Los 24 seleccionados ya conocen su destino y la zona más complicada es la D, con 3 campeones continentales y un “convidado de piedra”.
La XXXII edición de la Copa Africana de Naciones ya tiene algo especial. Por primera vez la disputarán 24 países (8 más que en ediciones anteriores) y se llevará a cabo entre el 21 de junio y el 19 de julio, en Egipto.
Las constantes peleas entre la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y los clubes europeos en lo que respecta a la cesión de los jugadores para el certamen continental han llegado a su fin: ya no será en febrero – como históricamente se estilaba – sino que al finalizar el calendario de las ligas de Europa tendrá lugar el certamen africano.
Camerún iba a ser la sede original, pero los atrasos en las obras (es la versión más naive) y la tensión política que genera la falta de seguridad en el país (la consideración más adecuada), le quitaron el privilegio de organizar la fiesta del fútbol africano. Por lo que Egipto recogió el guante y será anfitrión por quinta vez en la historia, tal como ocurriera en 1959 (bajo el nombre de República Árabe Unida), 1974, 1986 y 2006.
En El Cairo – y con el imponente paisaje de las pirámides – se llevó a cabo el sorteo y así quedaron conformados los grupos:
El local Egipto tendrá su estreno ante República Democrática del Congo en el Stad El Qahira El Dawly de la capital. Los “Faraones” son los más laureados del continente con 7 coronas, pero no levantan el trofeo desde hace 9 años.
Burundi, Madagascar y Mauritania son los seleccionados debutantes. Tanto las “Golondrinas” como los “Bueyes” compartirán Zona y será la B, junto a Nigeria y Guinea. Por su parte, los mauritanos participarán en el Grupo E con Túnez, Mali y Angola.
En toda competición siempre aparece el denominado Grupo de la Muerte y la Copa Africana de Naciones 2019 no será la excepción. En este caso, hay que hablar de la Zona D con 3 que supieron ser reyes continentales: Marruecos (1976), Costa de Marfil (1992 y 2015) y Sudáfrica (1996). Namibia completa el grupo en su tercera participación en este certamen africano.
El sistema de disputa es el mismo que se utilizó en los Mundiales entre 1986 y 1994: se clasifican los 2 primeros de cada zona y los 4 mejores terceros.
Alguna vez Jacques Benigne Bossuet dijo que “en Egipto se llamaban a las bibliotecas el tesoro de los remedios del alma. En efecto, curábase en ellas de la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás”. El verdadero faro cultural que supo iluminar al mundo antiguo fue sin dudas la Biblioteca de Alejandría.
Hoy persiste esa historia viva, en un escenario tan fascinante como imponente. Y qué decir si le agregamos al fútbol como nuevo elemento de valor. Porque no hace falta la piedra Rosetta o traducción alguna para aquello que genera una simple pelota. El fútbol no contiene jeroglíficos: es un idioma universal que une. La fiesta del fútbol africano ya está en marcha … y por supuesto que estamos todos invitados.
(Foto Principal: CAF Online Twitter)