Tras la chance perdida como local, Brasil ganó su primer Mundial en 1958 en Suecia. Esta es la historia del comienzo del reinado del Scratch.
Por Martín Wajsbrut
Brasil es la única Selección que participó de todos los Mundiales y también, con cinco títulos, la que más veces alzó la copa del mundo. Sin embargo, para llegar a su primera conquista tuvo que sufrir y mucho. La gloria llegó en Suecia, en lo que fue el primer éxito de un equipo fuera de su continente, y tendría como protagonistas a unos jóvenes futbolistas que quedarían en la historia grande.
20 años antes de romper el hielo, la Verdeamarelha llegó a su primera semifinal. En sus filas contaba con Leonidas Da Silva, la máxima estrella del torneo, que ya había marcado 5 tantos en las primeras dos fases. En cuartos había dejado atrás a Checoslovaquia, finalista de 1934 y en una inexplicable decisión, Adhemar Pimienta le dio descanso al Diamante Negro para enfrentar a Italia. Fue derrota 2 a 1 ante los de Vittorio Pozzo, que lograron el bicampeonato.
A lo que pasó en 1950 aún mucha gente no le encuentra explicación. Bastaba un empate ante Uruguay para lograr la primera copa, pero el partido se le escabulló de las manos y nació el Maracanazo, acaso la hazaña más grande desde el comienzo del torneo. Se estima que más de 200.000 personas estuvieron presentes en lo que fue la jornada más triste para la Selección brasilera. Para Suiza 1954 el equipo era uno de los candidatos, pero se topó con Hungría, que le ganó 4 a 2 y lo eliminó en los cuartos de final.
La cita en Suecia fue tomada muy en serio. Junto al plantel viajó un psicólogo, algo que hoy parece natural, pero que para la época era una rareza. Previo al viaje, el propio profesional había sugerido apartar del grupo a un jugador por su “falta de inteligencia”. Por suerte para todo Brasil, Vicente Feola no se dio por aludido y llevó a Garrincha al Mundial. Otra de las grandes decisiones del Gordo fue sumar a un joven de 17 años que deslumbraba en Santos. Lo llamaban Pelé.
Los dos futbolistas incluidos por el técnico, sin embargo, tendrían que esperar su oportunidad para guiar al equipo a su primer título. En la victoria 3 a 0 sobre Austria y en el empate 0 a 0 con Inglaterra ni siquiera habían ingresado. El equipo mostraba solidez con Bellini y Orlando en la zaga y con Didí como dueño del mediocampo, pero los referentes veían que le faltaba frescura adelante. Fue entonces, ante la URSS, que mandó a la cancha desde el inicio tanto a Garrincha como a Pelé. Fue victoria 2 a 0 con goles de Vavá, que también se ganó su lugar.
El partido de cuartos de final ante Gales, en lo que fue su única aparición en Mundiales hasta Qatar, fue el punto de inflexión. Por lo que le costó y porque O´Rei marcó su primer tanto en el torneo. De ahí en adelante nada sería lo mismo para la Verdeamarelha, que se floreó ante sus siguientes rivales, ni para su goleador de ese partido, que se transformaría en uno de los jugadores más importantes de la historia del fútbol.
En semifinales el rival fue Francia, que contaba con dos jugadores muy temibles. Raymond Kopa jugaba en el Real Madrid que por esa época acostumbraba a quedarse con La Champions League todos los años y ese año fue galardonado con el Balón de Oro. Por otro lado, también estaba Just Fontaine, que no paraba de meter goles y hasta el día de hoy sigue siendo el que ostenta más tantos en un Mundial con 13. Fue 5 a 2 con tres goles de Pelé.
La final fue contra Suecia, el organizador del torneo, que sorprendió al mundo cuando a los 3 minutos y a través de Liedholm abrió el marcador. Los fantasmas que mantenían las vitrinas brasileras vacías acechaban la cancha, pero por pocos minutos. Vavá lo empató a los 8 y lo dio vuelta a los 32. El delantero se encaminaba a ser el goleador del equipo en el certamen, hasta que O´Rei se volvió a hacer presente. A los 10 del segundo tiempo marcó el 3 a 1 y sobre el final del partido el 5 a 2 definitivo, con el que llegó a seis y lo pasó a su compañero.
Brasil logró de esa manera la primera de sus Copas del Mundo. Muchos de esos jugadores también conseguirían el bicampeonato en Chile cuatro años después y Pelé incluso diría presente en la tercera conquista en México 1970, la que le permitió ser el primer país en salir campeón tres veces y quedarse con el trofeo Jules Rimet. Mario Zagallo, que marcó el cuarto gol de la final contra Suecia, era el entrenador del equipo en el 70 y se transformó de esa forma en el primero en ganar en ambos roles. Con los títulos en EE. UU. 1994 y Corea-Japón 2002, el Scratch suma cinco y es el más campeón.
