Liverpool tuvo un encuentro con más problemas de los que imaginó, no pudo pasar del empate en su casa ante West Ham y quedó a seis de la punta. Fue 2-2, con tantos de Lallana y Origi para el local mientras que la visita lo había dado vuelta transitoriamente por Payet y Antonio.
Los Reds buscaban dejar atrás la dolorosa derrota sobre la hora de la jornada anterior ante Bournemouth y recibían en Anfield a un alicaído West Ham, que ayer ingresó a puestos de descenso y en la semana su técnico, Slaven Bilić, había cuestionado la performance de su plantel. El comienzo del juego fue el esperado, con un local saliendo a buscar con intensidad, algo que le trajo rápidamente la apertura del marcador. A los cuatro minutos, Sadio Mané se fue por izquierda y tiró un centro justo para la llegada de Adam Lallana, que controló de derecha y remató bajo con zurda para vencer a Darren Randolph. West Ham no tardó en contestar y casi lo iguala cuando Winston Reid dejó de cara al gol a Michaíl Antonio, pero éste no pudo batir a Loris Karius. Los Hammers se habían acomodado mejor y un poco más tarde llegaron al empate de la mano -o el pie, mejor dicho- de su mejor hombre. Dimitri Payet se hizo cargo de un tiro libre desde veinticinco metros y, con un disparo más colocado que fuerte, decretó el 1-1. Los de Jürgen Klopp intentaron volver a comandar el trámite, pero se les hizo difícil mantenerse en campo rival y más aún crear oportunidades. Los visitantes, más sueltos, consiguieron una oportunidad para ponerse adelante, y no la desaprovecharon. Un pelotazo cruzado se desvió en Jordan Henderson, confundió a Joel Matip y favoreció el pique de Michaíl Antonio, quien la tocó sutilmente ante la salida de Karius y puso el 2-1 visitante. Los locales continuaron con dificultades para generar juego y recién pudieron llegar al arco rival cerca del descanso, mediante un tiro de esquina de Henderson que encontró a Matip, cuyo cabezazo se estrelló contra el travesaño y le impidió redimirse de su error en el gol rival.
Ni bien inició la parte final Liverpool mostró un cambio respecto de la primera parte y fue decidido a buscar un empate que apareció rápidamente debido a un grosero error del arquero visitante. Tras un envío de Mané sin mucho sentido, ante el que Randolph no tenía oposición, el irlandés se complicó y le entregó involuntariamente el 2-2 a Divock Origi, quien no desaprovechó el regalo. Ese tanto motivó a los Reds a ir por la ventaja, pero se volvieron a encontrar con problemas a la hora de atravesar la defensa de un equipo que salió al complemento netamente a cuidarse. Solamente un disparo de Georginio Wijnaldum tras pase de Mané generó alguna zozobra a la última línea hammer. A partir del cuarto de hora de juego, Liverpool empezó a encontrar más espacios en ataque, intercambiando las posiciones de sus hombres de arriba con los volantes que llegaban, en lo que fue su mejor momento del partido. Wijnaldum contó con un par de buenas ocasiones, primero recibiendo sobre la izquierda y disparando desviado, después tras un centro de Lallana en el que se giró bien pero le bloquearon el remate. Tras ese par de chances, apareció la atajada del partido por parte de Randolph: el capitán Henderson tomó un rechazo a veinticinco metros del arco y sacó un tremendo remate que el golero despejó a córner esforzándose al máximo. Luego de esos minutos, los de Klopp volvieron a caer en un espesor ofensivo similar al de la primera etapa y solamente volvieron a generar peligro a ocho del final. Mané y Lallana combinaron rápidamente sobre la derecha, el volante inglés dejó la pelota de taco para la entrada de frente de Nathaniel Clyne, pero el remate del lateral se fue ligeramente por arriba. Amargo empate para un Liverpool que ahora se encuentra a seis de la punta y afrontará un calendario complicado de acá a fin de año. West Ham puede respirar momentáneamente con este punto.
Resumen del partido:
Foto destacada: Premierleague.com (@PremierLeague)
