Inglaterra Premier League

Se sacudieron, pero terminaron a mano

En un dramático y cambiante encuentro, Arsenal y Liverpool terminaron igualados 3-3 en el Emirates. Los Reds eran mucho más y gozaban de una ventaja de dos goles -Coutinho y Salah-, pero una ráfaga del local -con tantos de Sánchez, Xhaka y Özil- dio vuelta el resultado por completo en exactamente cinco minutos. Finalmente, Firmino restableció lo que fue un empate que no dejó conforme a ninguno en la lucha por entrar a la próxima Champions.

Se acercan los ajetreados tiempos de Boxing Day y la jornada 19 de la Premier League vino con un adelanto tan decoroso que tranquilamente podría ser considerado un regalo navideño. Arsenal y Liverpool, que se encuentran a un punto de distancia en su lucha por ingresar a Champions League, protagonizaron un partido cargado de emociones, de esos que sólo da la liga inglesa. Durante la primera hora de juego se vio mejor a los Reds, quizás sin tanta profundidad al comienzo, pero complicando por izquierda mediante Andrew Robertson y la movilidad que prestaban Phillipe Coutinho y Mohamed Salah, cuyas intervenciones empezaron a ser un problema para el local. Un cabezazo de Roberto Firmino tapado por el arquero Petr Cech fue el primer anuncio. El propio brasileño tuvo una gran chance minutos después, servido por Coutinho, que tampoco pudo aprovechar de cabeza. No obstante, a los veintiséis Liverpool plasmó finalmente lo que venía insinuando al ejecutar una rápida transición ofensiva que desnudó al dueño de casa y terminó decantando en el primer gol del encuentro: Salah quedó mano a mano con Laurent Koscielny y sacó un centro que se desvió en el defensor para terminar favoreciendo la llegada de un Coutinho quien, de cabeza, emboquilló a Cech.

Entre Salah y Coutinho volvieron loca a la defensa de Arsenal en la primera mitad y el comienzo de la segunda, anotándose un gol cada uno. El egipcio suma 15 y se mantiene como goleador de la Premier. (Foto: @LFC)

Arsenal, contrariado por sus llamativas pocas luces para elaborar y cuyo mediocampo se fue resquebrajando ante cada pérdida de pelota luego de -por fin- intentar ir decididamente por el empate, volvió a sufrir en las transiciones, y los de Jürgen Klopp pudieron haber liquidado la historia antes del descanso en más de una ocasión. La más clara de ellas fue un mano a mano de Salah, que lo tuvo luego de un cierre a medias de Koscielny, pero Cech se interpuso y luego Sadio Mané eligió ensayar una tijera tras el rebote del arquero y ésta salió por encima del arco. La segunda mitad empezó de una forma similar a la que terminó, contexto más que propicio -y hasta lógico- para que Liverpool alcanzara el segundo. Y éste arribó a los siete minutos, a través de otro galopante contraataque conducido por Firmino, quien ubicó a Salah -ya había tenido una ocasión ni bien comenzó el complemento- para que el egipcio fabrique una linda maniobra individual culminada con un zurdazo que se metió por el palo lejano. El duelo era propiedad absoluta de los Reds, pero la historia dio un giro inimaginable.

Al minuto del tanto de Salah llegó la primera jugada bien elaborada por Arsenal en el partido, que se convirtió en el descuento de Alexis Sánchez al conectar de cabeza a la red un envío de Héctor Bellerín. Tan sólo sesenta segundos más tarde, Granit Xhaka recibió un balón en tres cuartos de cancha y desenfundó un zurdazo violento cuyo destino fue la red, aunque no sin la complicidad de Simon Mignolet. Habiendo pasado del 0-2 al 2-2 en un par de minutos, los Gunners aprovecharon el impacto, fueron por más y consiguieron un nuevo gol antes del cuarto de hora del complemento. Mesut Özil recibió y jugó una gran pared con Alexandre Lacazette, quedando mano a mano ante el golero para sacar de la galera una definición de crack, decretando así el 3-2. Todo en cinco minutos. Los de Arsène Wenger habían dado la vuelta al marcador y hasta tuvieron el cuarto mediante un contragolpe en el que Bellerín le sirvió el tanto a Lacazette, pero el francés no pudo encontrar el arco. Pareció que las aguas se calmaban y Arsenal controlaría las acciones, no obstante el cuadro londinense no es un equipo que dé garantías y al fin y al cabo esa ventaja mínima se les terminó escapando a veinte minutos del final.

Özil y una definición de crack. El alemán, sin hacer su mejor partido, fue de lo más destacado de un Arsenal que dejó una imagen floja y, de no ser por esa ráfaga de goles en el complemento, difícilmente se hubiera llevado algo. (Foto: Reuters)

En el afán de defender, los de Wenger acumularon gente pero no taparon espacios. Esto fue muy bien visto por Emre Can, quien filtró un pelota para Firmino en la medialuna para que el brasileño se diera vuelta y venciera las manos de Cech con su potente disparo. Desde ahí el trámite no tuvo un dominador claro y ambos elencos dispusieron de sus chances, pero la historia no pudo ser torcida en favor de ninguno: Bellerín llegó a posición de remate tras un muy buen pase de Özil, pero Mignolet se interpuso entre su disparo y el gol, mientras que del otro lado Salah pudo haber marcado el gol definitorio a cinco del final asistido por Georginio Wijnaldum, pero el disparo del egipcio dio en el lateral de la red. Fue empate, resultado de un partido trepidante en el que la visita fue más pero no supo responder ante una explosión de goles londinense, motivo fundamental para entender por qué Arsenal termina llevándose algo del juego. La igualdad mantiene a Liverpool en el cuarto lugar con 35 unidades, una por encima de unos irregulares Gunners que solamente ganaron uno de los últimos cinco partidos y siguen corriendo de atrás en la lucha europea.

 

Foto destacada: Offside

Juan Saber

Mi nombre es Juan Sáber, tengo 22 años y estoy por recibirme de Licenciado en Ciencias de la Comunicación en UADE. No conocía RDF antes, llegué porque me acercaron la propuesta y sentí que era un proyecto viable y en el que podía aportar. Me tocará cubrir Arsenal, club en el que ya estoy trabajando para otro medio y que aprendí a conocer bien (más allá de ser hincha). Es un club muy especial, por diversos motivos, y siento que la posición que logré en mi otro trabajo me da las condiciones como para poder acercar buena información sobre el mismo.

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