El “Nerazzurro” se enamoró de su mejor arranque liguero en años y se mantiene a 2 puntos del líder. Los “Griegos” no pueden salir de la zona ardiente y están penúltimos.
Inter derrotó 2-1 a Hellas Verona en el Marc Antonio Bentegodi, para clausurar la undécima fecha del “Calcio” y permanecer como uno de los 2 invictos del campeonato (el otro es el puntero Napoli).
No fue sencillo para los de Luciano Spalletti en un escenario complicado, pese a que su rival tiene como objetivo salvarse del descenso. Era uno de esos partidos accesibles a priori, pero que durante el desarrollo del encuentro suele complicarse más de la cuenta.
Los visitantes inauguraron el marcador en el minuto 36. Una gran bola cruzada de Antonio Candreva desde la derecha para un genial arrastre de marcas de Mauro Icardi (a veces no hace falta convertir goles para ayudar al equipo). La defensa descuidó a Borja Valero y el español solamente tuvo que empujar la pelota al gol.
“Il Capitano” tuvo su chance apenas iniciado el complemento, con un potente disparo desde afuera del área que salió apenas alto sobre el horizontal del arco custodiado por el brasileño Nicolás.
Y en una jugada aislada, los de Fabio Pecchia alcanzaron la igualdad. El reloj marcaba 55 minutos y un intento de despeje desde el lateral derecho de la defensa visitante derivó en una jugada polémica.
Danilo D´Ambrosio quiso sacar un pelotazo largo y el balón rebotó en la espalda de Moise Kean. La caprichosa fue a parar a la 18 y fueron en su búsqueda Samir Handanovic y Alessio Cerci. El arquero erró el manotazo y el delantero cayó en el área. No pareció falta del 1 esloveno pero el árbitro Claudio Gavillucci hizo el típico gesto del rugby para pedir la asistencia de la tecnología. El veredicto fue la pena máxima, pese a que la primera impresión del referí había sido acertada.
Fabio Pecchia se mandó la gran Van Gaal en el Mundial y metió en cancha al experimentado Giampaolo Pazzini solamente para ejecutar el disparo desde los 12 pasos. El delantero de 33 años cumplió con la “ley del ex” y empató el partido a los 59´.
No le duró demasiado la alegría a Verona, ya que Inter retomó el control en el juego y fue en busca del gol de la victoria. Y la encontró con una pelota parada en el minuto 67.
Tiro de esquina de Candreva y un rechazo a medias por parte de Thomas Herteaux. El balón quedó picando en la puerta del área para un misil de Ivan Perisic, que infló la red de Nicolás y selló el 2-1 que sería definitivo.
Noveno triunfo para el “Nerazzurro” en 11 partidos locales (los otros 2 los empató) y el objetivo de pelear el “scudetto” renueva la fe semana tras semana.
(Foto: Ana Talavera Mora)