“Códices” (en latín, “codex”) era la palabra que usaban los romanos para referirse a los libros: cosían papeles doblados y los pegaban sobre tapas de madera. Siglos más tarde, los libros comenzaron a escribirse a mano y eso motivó un importante cambio cultural en toda Europa.
Pero hubo un libro que cambió la historia y no fue la Sagrada Biblia sino un misal. Como su nombre lo indica, un misal es un cuaderno donde van las oraciones, canciones y plegarias que se hacen a lo largo de la misa, ceremonia católica por excelencia.
Pues bien, una tarde de septiembre de 1449 Johanes Gutenberg imprimió “El Misal de Constanza”, el primer libro tipográfico del mundo occidental. Gutenberg, nacido en la ciudad de Maguncia (Mainz en alemán), se asoció con Johann Furst – un orfebre poseedor de una considerable fortuna – y cumplió con el sueño de diseñar uno de los más grandes inventos de la humanidad: la imprenta.
El “Misal de Constanza” fue el primer ensayo exitoso, que dio lugar a la conocida “Biblia de 42 líneas” (se llamó así debido a la cantidad de líneas impresas por hoja). Las 3/4 partes de los libros estaban escritos en latín y llevó su tiempo – y su lucha contra el Vaticano, digamos todo – imprimir volúmenes en sus idiomas originales.
Al fin se conocían las tragedias griegas, la “Divina Comedia” del Dante, los viajes de Marco Polo, las “Mil y Una Noches”, el Teatro Isabelino en la pluma del genial William Shakespeare y el “Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”, de Miguel Cervantes Saavedra. La cultura estaba al alcance de la mano.
En Alemania se inicia la fecha neunzehn y ya estamos 2 peldaños por encima de la mitad de temporada. Hamburgo está en problemas y si quiere jactarse de ser el único equipo germano que jamás descendió, deberá ganarle a Bayer Leverkusen en casa.
Mañana el puntero Bayern Münich recibirá en el Allianz Arena a un Schalke 04 que perdió los últimos 2 juegos fuera de Gelsenkirchen. Borussia Mönchelgladbach quiere alejarse de los problemas y se medirá a un rival complicado como Friburgo, de buen presente. Köln viene de jugar al tenis con el colista y está cerca de regresar al lote europeo. Para eso deberá superar a Wolfsburgo, preocupado porque está apenas 4 puntos por encima de la zona ardiente.
Dos caídas sucesivas bajaron a Hertha Berlín de la carrera por un lugar en la UCL, pero puede redimirse ante Ingolstadt, que se ilusiona con dejar los problemas de abajo.
Hoffenheim sufrió la primera derrota de la temporada pero esto no va a desanimarlo en busca de una posición continental. Se enfrentará a Mainz 05, el equipo de la ciudad natal de nuestro homenjeado de hoy.
Gran cierre para este samstag con una prueba de fuego para el escolta: RB Leipzig visitará el Signal Iduna Park para medir fuerzas con Borussia Dortmund.
Ausgburgo consiguió un poco de alivio y puede confirmar su levantada ante un Werder Bremen que coquetea con el peligro desde cero. El ahora tercero en la clasificación, Eintracht Frankfurt, puede soñar con el boleto a la UCL frente a Darmstadt, último en la tabla y con irremediable destino de descenso.
Johannes Gutenberg murió un 3 de febrero de 1468, a la edad de 68 años. Ideó un medio de comunicación que cambió la historia. Y todo comenzó con un misal, ese librito que en nuestros días tiene una vida útil de apenas 1 o 2 días (si es que se usa en una o varias misas un fin de semana).
Algunos expertos creen en las pequeñas cosas o detalles como el punto de partida para los grandes inventos. Quizás los viajes al espacio nacieron porque alguien remontó un barrilete en algún momento de su vida.
Gutenberg creó un medio de difusión, una herramienta fundamental para la transmisión de conocimientos, historias y vivencias. El propio Franz Kafka dijo alguna vez que “el libro es el hacha que rompió nuestro mar congelado”.
Vaya si serán importantes los libros en nuestras vidas: esa apertura a otro mundo, el transportarse hacia un lugar que sólo nuestra imaginación conoce es una sensación única.
Por eso me quedo con un proverbio hindú: –“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.
(Foto: Por Todos Los Medios)
