Este miércoles se realizó una extensa reunión entre las principales autoridades. El encuentro ante Banfield, parece ser un examen minucioso, amén del desempeño y conspiración en el mandato del entrenador.
La decisión dividida atribuye el contraste que se produjo en la directiva de Central con el correr de los partidos. Solo han sido escazas las posturas que hasta este momento, mantienen la consideración a la dirigencia deportiva de Cristian González.
El conjunto de resultados averiados y la rebeldía desencajada del protagonista, son dos elementos que contribuyen a la brecha que persiste entre dos sectores opuestos de los dirigentes.
Estrictamente, Rodolfo Di Pollina adhiere a la perduración del director técnico, a sabiendas de la aprobación del resto del plantel. Sin embargo, Ricardo Carloni contrapone cualquier argumento que asegure la resurrección del club en las competencias, siendo el inicio de la Copa Sudamericana en días. El certamen internacional, vuelve a ser primordial para el equipo, ya que la clasificación consta de una serie de resultados y beneficios, dependientes del cupo concedido por la organización del campeonato de primera división.
Por lo tanto, el sábado empieza el diagnóstico del DT. Recibirá a Banfield, que en estas horas busca verificar la multitudinaria infección viral y reagrupar un esquema plagado de juveniles.
Vía: El Ciudadano
Foto: El Litoral
