Los “Ciervos” consiguieron un cero que sumó y levantaron el trofeo continental por primera vez en su historia. Boleto al Mundial de Clubes, donde debutarán frente a las Chivas de Guadalajara.
Persépolis de Irán y Kashima Antlers de Japón igualaron 0-0 en territorio persa y el 2-0 obtenido por los nipones en la ida fue suficiente para coronarse vencedor de la Champions League Asiática.
Unas 100 mil almas colmaron el Azadi Stadium de Teherán y el “Ejército Rojo” debía librar una batalla complicada. Había que remontar la desventaja de 2 tantos sufrida en la “Isla de los Ciervos” y para ello inauguró la temporada de caza mayor y menor.
Un invicto de 16 partidos continentales para los iraníes jugando en casa y 2 juegos sin derrotas para los japoneses en condición de visitantes. Primera vez que ambos llegaban a una instancia decisiva y también estreno absoluto para le historial entre los 2.
Los locales fueron dueños de la pelota. Claro que el culto a la posesión no suele garantizar demasiado: es un buen síntoma tener el balón, pero también hay que saber qué hacer con él.
Apenas un par de centros a la olla como único argumento, no hizo más que resaltar la solidez del arquero surcoreano Kwuon Sun-Tae (titular de Kashima). Bashar Rasan se animó con una jugada individual e ingresó a la tierra prometida tras dejar a 3 rivales en el camino, pero se fue quedando con poco ángulo y su remate resultó una caricia para el portero visitante.
En el complemento tampoco se modificó demasiado el trámite y como el reloj era el socio principal de los japoneses, el problema siempre lo tuvo el equipo local. Ali Alipour encontró una pelota suelta en la media luna del área y le dio de zurda. La caprichosa se fue demasiado ancha sobre el primer poste y el cero no se desbloqueaba.
Los “Ciervos” aguantaron bien y el cazador jamás los tuvo en la mira. El silencio en el marcador fue lo más acertado para lo que se vio en los segundos 90 minutos de esta doble batalla y la tarjeta de los merecimientos fue llenada por un justo campeón.
Kashima Antlers es el sexto club japonés que se consagra campeón de Asia. Se suma al grupo selecto de Fukurawa Electric – ahora conocido como JEF United -(1986/87), Yoimiuri Verdy – rebautizado como Tokio Verdy – (1987/88), Jubilo Iwata (1998/99), Urawa Red Diamonds (2007 y 2017) y Gamba Osaka (2008).
Pohan Steelers de Corea del Sur sigue siendo el más ganador del continente, con 3 títulos (1997, 1998 y 2009). También los clubes pertenecientes a los “Guerreros Taeguk” son los que ostentan la mayor cantidad de coronas: 11 contra 7 de los japoneses (más atrás están los de Arabia Saudita con 4 conquistas).
El 15 de diciembre será el estreno de los “Ciervos” en el Mundial de Clubes de Emiratos Árabes Unidos. El rival es el campeón de la Conca-Champions, las Chivas de Guadalajara.
Premio internacional para el club más ganador de la J-League. Hace 2 años le complicó la existencia nada menos que a Real Madrid. Esa vez fue el invitado de honor de la fiesta que lo tocó organizar. Ahora viene con el título debajo del brazo y con ganas de demostrar que haber puesto de rodillas al “Merengue” no fue casualidad.
Fiesta en la Prefectura de Ibaraki, a orillas del Pacífico. Hubo tifón de fútbol para saludar al nuevo campeón continental. Sean libres de celebrar, como ese ciervo que disfruta de su hábitat y no se ve amenazado por el hombre.
Síntesis:
Persépolis (0): Beiranvand; Khalilzadeh, Hosseini, Ansari y Mosleh; Hemati, Kamyabinia, Nourollahi y Rasan; Mensha y Alipour. DT: Branko Ivankovic.
Kashima Antlers (0): Kwuon; Nishi, Jung, Shoji y Yamamoto; Doi, Misao, Leo Silva y Abe; Serginho y Sukuzi. DT: Go Oiwa.
Árbitro: Ahmed Al- Kaf (Omán).
(Foto Principal: News.com.au)