La “Vecchia Signora” consiguió una postrera victoria en tiempo adicional, en el estreno de una nueva temporada del “Calcio”. No hubo presencia en la red para CR7, que se ahogó en la salsa de un Sorrentino intratable. Napoli volvió a desplegar su mejor repertorio en el inicio de la era de “Carletto” en el banquillo Azzurro.
Juventus derrotó sobre la hora 3-2 a Chievo Verona en el Marc Antonio Bentegodi y arrancó con éxito el camino hacia el octavo título doméstico en fila. Trabajoso halago juventino en un reducto complicado, ante un adversario que le marcó 2 goles en el debut luego de 20 años (Perugia había sido el último que le convirtió al menos 2 tantos en la primera jornada liguera, cuando la “Juve” se impuso 4-3 en la temporada 1998/99).
Todas las miradas puestas sobre Cristiano Ronaldo, quien dejó atrás una increíble era con la camiseta de Real Madrid, con la que se transformó en una verdadera LEYENDA.
Apenas 3 minutos le tomó al hectacampeón italiano conseguir el primer gol del torneo. Un tiro libre que cayó sobre el área local y Giorgio Chiellini que bajó el balón. Se transformó en un pase para Sami Khedira y el alemán no tuvo más que sacar provecho de esa pelota boyando, para estampar el tempranero 1-0.
El partido se debatía entre las atajadas de Stefano Sorrentino – quien demostró tener pasta de gran portero – y el inminente segundo grito visitante, Pero en el momento menos imaginado, los de Lorenzo D´Anna alcanzaron la igualdad. Emanuele Giaccherini tiró una bola cruzada y encontró la cabeza del polaco Mariusz Stepinski, quien batió a su compatriota Szczesny y empardó el juego a los 38´.
Al inicio del complemento, los locales volvieron a incomodar a la “Vecchia Signora” y dieron vuelta el marcador en el minuto 56. Infantil infracción de Joao Cancelo sobre Giaccherini dentro del área y el propio Emanuele desde los 12 pasos confirmó la inexorable “Ley del ex”, para el sorpresivo 2-1.
Recién a 15 minutos del cierre se quebró la resistencia veronesa, cuando el regreso del hijo pródigo dio sus frutos en la red rival. Tiro de esquina de Federico Bernardeschi y anticipo ofensivo de Leonardo Bonucci. La pelota se desvió en Mattia Bani y fue autogol, pero el autor intelectual fue el zaguero que jugó la pasada temporada en Milán.
La única forma de doblegar a Sorrentino era si éste salía del terreno de juego con los pies para adelante. Y de manera literal, a los 81´ sufrió un tremendo golpe que lo obligó a salir. El experimentado arquero de 39 años yacía inerte y gracias a la rápida asistencia de uno de sus compañeros, la cosa no pasó a mayores. El héroe nacido en Cava de Tirreno salió en camilla entre aplausos y fue reemplazado por Andrea Seculin.
Cuando el partido se moría, Juventus le tiró a Chievo el peso de su jerarquía y obtuvo un 3-2 in extremis. Alex Sandro por izquierda ensayó un buen desborde y tiró un mejor centro, justito para la llegada de Bernardeschi, quien aportó desde el banco frescura y soluciones.
Se ganó y punto. Eso hacen los equipos grandes y lo primero es lo primero. Después se verá cómo se acomoda Cristiano al mundo “Juve” y cómo el equipo se comporta como tal, en función del “Dream Team” que esta vez irá por todo más allá de sus fronteras.
Napoli cambió a tiempo y se llevó un buen triunfo 2-1 sobre Lazio en la Capital. Addio Sarri y Ciao Carletto: el comienzo de un nuevo proyecto para los sureños ahora viene con la firma de un ganador nato en el banquillo, para de una vez por todas creer que es el serio candidato a arrebatarle el título a Juventus.
Sin embargo, fue el dueño de casa quien impuso condiciones con la aparición del pasado capocannoniere. A los 25´, un pelotazo largo de Francesco Acerbi tuvo como destinatario a Ciro Immobile, quien no se quedó nada quieto: regate entre TRES defensores rivales y definición con frialdad ante el achique de Orestis Karnezis.
El subcampeón reaccionó en la última jugada del primer tiempo y estableció la paridad. Por el Callejón ingresó el español José María y mandó un medido centro para Arkadiusz Milik, quien abrió su pie zurdo y dejó sin recursos al arquero albanés Thomas Strakosha.
Un rato antes de la hora de partido, Napoli le imprimió calidad a su fútbol y puso las cosas 2-1, gracias a la magia de Lorenzo Insigne. Contra el mal, apareció “La Hormiga Atómica” y recogió una bola suelta desde la izquierda, para ensayar su jugada característica: derechazo con perfil cambiado hacia el segundo poste y red inflada. Golazo a los 59 ´ y victoria napolitana que invita a soñar que no hay escenario hostiles.
(Foto principal: La Vanguardia)
