En un encuentro signado por el dramatismo debido a la situación de Christian Eriksen, los “Búhos Reales” se apoyaron en la figura de Lucas Hradecky y tuvieron un estreno soñado. Bélgica cumplió con las expectativas y goleó a Rusia en su propia casa.
Se levantó el telón del Grupo B de la Euro 2020 y los festejos quedaron en manos de los seleccionados visitantes. En el Telia Parken de Copenhague, Finlandia dio el golpe al vencer 1-0 a Dinamarca, en su debut oficial en un torneo mayor.
Un partido que tuvo un puno de quiebre en el minuto 42 de la primera etapa. Christian Eriksen fue a buscar una pelota en el costado izquierdo y se desplomó en el piso. Los demás jugadores se dieron cuenta de la grave situación y pidieron la inmediata atención médica para el futbolista de Inter.
La incertidumbre por el estado de salud de Eriksen conmovió a sus compañeros, rivales y a los espectadores que presenciaban una verdadera tragedia. Hay que decir que el rol de los medios tuvo su parte importante: la (necesaria) mesura a la hora de informar es algo que no debe traicionarse en pos de una primicia. Una noticia puede esperar hasta tanto sea confirmada al 100% y las especulaciones son un daño irreparable.
La TV oficial no repitió el momento crítico en el que Eriksen se desvaneció y las redes sociales bloquearon el motor de búsqueda para no alimentar el morbo. Los jugadores rodearon a su colega en una suerte de cortina para que los médicos trabajasen sin sentirse (innecesariamente) observados. Hasta el público colaboró en no fijarse en sus teléfonos qué decían los medios acerca de lo que estaban presenciando en ese mismo instante. Una conducta a imitar en cualquier tipo de situación en la que esté en juego la vida de una persona.
Eriksen fue hospitalizado y el parte médico indicó que se encontraba estable, a la espera de más estudios. Pero la noticia que todos queríamos leer/escuchar era que se encontraba fuera de peligro.
El partido obviamente se suspendió pero se llegó a un acuerdo para la reanudación unas horas más tarde. Los equipos regresaron al campo de juego y disputaron los minutos que faltaban de la primera etapa y el complemento. La verdad que no se sabe en qué contexto la UEFA sugirió que estaban dadas las condiciones para “continuar con el show”.
Se hizo de noche en la capital danesa y la pelota volvió a rodar en el verde césped. La “Dinamita Roja” quiso imponer su juego ante un agazapado seleccionado finés, que se limitó a defenderse y a apostar a algún contraaatque.
Lentamente se erigió la figura de Lucas Hradecky. El arquero del Leverkusen repelía los embates del anfitrión, que no sabía cómo vulnerar el cerrojo defensivo de los dirigidos por Markku Kanerva.
Y en el mejor momento danés, llegó el inesperado grito del debutante. Minuto 59 y un centro sobre el área de Jere Uronen contó con el cabezazo de Joel Phjanpalo. Débil respuesta de Kasper Schmiechel – la bola fue hacia su posición – y balón al fondo de las mallas. Impacto visitante.
Dinamarca tuvo una chance inmejorable de empardarlo con un polémico penal. Yussuf Poulsen se internó en el área finesa y Paulus Arajuuri barrió para quedarse con el cuero. Al piso el delantero del RB Leipzig y el árbitro inglés Taylor señaló la pena máxima, cuando el quite del defensor había sido limpio. Hubo justicia divina porque la ejecución de Pierre Hojberg fue poco convincente y Hradecky sostuvo la victoria con sus manos.
En el Krestovski de San Petersburgo se vio un solo equipo en cancha porque Bélgica mostró sus pergaminos y superó 3-0 a Rusia. Cómodo triunfo para los “Diablos Rojos”, ante un seleccionado local que no estuvo a la altura.
Romelu Lukaku desbloqueó el resultado a los 10 minutos de juego. Envío de Dries Mertens y el delantero de Inter estaba en clara posición adelantada. Pero en el camino, Andrey Semenov quiso rechazar y no hizo más que habilitar a Lukaku, quien agradeció el obsequio y ajustició al portero Anton Shunin.
Pasaron 24 minutos y los de Roberto Martínez ensancharon la brecha. Thorgan Hazard enganchó desde la izquierda hacia adentro y tiró un envenenado centro al corazón del área rusa. Shunin rechazó para el lugar menos indicado porque se la dejó servida a Thomas Meunier, que no perdonó.
Lukaku puso cifras definitivas a 2 minutos del epílogo. Gran pase filtrado de Meunier para la diagonal de Romelu, quien se vistió de 7 bravo y redondeó su doblete.
La segunda jornada tendrá frente a frente a Finlandia ante Rusia en el Krestovski de San Petersburgo el próximo miércoles y a Dinamarca contra Bélgica, en el Telia Parken de Copenhague, un día más tarde.
(Foto Principal: @SC_ESPN)
