Eurocopa

Bélgica reaccionó y sacó pasaje a octavos

Luego de un primer tiempo lleno de dudas, los “Diablos Rojos” cambiaron radicalmente su imagen y salieron airosos de Copenhague, para dejar a la “Dinamita Roja” al borde de la eliminación.

Se bajó el telón de la segunda fecha en el Grupo B de la Euro 2020 y nueva decepción para uno de los seleccionados que actúa como local. En el Telia Parken de Copenhague, Bélgica se impuso 2-1 sobre Dinamarca y confirmó su clasificación para los octavos de final.

Unos 45 iniciales que poco reflejaron el presente de los dirigidos por Roberto Martínez. Del debut arrasador ante Rusia a una actuación poco convincente, donde los daneses jugaron su mejor primer tiempo en mucho tiempo (ante un rival de fuste, claro).

Los nórdicos se parecieron al seleccionado que marcó tendencia en su primera gran aparición en la escena mundialista. Versátil, con juego por las bandas y una presión asfixiante desde el minuto cero: estaba claro que si querían seguir en competencia, los de Kasper Hjulmand debían mostrarle los dientes a sus rivales.

En menos de 2 minutos de juego, los daneses consiguieron la apertura del marcador. Presión en la salida de Pierre Hojberg y pelota recuperada. Toque para Yussuf Poulsen, quien no dudó a la hora de sacar un latigazo rasante y cruzado, que dejó sin reacción al arquero Thibaut Courtois. El grito más tempranero del certamen hasta el momento.

Con la moral por las nubes, Dinamarca redobló su esfuerzo en todos los sectores del campo de juego y de a poco comenzó a inclinar la cancha a su favor, en busca del segundo tanto. Joakim Maehle incursionó en terreno enemigo pero le faltó recorrido para volver a batir a Courtois. Luego Daniel Wass llegó por sorpresa para meter un cabezazo de pique al suelo bien controlado por el portero belga. Hasta que nos dieron las diez y el partido se detuvo para rendirle homenaje al soldado que la peleó el sábado pasado.

Minuto 10 y los aplausos bajaron de las gradas para recordar a Christian Eriksen, que tuvo en vilo al mundo del fútbol (y a todo espectador que presenció el difícil momento) pero que afortunadamente ya está fuera de peligro. Sin dudas ya puede estar orgulloso de levantar el trofeo del cariño eterno.

Desconocida Bélgica porque no ejecutó para nada su plan habitual. Romelu Lukaku hacía el mismo trabajo sucio de aguantar la pelota, como si estuviese en el Inter, pero nadie se asociaba con él para las descargas. Dries Mertens tampoco gravitó y Yannick Ferreira-Carrasco le puso más empeño que precisión. Faltaba juego, inteligencia y – sobre todas las cosas – la experiencia necesaria para corregir el rumbo.

Mikkel Damsgaard – uno de los mejores del primer tiempo – casi corona una gran actuación con un zurdazo bajo que se fue ancho sobre el vertical derecho, como pidiendo permiso. El “Gran Danés” mostraba los dientes pero no terminaba de atacar a su presa con más fiereza.

Roberto Martínez entendió que era necesario cambiar y apostó su caja al pleno que siempre da rédito. La única duda era su condición física, pero Kevin De Bruyne no puede faltar ni siquiera cuando está a media máquina.

En el paño verde se vio el “colorado 7” y la banca comenzó a pagar de a poco. Los daneses inquietaron con un disparo de Thomas Delaney que salió por un costado y ése fue el último resabio de dominación. El local bajó su ritmo considerablemente y los belgas se hicieron protagonistas de la noche a la mañana.

Minuto 54 y el cerebral De Bruyne fue el artífice del empate. Escalada de Lukaku por derecha y toque al medio para Kevin, quien tuvo necesario temple de acero para pensar: en franca posición de remate, metió un amague para desairar a 2 rivales y tocó son sutileza para la llegada de 2 compañeros. Thorgan Hazard no hizo más que darle un pase a la red y dejó todo como al principio.

El entrenador español aprovechó la racha ganadora y apostó un poco más fuerte a ese sector del cilindro donde la bola caía y daba ganancias. Adentro Eden Hazard para complementar a De Bruyne y ya era cuestión de tiempo que los “Diablos Rojos” le hicieran vivir un infierno a los dueños de casa.

A los 70 ´, Bélgica movió la pelota a gusto y en 4 toques de primera encontró el segundo gol. De Yuri Tielemans para la hermandad Hazard, primero Thorgan y luego Eden, quien la soltó hacia la izquierda para De Bruyne. Kevin le dio con la zurda y apuntó al único lugar donde el balón podía ingresar (Kasper Schmiechel no regaló el primer palo, aunque sí estaba mal parado). Golazo de pinball para los “Diablos Rojos” y golpe de nocaut para una Dinamarca que arrancó como la de México 1986 en el primer tiempo y que terminó de la misma forma… pero como contra España en octavos.

Los daneses necesitan un milagro para seguir en el torneo mientras que Bélgica hasta puede darse el lujo de rotar jugadores de cara a los octavos de final. Un tiempo para cada uno, es cierto, pero la diferencia estuvo en la jerarquía y eso es algo que los belgas guardan como as en la manga. Cuando el equipo no funcionaba, aparecieron las individualidades. Suficiente como para salir más que derecho del casino.

Síntesis:

Dinamarca (1): Schmiechel; Wass (Stryger Larsen), Christensen, Kjaer, Vestergaard (Olsen) y Maehle; Hojberg, Delaney (Jensen) y Damsgaard (Cornelius); Braithwaite y Poulsen (Norgaard). DT: Kasper Hjulmand.

Bélgica (2): Courtois; Meunier, Alderweireld, Denayer y Vertonghen; Dendoncker (Witsel), Tielemans y T. Hazard (Vermaelen); Mertens (De Bruyne), Ferreira-Carrasco (E. Hazard) y Lukaku. DT: Roberto Martínez.

Goles: Poulsen (2´) (DIN); T. Hazard (54´) y De Bruyne (70´) (BEL)

Árbitro: Bjorn Kuipers (Países Bajos)

(Foto Principal: @EURO2020)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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