AU-NZ 2023

Nigeria estuvo cerca de la riqueza pero fue traicionada por el oro

La “Vida de Diamante” de las africanas tuvo su mejor brillo hace 24 años, cuando alcanzaron los cuartos de final. Pero las brasileñas terminaron el sueño con el primer “gol de oro” en la historia de los Mundiales.

El seleccionado de Fútbol Femenino de Nigeria tuvo 2 intentos fallidos en sus primeras participaciones mundialistas. Apenas 1 empate conseguido en Suecia 1995 (el electrizante 3-3 frente a Canadá) y 5 derrotas que dejaron a las “Super Halcones” en la fase de grupos.

Llegó Estados Unidos 1999 y la misión no era sencilla porque compartieron grupo con las anfitrionas, Dinamarca y Corea del Norte. El debut fue auspicioso con un triunfo 2-1 sobre las asiáticas por anotaciones de Mercy Akide y Rita Nwadike. Era la primera victoria nigeriana en una Copa del Mundo hasta que llegó el duro portazo en la cara.

Estados Unidos aplastó a las nigerianas por 7-1 (y eso que Nkiru Okosieme abrió el marcador a los 2 minutos de partido) y la posible eliminación en primera ronda estaba a la vuelta de la esquina.

Sin embargo, las africanas se levantaron y el éxito 2-0 sobre Dinamarca (goles de Mercy Akide y Nkiru Okosieme) no solamente hicieron posible el pase a cuartos de final para las “Super Halcones” sino que también lo consiguieron para un seleccionado del “Continente Negro” por primera vez en la historia.

Claro que en el mata-mata no hay margen de error y si encima enfrente estaba Brasil, las chances nigerianas parecían escasas. En Landover, Marylan, se vio un excitante duelo que fue un verdadero carrusel de emociones.

Las brasileñas se pusieron 3-0 arriba en cuestión de 35 minutos (doblete de Cidinha y el restante tanto de Nené). Nigeria despertó a la hora señalada con el descuento de Prisca Emeafu a los 63´ y con un nuevo grito sagrado de Nkiru Okosieme 9 minutos más tarde. A falta de 5 minutos para el cierre llegó el heroico empate convertido por Nkechi Egbe y las africanas forzaron la prórroga en una verdadera hazaña deportiva.

En aquel entonces se estableció la regla del “gol de oro” (en principio se llamó “muerte súbita” pero el término pareció tan peyorativo que decidieron renombarlo). Es sencillo, como en el barrio: el que mete el gol, gana.

Y le tocó a Brasil, que gracias al tanto de Sissí a los 104´ tuvo a su emperatriz del gol y se terminó el sueño dorado de las nigerianas. Las “Canarinhas” se quedaron con el pase a semis, pero las africanas fueron muy dignas rivales.

Luego vinieron 3 Mundiales más y el mismo sinsabor de quedarse afuera en la primera ronda (solamente 1 triunfo 1-0 sobre Canadá en Alemania 2011). Y en la pasada Copa del Mundo de Francia obtuvieron la clasificación a octavos de final como una de las mejores terceras (alcanzó la victoria 2-0 sobre Corea del Sur) pero las alemanas las mandaron de vuelta con un 3-0 en Grenoble.

La aventura oceánica tampoco será fácil porque deberán batallar con las anfitrionas de Australia, las campeonas olímpicas de Canadá y la incógnita de la debutante Irlanda. Encima clasifican solo 2 a octavos de final, lo que hará que la supervivencia de las “Super Halcones” sea con las garras bien afiladas.

Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi

(Foto Principal: FIFA.com)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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