El “Rossonero” se impuso con autoridad ante Sassuolo y sumó su estrella número 19, las mismas que su archienemigo citadino. A Salernitana le dieron un duro cachetazo en casa, pero la ayuda de Venezia lo dejó en Primera.
Ahora sí se clausuró la temporada 2021-22 de la Serie A y en Italia hay nuevo campeón. En su visita al MAPEI Stadium, Cittá del Tricolore, Milán goleó 3-0 a Sassuolo y se quedó con el tan ansiado scudetto.
Desde la edición 2010-11 que el “Rossonero” no se alzaba con el título y todo lo que vino después fue supremacía absoluta de Juventus, hasta que Inter plantó bandera hace 1 año. Stefano Pioli armó un gran equipo de atrás hacia adelante y se apoyó en la siempre bien ponderada “1259”: un arquero garantía de confianza como Mike Maigan, un central joven que ya juega como veterano como Fikayo Tomori, un volante central dueño de un despliegue descomunal como Sandro Tonali y arriba el 9 que dicen que no hace goles pero que aparece en los momentos claves, Olivier Giroud. Bonus track: el GRAN torneo de Rafael Leao, que cuando no hace los goles importantes, se jacta de asistir a los demás para que conviertan.
A Milán le alcanzaba el empate pero en el primer tiempo se encargó de tirarle al “Verdinegro” su rica historia y buen presente. A los 17´, Leao se escapó por la izquierda y metió el centro de la muerte para que Giroud abriese el marcador.
Pasaron 15 minutos y se repitió la fórmula, con un encendido Rafael Leao en la recuperación y el veloz contraataque. Otra vez los buscó a Giroud y el galo sacudió la red local por segunda ocasión en el partido.
La goleada tomó forma a los 36´, con una pelota robada por Rade Krunic y la sesión de contra iniciada para Leao. El luso por derecha la metió hacia el medio y llegó Franck Kessie tocando bocina para el tercer grito sagrado.
Sexta victoria consecutiva para el justo campeón, que en 9 de sus últimos 11 juegos dejó su valla invicta. El mejor ataque siempre fue la defensa, con un Theo Hernández en un nivel superlativo y un Kessie que e pareció en la recta final al que deslumbró en la temporada pasada.
Inter mantenía la esperanza del segundo título en fila pero necesitaba de la ayuda de Sassuolo. En el Giuseppe Meazza, el “Nerazzurro” venció 3-0 a Sampdoria pero no el alcanzó para tumbar a su rival citadino de la cima.
Iván Perisic abrió la cuenta a los 49´ con un tremendo zurdazo alto. Después un par de goles de Joaquín Correa no sólo liquidaron el pleito sino que también añadieron una página más al interminable libreo intitulado “la ley del ex”. El “Tucu” puso el 2-0 a los 55´ y cerró el marcador 2 minutos más tarde, para redondear su doppietta ante su primer club en Italia.
Napoli confirmó que es la tercera fuerza y también cerró su temporada con un 3-0: fue ante Spezia y en el Stadio Alberto Picco. Los “Azzurri” en menos de 40 minutos le destrozaron el nido a los “Aguiluchos” y clausuraron su campaña con 4 halagos en fila (y 13 tantos convertidos).
Víctor Osimhen quebró el cero a los 4´ y Piotr Zielinski consiguió el raddoppio en el minuto 25. El alemán Diego Demme puso el 3-0 a los 36´ y se dictó cosa juzgada muy temprano.
Definición para el infarto en el fondo de la tabla, donde había 2 candidatos para el tercer descenso a la Serie B. En el Stadio Arecchi, Udinese aplastó 4-0 a Salernitana y la dejó en terapia intensiva con 3 goles en el primer tiempo.
Los “Granates” debían ganar para no depender de nadie y se llevaron menuda sorpresa con unos friulianos que no jugaban por nada. Gerard Deulofeu (6´), Ilija Nestorovski (34´) y Destiny Udogie (42´) le dieron un tremendo mazazo al conjunto local, que ya se sentía en la Segunda División.
Roberto Pereyra pasó para el cuarto a los sureños en el minuto 57 y la única esperanza en Salerno serían las buenas noticias que llegasen desde el Véneto. Y finalmente hubo motivos para celebrar.
Es que Venezia y Cagliari igualaron sin goles en el Stadio Pierluigi Penzo y esto consumó el descenso de los sardos. Los “Leones Alados” fueron los primeros en irse a la Serie B y Genoa se compró el segundo boleto la semana pasada. A los isleños les hacía falta ganarle a los venecianos y que Salernitana no lo hiciera ante Udinese. Una mano gigante vino desde la otra cancha pero no sirvió de nada porque Cagliari no hizo los deberes y el marcador en silencio los condenó sentenció su retrocesso.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
(Foto Principal: @acmilan)
