El arquero por el que tanto pidió Almirón fue expulsado por una agresión insólita a Wanchope Abila. Ya había sido expulsado de manera polémica ante Defensa. Hasta ahora no justificó su llegada al Ciclón.
Llegó a préstamo por seis meses, y hasta ahora, en los dos meses y monedas que lleva en San Lorenzo, no justificó porque Jorge Almiron pidió tanto por el. Fernando Monetti volvió a estar en el centro de la escena del Ciclón por su infantil expulsión en la Bombonera. Y no fue la primera en el Cuervo.
Su estilo de juego, esa habilidad para jugar con los pies que lo convierte en un jugador de campo más, es una virtud clave para Almirón. Por eso lo tuvo en Lanús y lo llevó a Atlético Nacional de Colombia. Y por esta razón fue uno de los refuerzos por los que más pidió. Y Lammens le dio el gusto.
Su llegada obligó a partir a Nicolas Navarro, titular por entonces, más allá que de su nivel justificaba su continuidad en el Cuervo. Pero sabía que Monetti venía para ser titular. Y así fue. En el primer partido oficial de este año ante Huracán, el ex arquero de Lanús, se adueñó de los tres palos.
Siete partidos lleva Monetti como titular, con tres encuentros en cero en su valla. No está nada mal. Pero no tuvo actuaciones descollantes como se espera en un arquero de su categoría. Y para peor. En los ocho partidos que lleva disputado el Azulgrana este 2019, fue expulsado dos veces. Demasiado.
El 25 de enero, ya con Defensa y Justicia 1-0 arriba en Varela, el asistente Facundo Rodríguez informó al árbitro Nicolás Lamolina que Monetti agredió con un golpe de puños a un alcanzapelotas. La valió la expulsión y perderse el partido siguiente con Independiente.
Y el sábado, en el minuto 24 del complemento, y con Boca ya 2-0 arriba, le dio una patada a Wanchope Abila cuando este volvía a su campo. El juez de línea Ariel Scime observó la jugada e informar a Facundo Tello que expulsó al arquero, pero no cobró penal.
La segunda expulsión en poco más de un mes y en medio de un presente negro de San Lorenzo. Los resultados no ayudan, el rendimiento colectivo tampoco y los individuales menos. Y para colmo, actitudes de Monetti, hombre de Almirón, que complican mas la situación. ¿Aprenderá el arquero o ya será tarde?.
Imagen destacada: La Nación