Los invitados a la próxima Copa América decidirán quién es el campeón de Asia. Los “Samurais Azules” van por su quinta corona, mientras que los “Marrones” disfrutan de su primera oportunidad en una final.
La Copa Asiática llega a su fin con el partido decisivo. En el Sheikh Zayed Stadium de la ciudad de Abu Dhabi – capital de Emiratos Árabes Unidos – Japón y Qatar jugarán la gran final.
Los nipones barrieron 3-0 a Irán en la instancia previa y tienen la chance de despegarse del resto de los mortales en lo que a trofeos se refiere: 4 definiciones y misma cantidad de títulos, para convertirse en los más ganadores de Asia.
En 1992 hubo triunfo 1-0 sobre Arabia Saudita en casa y bautismo de campeones. Luego llegarían 2 títulos en fila: 2000 otra vez ante los sauditas (1-0) y 2004 frente a China (3-1). La última consagración data de 2011, cuando superaron por la mínima a Australia en tiempo suplementario.
Por su parte, los qataríes viven su hora más gloriosa. Jugarán por primera vez la final de un torneo que solamente los vio alcanzar la instancia de cuartos como su mejor resultado (Líbano en 2000 y como locales en 2011).
El historial por el certamen continental marca una paridad absoluta, con un triunfo por bando y un par de empates. Los “Marrones” hicieron uso de su condición de anfitriones en 1988 y golearon 3-0 por el Grupo 1, gracias a un doblete de Adel Mubarak y un tanto de Mansour Muftah.
Volvieron a coincidir en la fase de grupos de la edición 2000, celebrada en Líbano. Igualaron 1-1 por anotaciones de Abdulnasser Al-Obaidly y de Akinori Nishizawa.
Pasaron 7 años y repitieron resultado, también por la primera ronda. Naohiro Talahara adelantó a los japoneses y Sebastián Soria empardó para los qataríes.
Japón se tomó revancha en la propia casa de Qatar, en los cuartos de final de la edición 2011. Triunfo 3-2 porque Shinji Kagawa imprimió factura por duplicado y Masahiko Inoha dijo presente en la red (los anfitriones convirtieron por un doblete de Sebastián Soria).

Parece que Emiratos Árabes no se bancó la paliza 0-4 sufrida ante los qataríes en semifinales y presentó una queja formal a la AFC pidiendo la descalificación de su rival. ¿El motivo?, acusan a Qatar de alinear de forma indebida a 2 jugadores: es que Almoez Alí nació en Sudán y Bassam Al-Rawi es oriundo de Irak.
El Código de Ética y Disciplina de la AFC castiga a la alineación indebida de un jugador con la pérdida del partido y una multa (puede ser económica o bien una suspensión para un torneo futuro).
En criollo, los emiratíes usarán la bala de plata para jugar la final como sea, algo bastante irrisorio porque está más que claro que si ganaban en cancha ni se les hubiera pasado por la cabeza apelar a este ridículo artilugio. El mensaje subliminal está dirigido a los gobernantes de ambas naciones, que mantienen un conflicto desde hace tiempo y quizás el fútbol sea una buena excusa para exacerbarlo aún más.
Lo cierto es que hay 2 finalistas que van por el título. De un lado, la experiencia de Japón y el brillante récord de ganar todas las finales disputadas. En la otra vereda, un novel Qatar que quería sumar experiencia y se encontró en la pelea por la corona.
Un nuevo capítulo de las ancestrales historias del desierto. Qataríes y nipones están cerca de escribir una página gloriosa en ese libro de fútbol que parece un oasis. Ya se dijo en “Las Mil y Una Noches”: –“un armario de libros es el más hermoso de los jardines. ¡Y un paseo por sus estantes es el más dulce y encantador de los paseos!”. Es hora de viajar … la pelota ya se puso en clima.
(Foto Principal: Outlook India)