Jugaron con el corazón y se abrazaron con el alma. En un partido para el infarto, la “Albiceleste” venció 4-3 en los penales a Países Bajos luego de 120 minutos extenuantes y se metió entre los 4 mejores del Mundo. El rival será Croacia, que dio el golpe a primer turno y eliminó a Brasil desde los 12 pasos.
Primero se movió con la rigidez táctica que luego le dejó paso a la emoción y la adrenalina pura. En el Lusail Iconic Stadium de la homónina ciudad, Argentina igualó 2-2 con Países Bajos pero se impuso 4-3 en los penales y es semifinalista de la Copa del Mundo Qatar 2022.
Intensa y excitante batalla entre 2 selecciones que aplicaron el método espejo durante la primera media hora de partido. La disposición táctica de 3 marcadores centrales y 2 laterales que se proyectan es pan para los “analistas” que se mueven con su propio libreto: ¿línea de 5 o línea de 3?. Es casi tan difícil como determinar el límite entre un café con leche y un cortado.
El punto es que los 30 minutos iniciales los generadores de juego no tuvieron incidencia. La defensa hizo su trabajo a rajatabla y en el ataque se pensó más en batallar con los zagueros que lastimar en el arco de enfrente. Claro que la concentración es prácticamente imposible mantenerla todo el tiempo y a veces un error o una genialidad destraban esta clase de partidos así de cerrados.
A los 35´, Nahuel Molina por derecha inició sesión de ataque y combinó con Lionel Messi. La “Pulga la llevó atada y se mandó un poema de pase para habilitar al propio Molina que se filtró cual 7 bravo. Toque con el revés del pie derecho ante el achique de Andries Noppert y golazo por concepción y ejecución (el pase de Messi fue casi el mismo que Diego le metió a Caniggia ante Brasil en 1990).
En el complemento no se movió demasiado la aguja y los neerlandeses no fueron con desesperación a buscar el empate. Tener la pelota todo el tiempo pero no saber qué hacer con ella es un problema y la Argentina sabía que podía rematarlo en una contra.
Minuto 73 y el otro lateral albiceleste fue decisivo en ataque. Marcos Acuña pisó la tierra prometida y Denzel Dumfries le cometió un penal infantil. Messi estuvo más tranquilo que nunca y puso de rodillas a Noppert con una sutil ejecución.
Era todo risas hasta que el plan de juego neerlandés se modificó por completo cuando Louis Van Gaal pateó el tablero: adentro Weghorst y Luke de Jong para llenar de centros el área rival y el plus de Virgil van Dijk casi como 9 de área.
El descuento llegó por la vía aérea a los 83´. Lindo centro con rosca de Berghuis desde la derecha y genial anticipo de cabeza de Weghorst para acortar la brecha.
Estaba todo controlado hasta que los exagerados 10 minutos de adición crisparon el ánimo argentino. El reloj marcaba 110´ y Germán Pezzella cometió una falta evitable al borde del área. Berghuis avisó antes con un remate frontal que dio en la barrera y era tiempo de cambiar. Teun Koopmeiners fue más que cerebral porque buscó por bajo a Wout Weghorst y el delantero del Besiktas turco empardó el resultado con un zurdazo cruzado (casi como el gol de Javier Zanetti para empatarle a Inglaterra en 1998).
¿Cómo reponerse de un golpe así?. De ir 2-0 arriba a jugar un impensado alargue con los jugadores fundidos físicamente. Pues bien, no sólo la cabeza trabajó aún mejor sino que la Argentina hasta mereció ganarlo antes de los penales. Lo tuvo Lautaro Martínez primero con un disparo que desvió con el pecho van Dijk. Y luego Enzo Fernández casi grita en 2 chances claras: una con un remate que rozó en un rival y de milagro pasó apenas por encima del travesaño. Y más tarde con un fierrazo que rebotó en el poste.
Tiempo de penales y la historia conocida para una Selección que disputó 5 definiciones y se impuso en 4 de ellas. La última había sido ante el mismo rival y las ganas de repetir la historia estaban intactas.
Emiliano “Dibu” Martínez contuvo los remates de van Dijk y Berghuis. Messi volvió a engañar a Noppert y Paredes sacó diferencia de 2. La efectividad se mantuvo hasta que Enzo Fernández desvió el suyo y le puso algo de suspenso. Pero si alguien merecía liquidar la serie con el grito de gol era Lautaro Martínez y el bahiense sacudió la red neerlandesa para el 4-3 definitivo.
Cada vez que la “Albiceleste” llegó a semifinales, el camino hacia el partido decisivo fue allanado: pasó en 1930, 1986, 1990 y 2014. La leyenda se agiganta porque Messi volvió a frotar la lámpara y se cumplieron los deseos con las atajadas de “Dibu” Martínez. En una alfombra mágica la “Scaloneta” viaja a semifinales: a corazón abierto y con la ilusión de siempre… ¡por mil y una noches como ésta!.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
Síntesis:
Argentina (2) (4): Emiliano Martínez; Nahuel Molina (Gonzalo Montiel), Cristián Romero (Germán Pezzella), Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez (Ángel Di María), Marcos Acuña (Nicolás Tagliafico); Rodrigo De Paul (Leandro Paredes), Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Leo Messi y Julian Álvarez (Lautaro Martínez). DT: Lionel Scaloni.
Países Bajos (2) (3): Andries Noppert; Jurrien Timber, Nathan Aké, Virgil Van Dijk, Denzel Dumfries; Marten De Roon (Teun Koopmeiners), Frenkie De Jong, Daley Blind (Luke De Jong); Steven Bergwijn (Steven Berghuis), Cody Gakpo (Noa Lang) y Memphis Depay (Wout Weghorst). DT: Louis Van Gaal
Goles: Nahuel Molina (35´) y Lionel Messi de penal (73´) (ARG); Wout Weghorst (83´ y 111´) (NED)
Árbitro: Antonio Mateu Laoz (España)
(Foto Principal: @Argentina)
