Lanús venció 1 a 0 a Junior como local en la ida por los 16vos. de final de la Copa Sudamericana. Rolando García Guerreño anotó el único tanto del partido.
La pelota parada fue la llave del gol para el conjunto argentino, quien se quedó con el primer duelo de la serie ante los de Barranquilla.
la. Tras un gran centro de Fernando Barrientos, Rolando García Guerreño abrió el marcador del partido. El 23 a los 23′ puso el 1 a 0, el cual sería el resultado definitivo.
El orden predominó el equipo argentino. Además de saber capitalizar la posesión de la pelota y lastimar al rival en el instante preciso, adquirió la capacidad anular espacios y replegarse correctamente cuando no la tiene. Se adapta a la situación del partido.
El tecnico Ezequiel Carboni fue clave en ese punto.
El Granate siempre impuso las condiciones de juego ante un Junior deslucido, con poca creatividad y rebeldía.
En el inicio del partido, los Cafeteros incomodaron al local. El triángulo en la mitad de la cancha entre Luis Narváez, James Sánchez y Sebastián Hernández cortaba cualquier insinuación de peligro rival y, además, daba comienzo a los contraataques incesantes. Luis Gonzáles y Yony Díaz cooperaban por las bandas. La referencia de área fue Teófilo Gutiérrez, un ex Lanús, que hoy estuvo completamente anulado por la correcta marca de los centrales Marcelo Herrera y García Guerreño.
A Lanús le costaba llegar al arco rival bajo la vía de las construcciones colectivas, pero la pelota parada (recurso fundamental para cualquuier equipo en esos momentos) le abrió el camino. Barrientos lo ejecutó y Guerreño la metió, de cabeza. 1 a 0.
Ya en la segunda parte, el local
salió con la metalidad de ampliar la ventaja y estuvo cerca. Primero, con un cabezazo de Coniglio, quien hacía su debut como centrodelantero granate, y la pelota se estrelló en el travesaño luego de escurrirse de las manos del arquero colombiano Chunga.
Posteriormente, luego de varios rebotes en el área, el delantero tuvo la revancha junto con Lautaro Acosta pero ambos fueron fallidos. Como es costumbre, otra carta clave en ataque fue Marcelino Moreno, quien comenzó jugando correctamente como volante interior, pero finalizó por la banda. Marcó, presionó, fabricó faltas, tuvo la pelota, desbordó cuando lo pedía la jugada. Jugador polifucional.
Esto ayudó a Lanús manejar bien los tiempos y jugar con la desesperación del conjunto colombiano, que creó peligro a partir de remates lejanos y, a la vez, allí apareció la figura de Esteban Andrada para contenerlos.
El arquero fue ovacionado despues del partido, ya que jugó su ultimo partido en La Fortaleza tras acordar su pase al Villarreal por 5 millones de Euros.
1 a 0 fue el resultado final y la serie se definirá la semana que viene en Barranquilla.
La cabeza juega un rol importante en el comienzo de la temporada. La pelota parada también. Lanús lo entendió.
Fotos: As, Lanús y 442 – Perfil.