UEFA Champions League

UCL: Manchester City y Real Madrid no se guardaron nada y regalaron un partidazo

Con errores y genialidades, con un trámite electrizante y la emoción a flor de piel. Siete goles y la mínima ventaja para los británicos, que dieron el primer paso en busca de su segunda final de Champions.

La mística vs. la frescura; el peso de la historia frente a la renovación. Vaya si no eran pergaminos suficientes para disfrutar de una espectacular semifinal de UEFA Champions League. En el Etihad Stadium (Maine Road para los que peinamos algo de pelo y pocas canas), Manchester City derrotó 4-3 a Real Madrid en un encuentro pirotécnico.

El dueño de casa cumplió con el viejo axioma del boxeo que dice que “el que golpea primero, golpea 2 veces” y le asestó al gigante continental 2 mazazos que ante cualquier otro rival, casi que de dicen la eliminatoria.

El reloj marcaba 1 minuto y 35 segundos y ya los “Cityzens” se adelantaron en el marcador. Toda de Riyah Mahrez desde la derecha para llevarla atada y esperar pacientemente por la llegada de algún volante que rompiese el hielo. La pelotita cayó en el punto del penal y Kevin De Bruyne se arrojó de palomita para conectar y así quebrar el cero.

El Madrid ni se acomodó en la cancha que ya tenía un gol adentro. Y qué decir cuando a los 11´ se encontró 2-0 abajo y todavía sin reaccionar. Kevin De Bruyne regresó a su posición natural de pasador y metió un quirúrgico envío cruzado para Gabriel Jesús. Las dudas de David Alaba en el rechazo y la pelota volvió a caerle al brasileño. Alabado sea Jesús porque se hizo de la ofrenda y no hubo milagro para Courtois.

Los de Carleto Ancelotti estaban para el cachetazo definitivo. Cada réplica era peligro inminente y riesgo de goleada histórica. Primero lo tuvo Phil Foden con un zurdazo que se fue apenas ancho y luego Mahrez intentó con la derecha pero le acertó al costado incorrecto de la red.

Era todo risas hasta que el gigante dormido despertó. ¿Cómo dudar de un Madrid que bajo presión siempre se las ingenia para salir a flote?. Y el capitán de los 7 mares se encargó de poner a su equipo nuevamente en el rumbo correcto. Minuto 33´ y Ferland Mendy mandó un centro desde la izquierda que fue anticipado por el encendido Karim Benzema. No hubo gato encerrado y el descuento fue una de las 7 vidas que el Madrid necesitaba.

Claro que la tónica no cambió demasiado de cara al complemento. Los “Cityzens” se aferraron a su idea de base entre circulación y tenencia de la pelota, mientras que los españoles apostaron a sus individualidades.

Mahrez tuvo el tercero pero el poste se lo negó y en el rebote Foden no le dio lo suficientemente fuerte como para evitar la reacción de Daniel Carvajal en la línea. Fue el preludio de lo que vendría.

A los 53´, Fernandinho fue un todo terreno en la derecha y se anticipó a Vinicius para escalar a toda velocidad. Gran centro al área chica y ahora sí Foden dijo que sí con la cabeza para el 3-1 parcial.

El incipiente aroma a cosa juzgada rápidamente pasó de largo con el perfume de la bossa nova. Apenas 2 minutos más tarde, Vinicius Jr. se mandó un jugadón desde el propio campo porque inició sesión de contraataque durante más de 60 metros. Al pisar la tierra prometida sometió a Ederson con un preciso disparo y nuevo descuento para seguir en carrera.

El culto a la posesión tuvo su pico máximo en el minuto 74, cuando se escribió una maravillosa página en el pequeño manual guardioleano de estilo. Más de 30 pases sin que el rival tocase la pelota y Oleksandr Zinchenko la retuvo hasta que le cometieron falta al borde del área. Resignados a la espera de la sanción de un tiro libre, los jugadores del Madrid se durmieron una siesta y el balón siguió en juego. Bernardo Silva capitalizó esa duda al máximo y pasó para el cuarto a sus rivales con un remate alto.

La ventaja de 2 era negocio – y hasta le quedaba chico al marcador – pero un error propio volvió a meter a los “Merengues” en juego. Tiro libre en forma de centro de Toni Kroos y mano de Aymeric Laporte dentro del área. Penal que requería máxima concentración y temple de acero: a su juego lo llamaron a Benzema, quien acarició la bola a lo Panenka y demostró que rebalsa confianza y personalidad.

Final abierto para una serie que no está para nada definida. Manchester City dominó durante gran parte del partido y mereció una diferencia un poco más amplia. Real Madrid con algunos destellos individuales achicó la brecha y la Casa Blanca será testigo de una revancha que promete ser sensacional. Con la película que se hicieron en los primeros 90 minutos, ¿ quién dijo que las segundas partes no son buenas?.

Por Emiliano Schiavi /@ejschiavi

Síntesis:

Manchester City (4): Ederson; Stones (Fernandinho), Rubén Dias, Laporte y Zinchenko; Bernardo Silva, Rodri y De Bruyne; Mahrez, Gabriel Jesús (Sterling) y Foden. DT: Josep Guardiola.

Real Madrid (3): Courtois; Carvajal, Eder Militao, Alaba (Nacho) y Mendy; Valverde, Kroos y Modric (Dani Ceballos); Rodrygo (Camavinga), Vinicius Jr. (Asensio) y Benzema. DT: Carlo Ancelotti.

Goles: De Bruyne (2´), Gabriel Jesús (11´), Foden (53´) y Bernardo Silva (74´) (MCI); Benzema (33´ y 82´, el segundo de penal) y Vinicius Jr. (55´).

Árbitro: Istvan Kovacs (Rumania)

(Foto Principal: @ChampionsLeague)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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