Copa Sudamericana Independiente

Historia viva: Volvió el Rey

Independiente se consagró campeón de la Copa Sudamericana 2017 tras igualar 1 a 1 contra Flamengo en el Maracaná. El resultado global por 3 a 2 le dio la victoria y la consagración tan deseada. Ezequiel Barcos anotó de penal para el Rojo y Lucas Paquetá para el local.

Pasó de estar en el mismo infierno a tocar el cielo con las manos. De sufrir el descenso a causa de malas decisiones por parte de la dirigencia y comisión directiva a festejar un titulo que llegó como consecuencia de un proceso de trabajo y convencimiento, tanto del cuerpo técnico como los jugadores. Se reveló ante cualquier adversidad que se presentó en el camino, supo competir y estar a la altura de los acontecimientos, siempre sosteniendo una idea de juego y no negociarla. Antes de la consagración, estuvo la refundación. Es por eso que esta noche, como en el 1995 con el Maracaná de testigo, Independiente volvió a pisar la cima de América.

El campeonato obtenido se explica desde un proceso, pero una final se define por los detalles. A pesar de tantos conflictos durante estos días, Independiente fue el equipo  más convencido y concentrado durante la serie. Con un estadio repleto e imponente, el Rey de Copas mostró la actitud necesaria para lograr el objetivo; y Holan estuvo atento a todo. No implementó la línea de cinco defensores, la cual se intuía que iba a saltar al campo, sino que optó por el ingreso de Nicolás Domingo en lugar de Juan Sánchez Miño para reforzar la marca en la mitad de la cancha. Además, Fernando Amorebieta fue desde la partida por el uruguayo Gastón Silva en la defensa. El habitual 4-2-3-1 estuvo presente.

En ningún momento de la primera parte el Rojo quedó abrumado por el acontecimiento ni el legendario estadio. Quedó en desventaja en su mejor lapso de partido y mostró un gran temple y capacidad de recuperación. Pero en el comienzo del juego, local impuso las condiciones de juego y arremetió rápidamente. Con un Diego activo, que movió los hilos y comprometió a la defensa del conjunto argentino, acompañado por Lucas Paquetá y Everton, que fueron punzantes cada vez que encontraban espacios a las espaldas de Bustos y el capitán Tagliafico. Ante la posesión tendenciosa del local, Independiente se replegó y estuvo incomodo en los primeros minutos. Luego, a través de las grandes individualidades de Ezequiel Barco, Maximiliano Meza y Martín Benítez, el Rojo generó peligro rompiendo las líneas defensivas rivales y volvió a hacer pie en el partido. El cuarteto entre los 3 volantes ofensivos y Emmanuel Gigliotti (que fue un Puma y sepultó definitivamente el fantasma de Barovero, el “Parapam Parampam” y el penal malogrado en aquella noche del Monumental) como referencia de área tuvo su mejor función en el Maracaná, justo en el cierre de la gira. Siempre ágiles, rápidos y, sobretodo, simples. Individualmente insinuaron peligro pero cuando su juego fue asociado, hicieron padecer mucho al rival. Independiente había encontrado esa neutralidad que tanto anhelaba, el control y la tenencia pero repentinamente, llegó un cachetazo inesperado. Tras una falta polémica cobrada por el árbitro colombiano Wilmar Roldan, de pelota parada, Flamengo concibió el gol. Lucas Paquetá puso abrió el marcador y puso en ventaja a los brasileños a los 30 minutos, luego del desvío con la cabeza de Juan y la pifia en la marca de Nicolás Tagliafico a Rever, que fue el que volcó la pelota hacia el centro del área.

Ya sin Benítez, sustituido por molestias por Lucas Albertengo, los dirigidos por Holan se repusieron rápido del cimbronazo. Seis minutos después, Cuéllar le cometió una falta infantil a Meza dentro del área y Roldán cobró penal, luego de apoyarse en el VAR. Con 18 años, ante 40.000 hinchas en contra, en el mítico Maracaná, Ezequiel Barco fue quien se hizo cargo de intercambiar el penal por un golazo. Cruzado a la derecha de Cesar. El arquero brasileño ni apareció en la foto. 1 a 1 al descanso.

En el complemento, empujado por la gente y la necesidad, Flamengo sometió por algunos minutos al rival. Tenía la posesión de la pelota pero era estática y sin profundidad. Para resolver esto, el técnico colombiano Reinaldo Rueda movió las piezas. A la cancha Vinicius Jr., joven de categoría 2000, por Trauco, de flojo partido. Con el paso de los minutos, el partido se volvió una moneda al aire. Estaba para cualquiera.  El local empujaba desde la individualidad de Vinicius e Independiente encontraba muchos espacios de contraataque. Flamengo, ya desesperado con el paso de los minutos, mostró más intenciones que situaciones concretas y su rival capitalizó todas las falencias en el retroceso. El tándem Meza-Barco se complementó muy bien con Gigliotti y tuvieron varias ocasiones para definir la serie, tal es el caso que el Puma tuvo un mano a mano contra arquero Cesar, tras una buena acción individual, pero malogró su chance. Independiente estuvo sereno, sobrio y seguro por eso vale destacar la gran actuación de Fernando Amorebieta y Martín Campaña, que fueron claves en la defensa para mantener el resultado.

La calma de los jugadores en los últimos minutos sirvió para desatar la euforia de los tantos hinchas que viajaron a Río de Janeiro. Desahogo y alegría tras siete años sin poder gritar campeón.

En febrero jugara ante Gremio por la Recopa Sudamericana y en agosto, contra el Cerezo Osaka por la Suruga Bank pero ahora solo piensa en festejar y disfrutar del momento que tantos soñaron y que hoy es realidad.

El rey volvió. Con trabajo, coraje y rebeldía ante la adversidad que presento. Por la historia, por la gente, por el grupo y por el cuerpo técnico que creyeron. Independiente, el Rey de Copas, vuelve al lugar donde siempre debió estar.

 

 

Fotos: Conmebol y El Comercio

 

 

 

Santiago Sandoval

Antes que nada, hijo de Dios. 20 años. Estudiante de periodismo. Cubro en el Rincón al CAI junto a Alexis Viojo. Me fue mal practicando deporte, así que me dediqué a escribir (?). Confirmar, afirmar e informar es una política de estado, aunque la idea principal es contar historias. Bienvenidos.

Te puede interesar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *