálsamo del segundo torneo continental en orden de importancia. No es lo idea por lo que puede dar este equipo, pero a veces ayuda a sanar alguna herida.
Síntesis:
Milán (2): Donnarumma; Abate, Musacchio, Romagnoli y Laxalt; Kessie, Bakayoko y Lucas Paquetá (R. Rodríguez); Castillejo, Piatek (Cutrone)y Borini (Calhanoglu). DT: Gennaro Gattuso.
Napoli (0): Meret; Malcuit (Callejón), Maksimovic, Koulibaly y Ghoulam; Fabián Ruiz, Allan (Ounas), Diawara (Mertens) y Zielinski; Insigne y Milik. DT: Carlo Ancelotti.
Árbitro: Piero Giacomelli
(Foto Principal: Stadium Astro)