El “Rossonero” prolongó su buen momento y se trajo un valioso triunfo de la capital, para quedar nuevamente en carrera por un cupo continental. Segunda caída en fila para la “Loba”, que siente el trajín de jugar 2 torneos a la vez y pierde energías de a poco.
Milán se impuso 2-0 a Roma en el Olímpico de la Ciudad Eterna y sumó el quinto halago en fila (si tenemos en cuenta los duelos por la Europa League), para estirar a 12 los partidos sin derrotas. Cada vez más aceitada la squadra de Gennaro Gatusso, que impone respeto a nivel doméstico y se anima a recuperar la mística continental.
El “Giallorosso” necesitaba una actuación completa tras el buen primer tiempo que mostró en Ucrania, pero que contrastó con un flojo complemento en el partido europeo entre semana. Y la primera aproximación fue del local, con un latigazo de zurda de su nueva joya, Cengiz Under, que obligó a Gianluigi Donnarumma a volar hacia su palo izquierdo con un manotazo salvador.
El “Rossonero” (hoy de blanco) prácticamente no inquietó durante los 45 iniciales. Sólido en defensa pero con la idea fija de contraatacar, dejó que Roma tratase de resolver el acertijo de cómo llevar peligro a la portería rival.
Con más intenciones que certezas se fue el primer capítulo: marcador en silencio y la sensación que una genialidad o un error defensivo sería el detonante para desbloquear el resultado.
Y fue el visitante quien golpeó primero gracias al desparpajo de su jugador del momento. A los 48´, una bola cruzada del español Suso a perfil cambiado tuvo como destino a Patrick Cutrone. Se pasaba un poco en la carrera el joven delantero nacido en Como y resolvió tirar un taco para desconcertar al arquero Nicolás y abrir la cuenta. Gol número 14 en la temporada para Cutrone, quien el aportó frescura al ataque milanés
Los capitalinos intentaron una reacción con un fierrazo bajo de Diego Perotti, que salió a centímetros del vertical izquierdo de Donnarumma. Entonces Milán decidió responder golpe con golpe y el que se animó a un disparo desde afuera de la 18 fue Franck Kessie, pero Nicolás la mandó por arriba del horizontal.
A Roma le faltaba juego asociado. No es casualidad que la merma del rendimiento se debe a que el circuito que organizan desde la mitad de la cancha Nainggolan y Perotti estuvo inconexo con los referentes de ataque, y parecía que la única forma de alcanzar el empate sería con algún arresto individual.
Milán casi liquida el pleito con un remate de Hakan Calhanoglu que salvó a medias Nicolás. En el rebote se relamía Nikola Kalinic para el segundo, pero Kolarov tuvo una salvada in extremis para enviarla al córner.
Pero el tren volvió a pasar y los de Gatusso se subieron al Pendolino del triunfo. A los 73´, precioso pase filtrado de Kalinic para el pique de Davide Calabria y el lateral derecho definió con maestría ante el achique del arquero brasileño, para el 2-0 final.
De a poco Milán suma confianza y se siente respetado en cualquier escenario. Se viene una seguidilla complicada, que incluye a Lazio, Inter y el inicio de la dura llave ante Arsenal, por los octavos de final de la Europa League.
Pero el “Rossonero” hoy se bañó en las aguas del triunfo y arrojó una moneda por un futuro ganador, en la mismísima ciudad de la Fontana Di Trevi. Los sueños siguen intactos, casi como si fuese una Dolce Vita…
(Foto: The Sun)