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Soñar con los pies en la tierra

Por Maru Burak (@Maru_Burak)
#ENTREVISTA

Lucas Rivero, futbolista surgido de las inferiores de Quilmes, hoy disfruta de una etapa diferente. Defendiendo los colores de Universidad de El Salvador (UES), en la Primera División de la liga salvadoreña, el delantero convive con una realidad distinta, aunque no tan distante del fútbol argentino.
Con una línea de pensamiento muy clara, Lucas repasa varios momentos de su carrera; desde sus inicios en el cervecero de Buenos Aires, hasta su último club en Argentina: Libertad de Concordia.
En esta entrevista, Rivero permite un pequeño paso por su intimidad y cuenta cómo se vive lejos de la familia, cuáles son sus expectativas a futuro y mucho más.

RdF – ¿Cómo fue la adaptación al fútbol de El Salvador?
LR – Y costó un poco, no es el mismo fútbol que en Argentina. Tenés que adaptarte a la idea de juego de cada técnico, de cada práctica y se complica, pero gracias a Dios los compañeros son muy buenas personas y me hicieron sentir en casa. Eso facilita el entrar al campo y hacer lo que uno tiene que hacer.

RdF – ¿Cuál considerás que es la mayor diferencia entre lo que se plantea allá y en Argentina?
LR – Se trabaja mucho en lo físico y no tanto en la táctica. Son jugadores muy buenos y de mucha técnica, pero un poco desordenados para defender. Son habilidosos con la pelota y para el ataque, pero en defensa no tienen tanta organización. Por lo que pude ver, sucede en todos los equipos.

RdF – Universidad de El Salvador, tu equipo, ¿se caracteriza por eso mismo? ¿Mucha ofensiva y un retroceso desordenado?
LR – Sí. Hay muy buena calidad de jugadores, pero en lo defensivo estamos flojos. Generalmente tenemos partidos de muchos goles por eso mismo. Hay un excelente ataque, pero fallamos en cuidar el arco propio por el desorden. Son educados para jugar con la pelota dominada, para generar ocasiones, solamente se erra en el regreso.

RdF – En comparación con, por ejemplo, la exigencia en nuestro país, ¿la presión por obtener buenos resultados es menor o igual?
LR – A los extranjeros se nos demanda un poco más. Particularmente UES no está muy bien en la tabla (se encuentra en el 7mo puesto de 12 colocaciones), así que no nos podemos relajar. Se nos exige bastante, igual que allá; también se buscan resultados. De todas maneras uno siempre busca dar lo mejor para el equipo. Y en mi caso, vine a dar todo para que se pueda lograr un título o, por qué no, algo incluso más grande.

CONCORDIA BAJO EL SOL. La época en Libertad de su natal Entre Ríos. (FOTO: Lucas Rivero)

RdF – ¿Y en lo referente a la hinchada también se mantiene la semejanza?
LR – En la UES casi toda la afición está integrada por universitarios. Claro que presionan porque saben que el equipo puede mejorar, que tiene la calidad de jugadores necesaria para dar más. En este torneo estamos mejor que en el anterior, se sacaron buena cantidad de puntos; el hincha está contento con el trabajo que se viene haciendo, aunque pide siempre un poquito más. Especialmente cuando se nos han escapado partidos que podríamos haber definido con tranquilidad.
Igualmente, esa presión está dentro de lo normal y esto pasa en la mayoría de los clubes acá. No son hinchadas que te joroben, que te agredan o aprieten; no están continuamente exigiendo resultados positivos y menos de forma violenta.

RdF – Se podría decir que es algo lógico, no que es desmedido o a nivel de barrabrava…
LR – Tal cual. Acá el hincha puede expresarse y decir lo que piensa del equipo, pero son muy tranquilos. La verdad que siempre se comportan de una manera que nos ayuda. Y son muy respetuosos, sobre todo con los extranjeros. Por supuesto, como dije, tienen sus exigencias y por más que nos las hagan saber, no sobrepasan límites.

RdF – Cambiando un poco el ámbito, ahora que estás en el exterior, ¿cómo ves el fútbol argentino? No sólo desde lo profesional, sino como hincha y como parte de la disciplina.
LR – A mí me gusta mucho el fútbol argentino, sinceramente me encanta. Me generó tristeza lo que sucedió con el tema de los sueldos, lógicamente, pero yendo a lo meramente futbolístico creo que es uno de los mejores del mundo y estoy muy orgulloso de haber salido de ahí.

RdF – ¿Quién es tu máximo referente? Puede ser en tu mismo puesto o en otro.
LR – Me gustaban mucho Batistuta y Ronaldo (el legendario 9 de Brasil). Salvando las distancias, tengo características similares en lo posicional: la potencia, ir al choque, la ambición de gol. Obviamente ellos son unos cracks, excelentes jugadores. Miré muchos videos de sus carreras y todavía sigo mirando y sorprendiéndome con las cosas que hacían.

RdF – Y dentro de esa coyuntura, la de grandes cracks, ¿qué pensás de tanques como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar Jr. y demás fenómenos del fútbol actual? Vos que sos futbolista, ¿sentís y ves lo mismo que la mayoría? ¿Los considerás “de otro planeta”?
LR – Y sí, son de otro planeta. Hacen cosas increíbles, son indiscutibles en cualquier parte del mundo. Y yo, como argentino, siento mucho orgullo de saber que uno de los mejores del universo es nuestro.

RdF – Volviendo a tu carrera, tu último equipo fue Libertad de Concordia, pero surgiste en Quilmes. ¿Ahí debutaste profesionalmente?
LR – En efecto. Hice todas las inferiores en Quilmes, desde Novena hasta Reserva. Después pasé a préstamo a Central Norte (Salta) para jugar el Federal A por una temporada y volví a Quilmes. En esa etapa tuve problemas con algunas lesiones que me marginaron un poco del fútbol y por eso volví a mi pueblo en Entre Ríos. Estando allá me llamaron de Libertad de Concordia, que por entonces participaba del Federal C. Salimos campeones ahí y ascendimos al B. De Libertad pasé a UES.

EMPEZAR DESDE CERO. Los inicios en Quilmes de Buenos Aires. (FOTO: Lucas Rivero)

RdF – Y participando del Federal B, durante la temporada pasada fuiste protagonista involuntario de un episodio bastante desagradable: te tiraron con un termo y te golpearon. ¿Cómo empezó y terminó esa historia tan particular pero recurrente de nuestro fútbol?
LR – Pasó como se ve en los videos. Perdíamos 1 a 0 con Colegiales de Concordia y meto el gol del empate. Salgo corriendo para festejar y siento un golpe en la cabeza: me habían tirado un termo. El partido se suspendió y por suerte no pasó a mayores. Me hicieron todos los estudios correspondientes y no hubo nada que lamentar por suerte. Lamentablemente esas cosas pasan. En el Federal B hay variados episodios similares. En aquel momento se lamentó lo sucedido, pero queda en nada: como algo que pasa en el fútbol y listo.

RdF – ¿Te parece que los torneos, sobre todo debajo de la B Nacional, están desprotegidos desde lo organizativo? ¿Es tan malo como se lo ve y como parece ser?
LR – Siento mucho decir que sí. Hinchas que van a presionar a los árbitros, canchas en mal estado y sin las medidas de seguridad mínimas. Por más que el torneo Federal B no sea profesional, habría que cuidarlo más porque es muy competitivo.
Hay que asumir que está muy descuidado, más que nada la organización: no es justo que se juegue durante seis meses y después haya que esperar todo un semestre para reanudarlo. A mí me ha pasado: yo vivo del fútbol y durante los parates cuesta solventarse los gastos. Ojalá en algún momento lo solucionen y pueda ser un torneo normal donde puedas ir seguro a jugar, donde los policías que te tienen que cuidar sean lo suficientemente imparciales y que hagan su trabajo. Porque nos ha pasado jugar y que las fuerzas de seguridad protejan solamente al equipo de su pueblo, a su gente y esas cosas duelen.
Dios quiera que todas esas cuestiones se logren revertir y que el torneo se transforme en una buena divisional y una buena categoría, donde los chicos que la disputan consigan mostrarse y hacer lo que más les gusta que es jugar al fútbol y quizás, poder vivir de eso.

RdF – Los medios y la gente, muchas veces (por no decir casi siempre), perciben los éxitos y las cosas buenas que les suceden a los futbolistas, pero en pocas ocasiones se analiza la otra cara. ¿Sentís que los sacrificios y todo lo que se sufre no se tiene en cuenta?
LR – La verdad que a veces la gente no nota ese sacrificio que uno hace. Por ahí dicen: “este gana mucha plata y lo único que hace es correr detrás de una pelota”. Y no es tan así. No piensan en lo que se sacrifica para poder llevar un plato de comida a casa. Ser futbolista es un trabajo digno como cualquiera y en muchas ocasiones se sufre. En mi caso lo que más me duele es estar lejos de mis dos hijos, son lo que más extraño. Pero pienso que todo lo que hago es por su bienestar, por su futuro.

RdF – Por supuesto que esas circunstancias te hacen desear volver, pero fuera de ese punto particular, ¿tenés ganas de seguir tu carrera profesional en Argentina? ¿Soñás con jugar en algún club en especial?
LR – Me encantaría. Por cuestiones de la vida no pude debutar como profesional en un equipo de Primera División, pero sí me gustaría hacerlo y en Quilmes, el club donde hice inferiores, el que me dio la primera oportunidad y que yo no supe aprovechar por razones personales. Obvio que como fanático de Boca, sería un sueño poder jugar ahí también. Ojalá en algún momento de la vida pueda cumplir.
Ahora estoy acá y trato de esforzarme y seguir aprendiendo que para mí es fundamental. Yo creo que si uno hace las cosas bien, lo que uno anhela llega solo.

RdF – Eso con equipos argentinos. ¿Y de los de Europa? ¿Soñás con jugar en Barcelona, Real Madrid o Bayern Múnich por ejemplo?
LR – ¡Uy, la verdad que eso está muy lejos! Y en cualquiera de esos clubes. El nivel es altísimo por donde lo mires; y el solo hecho de estar ahí y enfrentar a tantos jugadores de semejante calidad, sería un gran logro y un gran sueño.
Hay que ir paso a paso, logrando cada meta que nos propongamos: uno no sabe lo que el fútbol le tiene destinado.

RdF – Y si te toca elegir, ¿Messi o CR7?
LR – Es complicado, pero elijo a Messi, sin dudas.

RdF – ¿Por qué?
LR – Porque es de otro planeta. Nos representa en todo el mundo, es un orgullo que sea argentino y que nos deje tan bien parados en cualquier lugar donde va.

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