Tras el 2-1 en España, los bávaros dominaron a Sevilla de local, y aunque no pasaron del 0-0, su clasificación a semifinales jamás corrió riesgos. El elenco de Jupp Heynckes es el único en Europa que tiene la chance de meter un triplete en la temporada.
En la noche del Allianz Arena, el Bayern Múnich buscaba cerrar una buena semana futbolística asegurando su presencia en semifinales por sexta vez en las últimas siete ediciones de la Champions League. Con la Bundesliga ya en el bolsillo tras su victoria del fin de semana, el conjunto bávaro puso en cancha todo su arsenal -exceptuando al suspendido Arturo Vidal- con el objetivo de asegurar su pasaje. Sevilla, que tuvo en campo a los argentinos Gabriel Mercado, Ever Banega, Franco Vázquez y Joaquín Correa, venía sacar a un rival importante como Manchester United, sin embargo esta vez sucumbió en Alemania. Los de Jupp Heynckes, sin un dominio abrumador, fueron más incisivos en la primera mitad. Con las gambetas de Arjen Robben y el complemento de las proyecciones de Joshua Kimmich, el cuadro bávaro generó mejores ocasiones de gol. Un cabezazo de Robert Lewandowski que David Soria solucionó enviando por encima del arco y remate apenas afuera de Mats Hummels en posición de ataque fueron los primeros anuncios, mientras que más cerca del entretiempo lo tuvo Franck Ribery, quien se sacó un hombre de encima al recibir de Robben y sacó un disparo que Soria tapó con suficiencia.
Durante el complemento los mayores esfuerzos de los de Heynckes por abrir el marcador se centraron durante los primeros diez minutos, donde cayeron las chances más importantes. Un Lewandowski de accidentada tarde, recibiendo golpes de todos lados, estuvo a punto de marcar de cabeza tras un muy buen centro de Rafinha, sin embargo su testazo dio contra el lateral de la red. Los otros que anduvieron cerca fueron James Rodríguez, que exigió a Soria con un zurdazo cruzado, y Thomas Müller, cuyo disparo también fue repelido por el golero. Sevilla intentó incomodar, y lo hizo en un breve momento del partido en el que tuvo sus dos ocasiones más claras. Un cabezazo de Correa tras un tiro libre de Banega dio de lleno en el travesaño, en tanto que unos minutos después un disparo lejano del propio Banega pasó muy cerca del arco de Sven Ulreich. Sólo fue un susto para el local, porque después de los quince de la segunda mitad la pelota y el trabajo en campo rival fueron mejor trabajados por un Bayern que empezó de a poco a bajar la persiana. Javi Martínez plantado para recuperar y dictar presión más el trabajo de Thiago Alcántara y James, muy certeros en sus entregas, hicieron que el sufrimiento alemán fuese nulo. Fue 0-0, pero poco importó a los que acudieron al Allianz Arena, porque nuevamente este Bayern dominante en su país estará entre los cuatro mejores de la Champions, como en seis de las últimas siete ocasiones. Un grupo de jugadores que arrancó mal llega otra vez a la hora de la verdad, otra vez bajo la conducción del hombre que logró levantar la Orejona con ellos.
Foto destacada: Fcbayern.com (@FCBayern)