El “Tri” aprovechó al máximo los errores del local y lo dejó con muchas dudas de cara a la gran cita del año próximo. El campeón europeo vapuleó a Nueva Zelanda y quedó primero en el grupo.
México derrotó 2-1 a Rusia en el Kazan Arena y avanzó a la instancia de semifinales por cuarta vez en su historia en la Copa Confederaciones. Nueva frustración para el seleccionado europeo, que deberá cambiar muchísimo su imagen si no quiere emular los peores anfitriones de una Copa del Mundo desde 1982 (España apenas igualó con una debutante Honduras y cayó con Irlanda del Norte, aunque pasó por el triunfo sobre Yugoslavia) y 2010 (Sudáfrica fue el único que no superó la fase de grupos, pero al menos igualó con México y derrotó a Francia, digamos todo).
No le quedaba otra opción que la de ganar a los rusos y se mostraron con un poco más de ritmo que el conjunto azteca, expectante ya que el empate le alcanzaba. Avisó Yuri Zhirkov con un zurdazo cruzado que se fue apenas ancho sobre el palo izquierdo de la valla de Francisco “Memo” Ochoa.
Más tarde, Fyodor Smolov sacó un violento remate que dejó temblando el palo derecho del arco mexicano y en el rebote el propio delantero del Krasnodar se encontró con una buena reacción de Ochoa para detener su disparo. Los locales levantaron su moral y contagiaron al público. El gol estaba cerca.
Y fue a los 25´ cuando se produjo la “Revolución Rusa”. Convincente desborde de Aleksandr Golovin y bola cruzada desde la banda izquierda hacia el centro. Alexander Erokhin la bajó con el pecho e intentó un remate de zurda pero hubo una artera pifia en su intento. Rápido de reacción, el volante del Rostov corrigió su burrada con un gran pase para Alexander Samedov, quien definió de zurda y de primera al palo opuesto de Ochoa (sí, a lo Pisculichi contra Orión). Explosión de júbilo para el 1-0 local.
Pero a veces lo bueno dura poco y México niveló el tanteador porque usó la cabeza. Andrés Guardado probó los reflejos de Akinfeev con un tiro libre lejano, que fue bien resuelto por el portero del CSKA moscovita. La jugada siguió tras una serie de rebotes y Héctor Herrera mandó un gran centro cruzado desde la izquierda. Por el segundo palo apareció Néstor Araujo, quien intentó bajar de cabeza el balón para la entrada de Diego Reyes. Sin embargo, la pelota hizo una parábola tan extraña, que se coló por encima de Akinfeev, justo sobre el vertical derecho. Inesperado empate del “Tri” y todo nuevamente cuesta arriba para los rusos.
El segundo tiempo arrancó sin tanto ritmo vertiginoso y el partido cayó en una meseta. Hasta que se produjo un terrible fallo garrafal, que decidió el rumbo hasta el final.
El reloj marcaba 52 minutos cuando Héctor Moreno rechazó el balón casi desde el área propia. La pelota llegó hasta la medialuna de la 18 rusa y entró en esa zona de riesgo: corta para el arquero y larga para el último defensor. Akinfeev tomó la (mala) decisión de salir a rechazarla. Viktor Vasin dejó todo a su criterio. Hirving Lozano arremetió y de cabeza se anticipó a esa duda fatal y consiguió el 2-1.
Rusia intentó volver al partido con un derechazo roscado de Smolov apenas ancho. México llegó al tercero por cortesía de Héctor Herrera, pero el grito de los relatores se vio apagado por culpa del VAR, que minutos más tarde corroboró que el volante del Porto estaba en posición adelantada.
Zhirkov perdió la cabeza más tarde cuando le aplicó un codazo a Miguel Layún y dejó a su equipo con uno menos. Y se terminó todo tipo de esperanza cuando Igor Smolnikov se perdió el empate debajo del arco.
Batallador este seleccionado azteca, que estuvo en desventaja en los 3 encuentros que disputó, pero que se aseguró el pase a semifinales por su tesón y personalidad.
Portugal no tuvo problemas para golear 4-0 a Nueva Zelanda y así quedar como el puntero de este Grupo A. En el Stadion Krestovskyi de la ciudad de San Petersburgo, los campeones europeos fueron demasiado para los oceánicos y exhibieron su poder de gol.
Cristiano Ronaldo volvió a transformarse en la gran figura del ganador. Primero exigió con un cabezazo al arquero Stefan Marinovic, y luego por la misma vía sacudió el horizontal.
A los 33´ los lusos gozaron de buena salud porque inauguraron el tanteador gracias a un penal. Tiro de esquina por parte de Quaresma desde la izquierda y una suerte de toma de catch entre Tommy Smith y Thomas Doyle frente a la humanidad de Danilo Pereira. No hubo necesidad del VAR para el árbitro estadounidense Mark Geiger, quien señaló el manchón del área. Cristiano conservó su fe e infló la red del arco neozelandés, para decretar el 1-0 parcial.
Cuatro minutos más tarde, los de Fernando Santos elevaron la cuenta a 2 y comenzaron a sentenciar la historia. Perfecto centro rasante desde la izquierda por parte de Eliseu para la llegada de Bernardo Silva, quien solamente tuvo que acertarle al arco.
En el complemento, los “All Whites” casi logran el descuento con una patriada por izquierda de Thomas Doyle y un envío al segundo palo con destino a Chris Wood, quien se arrojó con los pies para adelante para conectar el balón. Rui Patricio tuvo una atajada fenomenal y evitó la caída de su arco.
Volvió a avisar CR7 con un cabezazo más potente que un penal, pero esta vez Marinovic se quedó con el duelo con una gran tapada. Volvió a lucirse el arquero del Unterhaching alemán, ante un remate de Nani, quien había ingresado al campo de juego en lugar de Cristiano Ronaldo.
Pero a los 80´ se acabaron las ilusiones oceánicas porque el campeón de Europa convirtió su tercer gol. André Silva combinó velocidad con potencia y le caminó por encima a los defensores rivales, para ingresar al área en posición de 7 y cruzar de derecha su disparo al segundo palo, Gran perla de la flamante contratación del Milán.
Nani reemplazó a CR7 pero le pidió prestada la bicicleta, porque en tiempo adicional el extremo de Valencia se mandó un hermoso gol para cerrar la cuenta. Amague y baile sobre la pelota para luego sacar un latigazo de zurda que completó el póker luso.
(Foto Principal: SportsCenter)
