Nuevo episodio de la inexorable “ley del ex” para el triunfo germano por la mínima como en la recordada final de 2020. “Díaz” de alivio para un Milán que viajará a Londres con una luz de ventaja.
La espera terminó y suena la música más maravillosa para los amantes del fútbol del “Viejo Continente”. Es que comenzó la etapa de eliminación directa de la UEFA Champions League con un duelo que bien pudo ser una final anticipada.
En el Parque de los Príncipes, Bayern Münich venció 1-0 a París Saint Germain en el encuentro de ida correspondiente a los octavos de final del torneo de clubes más importante de Europa.
Nueva frustración para los galos porque otra vez fueron castigados por un jugador formado en sus filas, tal como ocurriera en la gran definición de 2020 en Lisboa.
Un primer tiempo de lo más aburrido que se vio en años. La paciencia alemana a ritmo cansino frente a un impávido conjunto francés que ni siquiera pateó al arco. Lionel Messi y Neymar Jr. desconectados del resto y una defensa que ofreció muy pocas garantías, en especial en el lateral derecho con un desconocido Achraf Hakimi que perdió todos los duelos ante quien se dignase a desbordarlo.
En el complemento se armó un poco más el partido con el ingreso de Alphonso Davies en la visita y las constantes proyecciones del canadiense que obligaron a Galtier a reforzar la marca en ese sector.
Y precisamente de una subida de Davies llegó el único gol del encuentro. Minuto 53 y el canadiense metió una bola cruzada al segundo palo donde apareció Kinglsey Coman libre de marcas. Gran recurso del galo para abrir el pie derecho y conectar la bola de primera. Gianluigi Donnarumma estuvo flojo de reacción con una pelota que le pasó por debajo del cuerpo y nuevo grito sagrado para los bávaros (que Coman ni festejó por su pasado en el conjunto capitalino).
A partir de ese momento sí se vio el espectáculo prometido en la previa, con un PSG herido en busca del empate y un Bayern con una réplica que podía sentenciar la eliminatoria. Choupo Moting casi le agrega más nafta al fuego con 2 chances que salvó Donnarumma (cerca de reconfirmar a pleno la “ley del ex”). Del lado del local creció mucho la figura de Nuno Mendes en el andarivel izquierdo y una escalada suya terminó en el grito sagrado de Kylian Mbappé, pero el milimétrico off-side del lateral luso detectado por el VAR anuló el tanto del delantero galo.
Sobre el final Messi tuvo el empate con otro jugadón de Nuno Mendes y el centro atrás para el disparo en plena área chica. Milagro alemán porque la bocha rebotó en Benjamin Pavard y se fue al tiro de esquina. A propósito del marcador de punta francés, una dura entrada sobre Lionel Messi estando amonestado le valió la segunda amarilla y Pavar dejó a su equipo con uno menos.
En el Giuseppe Meazza hubo signos de recuperación para Milán, que dio cuenta de Tottenham por 1-0 y sumó su segundo triunfo en fila (ya se había desquitado ante Torino el fin de semana pasado).
Floja versión de los “Spurs”, que se dedicaron a defender y prácticamente no inquietaron la valla defendida por Ciprian Tatarusanu.
El desnivel en el marcador se produjo a los 7 minutos de juego. Theo Hernández le ganó a Cristian Romero una pelota que ambos fueron a disputar en alto y pisó la tierra prometida. Zurdazo que Fraser Forster tapó a medias y rebote para un Brahim Díaz que acompañaba. Nuevo manotazo de Forster y el español arremetió de palomita para levantar a la parcialidad “rossonera” con un triunfo en octavos de Champions que esperó 10 años.
Estuvo más cerca la squadra de Stefano Pioli del segundo que los británicos del empate. Primero Charles De Ketelaere cabeceó al lado del poste de un ya vencido Forster y más tarde Malick Thiaw le erró al arco cuando puso la testa ante una bola cruzada de Rade Krunic.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
(Foto Principal: @ChampionsLeague)