A-League

A-League: Wellington Phoenix, el equipo que juega y deja jugar

Los “Nix” apostaron al golpe por golpe y casi sorprenden al “Victory” en su propia casa. Perth hizo negocio con un empate en Melbourne y Sydney regresó al triunfo, para acomodarse como la “tercera vía”.

La Primera División del Fútbol de Australia tuvo otra muestra más del emotivo “Summer of Heroes” (“Verano de los Héroes”), donde “todos tienen el poder”.

Melbourne Victory empató de manera agónica 3-3 ante Wellington Phoenix en su reducto del AAMI Park. Sana rebeldía es la que exhibe este “extranjero legal”, que no se achica en escenarios complicados y que ya estiró a 9 la cantidad de juegos sin conocer la derrota.

Los de Kevin Muscat surfearon primero porque enseguida encontraron la “Ola del gol”. A los 5 minutos, pase al medio de Kostas Barbarouses y preciosa definición del sueco Toivonen, quien picó la pelota sobre el cuerpo de Filip Kurto y adelantó al “Victory”.

No le duró nada la euforia al local, ya que apenas 120 segundos más tarde llegó el empate de los neozelandeses. Louis Fenton mandó un centro rasante desde la derecha y quien se anticipó fue David Williams, para dejar todo como al principio.

A los 20´ comenzó la reacción de los “Nix”, con la actuación estelar de su artillero histórico. Carl Valeri lo derribó a Roy Krishna dentro del área y el delantero fijiano cambió penal por gol.

Pasaron 8 minutos y Wellington estiró la diferencia. Lejano remate de Williams que contó con una atajada a medias por parte de Lawrence Thomas. El rebote corto fue capitalizado por Roy Krishna y el fijiano no perdonó: 3-1 arriba su equipo y undécimo tanto en el campeonato de este verdadero asesino del gol.

Los dueños de casa volvieron al partido a los 56´, con el tanto de la esperanza. Linda pared en velocidad entre James Troisi y Ola Toivinen, que concluyó con la definición de zurda del extremo nacido en Rose Park.

El envión anímico casi emparda las acciones de manera inmediata. A Terry Antonis le quedó una pelota en la puerta del área y metió un zurdazo con rosca. Le faltó suerte porque la caprichosa recibió sonido metálico del vertical derecho.

La hazaña se completó a los 88´, con el postrero empate. Centro desde la izquierda de Antonis y cabezazo imperfecto del español Raúl Baena. La bola fue a parar a la posición de Barbarouses y el neozelandés no tuvo mejor idea que ajusticiar a sus connacionales, con un remate bárbaro que dejó sin chances a Kurto. Agónica igualdad en 3 tras ir 3-1 abajo y vibrante espectáculo para un poco más de 18 mil almas presentes.

Perth Glory hizo su negocio y empató 0-0 ante Melbourne City, en su visita al AAMI Park. Los comandados por Tony Popovic se mantienen al frente en la tabla de posiciones, con 3 puntos de ventaja sobre el “Victory” (pero con un partido menos).

A la intensidad propuesta por ambos, realmente le faltó fútbol. Pocas llegadas y falta de ideas en ataque, lo que justificó el cero por primera vez en la temporada. En 85 juegos disputados, es la tercera igualdad sin goles que se registra en la presente fase regular.

Para rescatar un intento por bando: el irlandés Andrew Keogh quedó cara a cara con Eugene Galekovic, pero el arquero ganó el duelo. El rebote derivó en Jason Davidson, quien disparó muy alto frente al arco desguarnecido. La respuesta del local vino de casualidad, con un centro desde la izquierda por parte de Scott Jamieson que se cerró y fue devuelto por el travesaño.

Sydney FC derrotó 1-0 a Newcastle Jets y se consolida en el tercer puesto de la tabla. Los “Sky Blues” sumaron su segundo halago en fila (van cuatro seguidos en casa) y se aprovecharon del flojo momento del último subcampeón, que ya acumula 5 juegos sin triunfos (4 caídas y 1 empate).

El infortunio golpeó a la puerta de los “Jets” en el minuto 44. Brandon O´Neill mandó un centro desde la derecha en dirección a Álex Brosque y quien se anticipó fue Nigel Boogaard. En su afán por rechazar, se mandó un gol en contra, que a la postre significó la diferencia del partido.

Las esperanzas del visitante se desvanecieron a los 73´, cuando se quedaron con uno menos. Jason Hoffman reaccionó ante un pisotón de Brosque y esa patadita desde el piso sí se pudo ver. Roja directa y adiós al intento de empatarlo.

En Gosford midieron fuerzas para ver quién es el menos malo de los 2 peores. Central Coast Mariners y Brisbane Roar terminaron 1-1 y no levantan cabeza en la presente temporada.

Pese a ser los colistas del certamen, los “Mariners” venían dulces por haber quebrado la nefasta racha de 11 meses sin ganar. Ese alivio tuvo su temprana recompensa, ya que en apenas 3 minutos de juego desbloquearon el marcador.

Mérito exclusivo de Matthew Millar, quien recibió un pase de Jordan Murray dentro del área rival y dibujó una excelente definición: se la llevó de zurda ante la marca de un defensa y metió un toque sutil de derecha, para engañar al portero Jamie Young.

Sin embargo, el rugido del visitante se escuchó a los 44´, cuando consiguió la merecida igualdad. De tanto ir a la carga para establecer la paridad, el “Roar” pudo empardarlo con un córner de Eric Bautheac que fue cabeceado en el segundo palo por Luke DeVere.

(Fuente: Hyundai A-League Twitter)

(Foto Principal: Wellington Phoenix Twitter))

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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