FÚTBOL FEMENINO
Racing de Córdoba
Sofía Belmar nació el 18 de febrero de 1993 en Junín de Los Andes, provincia de Neuquén. Acérrima hincha de Boca Juniors, estudia Psicología en la Universidad de Córdoba y como futbolista siente un profundo arraigo con la Academia de Nueva Italia. Puede jugar como mediocampista o como enganche, es dúctil, perspicaz y suele entender lo que la jugada necesita antes que el rival pueda desactivarla.
El Rincón del Fútbol te invita a conocer un poco más a una futbolista que piensa mucho más allá de lo que rueda la pelota.
RdF – ¿Cómo arranca tu romance con el fútbol?
SB – En mi familia siempre fuimos muy futboleras y futboleros, mi mamá jugó de joven y mi abuelo particularmente era muy hincha de Boca y supo transmitírnoslo a nosotros. Tengo dos hermanos mayores y jugábamos en el patio de mi casa: armábamos circuitos con pelotas, saltábamos sogas: eran otras las formas de divertirse antes y las nuestras tenían mucho que ver con los deportes. Después, en la primaria, empecé a jugar con los chicos en un playón que había en el barrio. Eran casi todos varones los que iban salvo por una chica más que se llamaba Gisella, que jugaba muy bien; fue a esa edad donde empezamos a sufrir cierta discriminación, eso de por ser mujer no tener siempre los espacios para hacer algo que está dentro de un ámbito “históricamente de hombres”.
En esa época no había escuelitas de nenas o lugares que pudieran contener a niñas de esa edad, como no los hay ahora. Por lo mismo, hacía otros deportes y el fútbol fue quedando de lado.
Recién un año después de llegar a Córdoba, a mis 18 años, unas chicas de Jujuy me invitaron a jugar Fútbol 7 y ahí arranqué y ya no paré. Luego fui a probarme a Racing, quedé y aunque ahora estoy más enfocada en Fútbol 11, nunca abandoné los torneos de 7.
RdF – ¿Podrías describirte como futbolista? ¿Mayor virtud y peor defecto?
SB – Me resulta difícil separar lo futbolístico de lo humano. Mi mayor virtud tiene que ver con escuchar; intento escuchar a todas mis compañeras por igual; me esfuerzo en esa tarea, aunque no siempre resulta sencillo. Trato de entenderlas, ponerme en el lugar desde el que ellas me hablan. En cuanto a la parte técnica, lo que me dicen que es muy funcional a los partidos, es que puedo pegarle bien a la pelota con las dos piernas; en algunos momentos eso me da un respiro, un tiempo más de lo que tendría si manejara sólo un perfil.
Mi peor defecto es que soy muy habladora dentro de la cancha, hablo mucho y eso no siempre es bueno para mis compañeras: no a todas les gusta que les estés hablando, por más que sea para alentar. Tendría que controlarlo más. En lo futbolístico pienso que mi falencia está en la marca; me cuesta mucho, pero lo trabajo. Cuando llegué a Racing jugaba como lateral derecho y me empeñé en aprender la posición; todavía sigo aprendiendo. A cada defecto hay que conocerlo, mimarlo y trabajarlo día a día.
RdF – Decías anteriormente que atravesaste situaciones de discriminación, ¿lo podrías ampliar?
SB – En la primaria éramos muy poquitas las que nos animábamos a jugar. Creo que eran muchas las que deseaban hacerlo, pero pocas nos atrevíamos. En mi caso particular lo hacía porque en mi familia nunca existió el “no, eso es de varón” o “eso es de mujer”; esas distinciones que muchas veces nos limitan en un montón de cosas que tenemos ganas de hacer. Muchos de mis compañeros me decían “machona”, “marimacho”, esas palabras a mí me dolían y eso era lo más explícito. Después pasaba lo que comentaba: no existían lugares que contuvieran a mujeres, ni chicas ni grandes y eso también es una forma de discriminación. Por eso el reclamo actual, son pocos los espacios de formación para el femenino, y encima que quieran quitar el Torneo de Reserva me parece totalmente injusto. Otra cosa que sucede es que el hecho que no haya escuelitas para nenas genera que se multipliquen las lesiones en el femenino. La musculatura y el cuerpo, no están preparados para la exigencia que después se requiere y nos piden en los clubes. Hay equipos que no llegan a completar las 11 jugadoras para disputar o que golpean más de lo que juegan. Me parece que esto, en gran parte, tiene relación con no tener la posibilidad de formarnos desde chicas.
RdF – ¿De qué se tratan las problemáticas de la Reserva y de los tiempos de juego del femenino?
SB – En un principio, el proyecto que incluía a la Reserva, que empezó en 2017, tenía que ver con que los clubes, ya que tienen la obligación de tener su plantel femenino, comenzaran a generar una base para la Primera de ése femenino. A su vez, la idea era que progresivamente se fueran ampliando los tiempos de juego. Nosotras jugamos dos tiempos de 30, si es que nos permiten completarlo; en la mayoría de los partidos no se completan esos tiempos, a veces se juegan 25 o 20. Salvo en los partidos fuertes, en los que definen algo; en el resto siempre se terminan acortando por alguna razón: la jornada empezó tarde y se recorta el femenino antes que cualquier otra categoría o los árbitros se quieren ir.
La medida que se intentar tomar desde Liga Cordobesa para eliminar la Reserva, se encamina para sacar la Primera del Femenino.
RdF – ¿Hablás de una eliminación directamente?
SB – Nosotras creemos que ese es el fin último de la Liga. Para ningún club es redituable el femenino, nunca llega a cubrir los gastos que produce, pero a la Liga le llega un monto por la categoría; entonces a la Liga le conviene eliminar lo que más pueda. Eso es lo que les importa, no nosotras.
Puede que la eliminación parezca una idea bastante extrema, pero si lo están haciendo ahora con la Reserva, ¿por qué en un futuro no lo harían con la Primera? El fútbol femenino es amateur en todos lados, salvo en Buenos Aires.
RdF – ¿De quién depende que la situación de modifique y mejore?
SB – Sobre todo de la Liga, del presidente Emeterio Farías y del secretario Hugo Cepeda. Si bien hay una partida de dinero que AFA envía a la Liga mensualmente, cada club tiene que pagar la inscripción y el seguro, pero que la situación se regularice o no, depende de los que mandan en la Liga.
RdF – Desde lo social, ¿sentís que el público todavía tiene una percepción errada de la mujer futbolista?
SB – Aunque las cosas están cambiando y ahora cada vez más gente se acerca a vernos, diría que sí, siguen con la idea errada. Piensan que la mujer es más sensible y es más amorosa, entonces hay menos violencia; ese pensamiento está implícito. Hace un tiempo fui a una radio y el muchacho que me entrevistó daba cuenta de eso. No es así, la gente que piensa de esa manera está errada y es justamente porque no va a verlo; este entrevistador claramente no había ido a ver partidos del femenino. En el fútbol las mujeres meten mucho y se pega; es una combinación de cosas que poco tienen que ver con la idea de sensibilidad. Por supuesto que hay compañerismo, como tiene que haberlo en el fútbol.
RdF – ¿Cuál pensás que sería el aporte que tendrían que hacer los clubes para cambiar las cosas?
SB – La situación es muy particular en cada uno, algunos no tienen el nivel económico para poder sustentar las actividades. Por eso creo que lo que hay que promocionarlo más, que la gente empiece a poner más dinero en el femenino, que vaya a la cancha, que participe: se juega todos los fines de semana.
Los clubes deberían tener estrategias para difundirlo, para que no sea un peso y crear escuelas para asentar las bases y los valores; transmitirlo a las nenas, que tengan un espacio de contención y así, el día de mañana van a entender lo que implica jugar al fútbol: el respeto como compañeras y el respeto como rivales.
RdF – Sos una declarada hincha de Boca Juniors. ¿Seguís la campaña de “las xeneizes”?
SB – (Risas) Sí, soy de Boca desde la cuna, hasta el cajón. Siempre, en las buenas y en las malas.
Cuando puedo veo los partidos de las chicas y sé que les va bien. Conozco de nombre a algunas de las chicas que juegan en Buenos Aires y sé que están dentro de los clubes a los que mejor les va junto a River, San Lorenzo y UAI Urquiza. Son un equipo fuerte, le hacen honor al club y a la camiseta que tanto queremos tantas personas.
RdF – ¿Soñás con vestir la azul y oro o tus sueños se disparan hacia otras latitudes?
SB – Me parece que, lastimosamente, mi época ya pasó. Tengo 25 años y la veo medio lejana. Son clubes que tienen la oportunidad de darle lugar a nenas o a chicas de mi edad, sí, pero que vienen jugando de toda la vida.
Claro que muchas veces soñé con jugar en Boca. Cada vez que me lo pregunta el cuerpo técnico, siempre digo lo mismo: si alguna vez me voy de Racing, es para irme a Boca; sino no me voy a ningún otro lado. De todas formas, como dije antes, no sé si es una oportunidad que se me vaya a dar. También sucede que mi prioridad es mi carrera, mi formación como psicóloga. Más allá de jugar o no en Boca, a esa camiseta la llevo en el alma. Es una parte muy importante de mi historia, de mi familia y vestirla, aunque sea en mi casa, ya me alcanza.
RdF – ¿En qué posición de la cancha te sentís más cómoda y productiva?
SB – La posición que siempre me gustó es la del 5. En la Universidad juego de enganche y también me siento muy productiva, me encanta. Pero de 5 me gusta porque sé acomodarme bien y corro mucho, eso le da a la posición lo que necesita. Si bien la marca siempre fue algo que me costó mucho, me parece que, por suerte y gracias al entrenamiento y a la dedicación, mejoré un poco y hoy siento que puedo ayudar a mi equipo jugando ahí.
RdF – ¿A quién considerás como la mejor 5 de la actualidad?
SB – Que yo conozca, la mejor es Valentina Cámara (Belgrano de Córdoba). Es muy completa, tiene mucha movilidad y no sólo eso, sino que también se esfuerza, se rompe el lomo entrenando, se cuida; es muy dedicada y por eso ahora tiene una oportunidad en la Selección Mayor. Desde acá, para mí que la conozco y que la quiero un montón, es un orgullo que ella pueda estar ahí. Desde que empezó a jugar no ha parado de crecer, tiene esa actitud hacia el deporte y se merece el título de la actualidad. Seguramente en Buenos Aires haya muchas chicas que juegan muy bien, pero no las he podido ver. Me quedo con Valen.
RdF – ¿Y la mejor de la historia?
SB – Homare Sawa (Japón). Jugaba de 5 y/o de 8, era tremenda jugadora. Ganó un Mundial y una bota de oro, fue la mejor jugadora y la goleadora; terrible lo que jugaba, era distinta a las demás. En general se difunde a las goleadoras y como las mediocampistas no siempre hacemos goles, pasamos a un segundo plano, pero Sawa era muy completa y creo que sin dudas es una de las mejores de la historia, alguien que supo aprovechar muy bien su posición.
RdF – ¿Algo que desees agregar?
SB – Agradecerte a vos por el espacio y por estar atenta a nuestras actividades. Siempre estás para hacernos el aguante, así que muchas gracias, eso es lo que más se necesita hoy en día; gente que nos escuche.
FOTO DESTACADA: “Sofía Belmar”
Fotógrafo: Víctor Quiroga
FOTOS:
Gentileza de Sofía Belmar
Maru Burak
Que buena noticia deportiva sobretodo x el fútbol femenino sin mas que decir que le sigan pegándole para adelante abrazos!!!