Floja actuación de una “Vecchia Signora” que regaló un tiempo y mostró su versión más apática. Sexta caída juventina en suelo francés, aunque siempre salió airosa en los duelos mano a mano frente a los galos.
Por fin Rudi García puede colgarse la medalla porque la actuación de su equipo salió tal cual lo planeado. En el encuentro de ida de la fase de octavos de final de la UEFA Champions League, Lyon dio cuenta de Juventus por 1-0 en el Groupama Arena de Decines-Charpieu.
Grandes aciertos por parte del entrenador francés para convertir a sus dirigidos en una escuadra compacta y decidida, que durante 45 minutos maniató al multicampeón italiano. Una defensa conformada por 3 centrales que no se salieron del libreto a la hora de marcar. No hubo laterales para la proyección sino delanteros devenidos en carrileros con la primordial misión de defender y luego sí ir hacia adelante (casi como lo que alguna vez Guillermo Barros Schelotto ideó para Boca con Cristian Pavón y Sebastián Villa, pero bien ejecutado).
En la mitad de la cancha, un doble cinco conformado por Lucas Tousart y un aceitado Bruno Guimaraes (el brasileño fue pieza clave para sostener el triunfo). Bien suelto el cada vez más confiado Houssem Aouar y delante suyo el llanero solitario, Moussa Dembelé.
La “Vecchia Signora” no tiene secretos pero sí algunas dudas. Sarri cometió el pecado de no consolidar el bloque defensivo, ya que Leonardo Bonucci nunca se sintió cómodo en el rol de segundo zaguero (en criollo, rinde más de 2 que de 6) y Matthijs de Ligt dista mucho de aquel que deslumbró en Ajax. Danilo como lateral derecho es una apuesta que puede funcionar en el medio local y Alex Sandro tiene como virtud principal el ataque.
Tampoco fue claro el armado del medio campo, con Rodrigo Bentancur en la derecha, Miralem Pjanic por el centro y Adrien Rabiot en la izquierda. Es decir, 2 números 5 naturales tirados a los costados y un media punta devenido en volante central. Juan Guillermo Cuadrado hacía la banda derecha y Paulo Dybala se debatía entre la función de enlace y segunda punta, para acompañar a un Cristiano Ronaldo que se movió preferentemente por el sector izquierdo.
Todo muy bonito en la teoría pero una vez que la pelota comienza a rodar por el verde césped, los planes que cada uno imaginó pueden variar de la noche a la mañana.
Sin embargo, hay que decir que los galos supieron a qué jugar. La clave estuvo en el medio y los pac-man de Lyon – en especial Guimaraes – se encargaron de capturar cuanto balón pasara por su cercanía.
Avisó el visitante con un arresto individual de Cristiano por la izquierda que terminó con un centro/tiro al arco que se fue muy cerca por el segundo palo, que Cuadrado no pudo empujar al gol.
Lyon contestó a los 20´ con una pelota parada. Córner de Aouar desde la izquierda y buen anticipo de cabeza de Karl Toko Ekambi, pero la caprichosa fue bastante ídem porque rebotó en el horizontal.
Minuto 28 y una jugada que pareció algo intrascendente de pronto se volvió crucial para el desarrollo del partido. Tiro libre de Pjanic que rebotó en la barrera y en el intento de buscar una posición dentro del área, de Ligt terminó lastimado con un corte profundo en la cabeza. El neerlandés tuvo que salir unos minutos para ser atendido y allí se dio el único gol del encuentro.
A los 30´, lateral que hizo rápido Maxim Gnaly Cornet para Aouar y el escurridizo volante hizo de las suyas por la banda izquierda. Desborde para dejar pagando a Bentancur y centro de la muerte para la llegada de Tousart, quien se encontró de frente con la pelota y la mandó al fondo de las mallas. Con el neerlandés de Ligt afuera, la defensa se desorganizó y hubo notable ganancia para el local ante el río revuelto.
El camerunés Toko Ekambi tuvo 2 chances para estirar la ventaja, ambas con potentes disparos desde afuera del área. Pero le faltó un poco de precisión en la puntada final y en ambas ocasiones le dio por encima del travesaño.
En el complemento el cansancio hizo mella en el anfitrión debido al lógico desgaste y el inconsciente hizo que el equipo se retrasara en su propio campo. Entonces Juventus se arrimó más por orgullo que por convicción y se hizo dueña de la posesión del balón.
Por fin Alex Sandro hizo lo que sabe por la izquierda y un envío suyo fue conectado de primera por Paulo Dybala pero el remate se fue desviado junto al vertical derecho. Esa fue la situación más clara para el visitante.
Sarri quiso mayor presencia en ataque y mandó a la cancha a Gonzalo Higuaín en lugar de Juan Guillermo Cuadrado (muy poco lo buscaron al colombiano, digamos todo). De todas maneras, el argumento del “centro a la olla” como última opción en ataque fue demasiado previsible y la defensa francesa estuvo bien parada a la hora de repeler los embates juventinos.
Un Dybala un poco más suelto tirado unos metros más atrás, le cambió la cara al equipo. Si bien trasladaba mucho la pelota, era el único que se animaba a pedirla y que intentaba generar algo de juego. Tarde se acordó Juventus de dar 3 o 4 pases seguidos hacia adelante.
Justo triunfo de Lyon por lo trabajado durante la primera etapa. Un equipo que venía a los saltos en la Ligue 1 pero que en las copas parece reinventarse para salir adelante. La buena noticia para la “Vecchia Signora” es que más flojito no puede jugar, así que se augura un final abierto para esta serie que – a priori – daba a los italianos como claros favoritos.
Síntesis:
Lyon (1): Lopes; Denayer, Marcelo y Fernando Marcal; Dubois (Tete), Tousart, Bruno Guimaraes, Cornet (Andersen) y Toko Ekambi (Terrier); Aouar y Dembelé. DT: Rudi García.
Juventus (0): Szczesny; Danilo, De Ligt, Bonucci y Alex Sandro, Bentancur, Pjanic (Ramsey), Rabiot (Bernardeschi) y Cuadrado (Higuaín), Dybala y Cristiano Ronaldo. DT: Maurizio Sarri.
Árbitro: Jesús Gil (España)
(Foto Principal: RFI)
