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“Yo tenía el celular de Dios desde el 92”

Jugó casi toda su carrera en el club de sus amores, es el único que pudo salir campeón con los dos equipos del astillero ecuatoriano, íntimo amigo del Indio Jorge Solari, dice que uno de sus mayores orgullos es haber visto dentro de una cancha a Bochini y Maradona. Enérgico, sincero, transparente, rosarino al fin de las cuentas, hoy les traemos esta genial entrevista a Salvador Capitano, quien nació un 1 de enero de 1955, al que le corre el buen fútbol por las venas y tiene un montón de cosas para contarnos. Leamos:

-Dirigió en muchos lugares de Sudamérica, pero en Argentina lo hizo poco. ¿A qué se debió?
-Hice la carrera de entrenador como pienso que se debe hacer: empezando de abajo, tomando experiencia en categorías como la Reserva, en donde estuve tres años tanto en Newell’s como en Independiente, siendo ayudante de campo del Indio Solari. Cuando llegó el momento de soltarse, la oportunidad se dio en el exterior. Me llamó la gente de Emelec, club en el que hicimos un cambio tremendo en el fútbol ecuatoriano y tuvimos la suerte de ser campeones. Después fuimos para Barcelona y también salimos campeones, lo que hizo que estuviera mucho tiempo en el fútbol de Ecuador. Después vinieron U. de Chile, Universitario, Junior, América de México y Chiapas. Tuve ofrecimientos de Argentina, pero estos son equipos grandes a los que no le pude decir que no. Son cosas que se dan así. Además, acá muchos dirigentes se han dejado llevar por el nombre que los DTs tienen como jugador, y yo al no tener una carrera importante como futbolista, corría en desventaja.

-En Emelec todos lo señalan como el que devolvió el “ballet azul” a la institución. ¿Qué le causa que se le reconozca semejante mérito?
-Ese equipo tenía grandes jugadores. Coronel, Iván Hurtado, Máximo Tenorio, Capurro… Me acuerdo que llevamos a Pepo Morales, que sabía de nuestro estilo porque nos conocía de Independiente. Aunque peque de falta de humildad, tengo que decir que ese equipo fue un antes y un después en el fútbol ecuatoriano. Antes ese fútbol era muy agresivo y tosco, pero estos muchachos lograron un funcionamiento nunca visto en el país. Es un equipo que entrenaba cosas que hoy trabajan todos los que intentan hacer un fútbol bien jugado. Yo copié una base de lo que el Indio Solari implementó cuando yo era su ayudante de campo, porque estaba convencido de que ese sistema era el mejor. Gracias a eso logramos que hoy todos reconozcan a ese Emelec. En general esa década, la del 90′, hubo entrenadores como Miguel Brindisi o Jorge Habegger, que junto a lo que hicimos nosotros ayudaron a que el fútbol en Ecuador de un salto de calidad.

En su primer experiencia en Emelec, lo sacó campeón dejando una huella imborrable. 37 años tenía en aquel entonces y ya se había ganado el corazón emelexista. (Foto: ElUniverso.com)

-A ese equipo se lo catalogó como ‘revolucionario’, y terminó ganando el torneo con una diferencia de goles a favor de +55, algo difícil de ver en esa época y en ésta también.
-Sí, por eso te decía que es un antes y un después. Era un equipo con un gran funcionamiento colectivo, en donde se hacían muchos goles con más de quince pases seguidos sin perder el balón. Ecuador es un país difícil para triunfar porque hay que jugar en el llano y en la altura, a veces tenías que adaptar el ritmo porque los jugadores no estaban cómodos a varios metros sobre el nivel del mar, entonces había que trabajar mucho. Pero ese Emelec, luego también Barcelona, eran dominantes y goleaban en la mayoría de los partidos. Todos lo reconocen así: el periodismo, la gente, el ambiente del fútbol en Ecuador…

-Después de lo hecho en Emelec, pasó a Barcelona, el clásico rival. Sin embargo, en los dos equipos se lo recuerda con afecto. ¿Es casualidad, hay alguna fórmula?
-El único entrenador campeón con los dos equipos más grandes del Ecuador fui yo, eso cada vez que voy se refleja. Quedó una semilla plantada que no va a marchitarse ni olvidarse nunca. Igualmente, ese reconocimiento a veces me representa un problema porque me viven preguntando a qué club quiero más y bueno, uno tiene que manejar todo para que ninguna hinchada sienta que le estoy faltando el respeto.

Ostenta el pergamino de ser el único en salir campeón con Emelec y Barcelona de Ecuador.(Foto: ElUniverso.com)

-Volviendo a su paso por Argentina, usted estuvo en total trece años en Newell’s. ¿Cree que hoy por hoy se perdió un poco el buscar gente que esté identificada con los clubes?
-No creo que se haya perdido tanto eso, en muchos lugares sigue sucediendo. Yo creo que una persona, si es capaz y seria, y además viene de las bases del club, es ideal para trabajar. Lo que a mí me da vueltas en la cabeza todavía es cómo después del trabajo hecho tanto en Primera como en Reserva (NdeR: fue dos torneos seguidos subcampeón como ayudante y tres años consecutivos campeón dirigiendo Reserva), utilizando a todos chicos del club, no haya sido debidamente reconocido como para después uno tener una oportunidad. Lo mismo me pasó en Independiente, donde salimos campeones de Reserva por primera vez en la historia. Me quedó una sensación amarga de no poder ir a los dos clubes de los que soy hincha.

Con Jorge Solari, su amigo de toda la vida, y Gerardo Martino, La Lepra en toda su expresión en la presentación del libro “Funcionamiento” la excelencia del método Renato Cesarini. (Foto: @TotoCapitano)

-¿Hace cuánto que no dirige? ¿Piensa que puede ser tenido en cuenta por algún equipo de Argentina?
-Hace casi dos años que no trabajo profesionalmente, y creo que la dirigencia del fútbol argentino no me conoce. Qué quiero, cómo trabajo, cuáles son mis pretensiones futbolísticas, cómo soy como persona… Van pasando los días y sin trabajo se hace cada vez más difícil. Igualmente me han llamado equipos donde no he querido ir porque con mi trayectoria de treinta años de entrenador y de haber dirigido los equipos que dirigí, creo que merecía otra cosa. Sin embargo, tampoco me preocupo porque mi parte económica ya no es problema. A esta altura de mi carrera, me gustaría encontrar un equipo que me dé la posibilidad de iniciar mi trabajo desde cero para insertar un estilo propio en ese club y de esa manera poder disfrutar lo que uno hace.

-Además de mirarlo, ¿cómo se mantiene al corriente del fútbol actual? ¿Va a la cancha, observa a entrenadores amigos, va a ver algún entrenamiento?
-Yo tuve la suerte de pertenecer a Renato Cesarini, un club en donde nos podemos amparar cuando no trabajamos, es como si fuese un banco de prueba. Tomábamos una categoría de cualquier edad e implementábamos lo que teníamos en mente. Esa fue una gran ayuda que por ahí otros entrenadores no tuvieron. Los entrenadores salidos de Renato Cesarini nunca hemos dejado de trabajar y tenemos a nuestro lado al Indio Solari, que aún a sus 75 años sigue siendo alguien comprometido que nos obliga a todos a estar aggiornados. Por otro lado, siempre me he preocupado por escuchar y ver. He ido muchísimo a ver gente que se ocupa de los entrenamientos del Real Madrid, además de asistir a congresos de la UEFA en Alemania, Inglaterra y Francia. Con respecto a mirar fútbol, veo solamente a los equipos de los que siento que puedo aprender algo, porque hay muchos con una idea ya perteneciente al pasado.

-Usted ha dirigido futbolistas argentinos, ecuatorianos, chilenos, uruguayos, mexicanos, entre otros. ¿Cual es el jugador que mejor entendió su idea, el que más rápido incorporó sus métodos de trabajo?
-El jugador argentino es muy capaz, muy inteligente. Mientras se le den las armas necesarias para mejorar diariamente es el futbolista con el que yo me quedo. Después de haber pasado por tantos países, no tengo dudas en llevar un argentino a cualquier parte donde me toque dirigir porque es ganador, se adapta, mejora los vestuarios y es rápido para entender el juego.

Nunca cortó el vínculo con Renato Cesarini, club en el cual se retiró. (Foto: Revista Contragolpe)

-¿Cuál fue su día más feliz en el fútbol?
-Los campeonatos son lo máximo, lo que uno más desea y puede disfrutar. Pero creo que el momento más feliz de mi carrera fue un gol a los 43 minutos del segundo tiempo en un clásico Emelec-Barcelona. Lo hizo el jugador Vidal, en una jugada preparada de tiro libre directo, algo que siempre trabajábamos. Ganar ese partido frente al clásico rival nos llevó prácticamente al título, el primero en mi carrera como entrenador, y por eso fue tan especial.

En su último viaje para la inauguración del estadio de Emelec junto a Luis Capurro, Kleber Zambrano y el “Pepo” Morales, su jugador fetiche. (Foto: @TotoCapitano)

-¿Se arrepiente de alguna decisión en su carrera?
-Con el tiempo uno razona ciertas cosas y llega a la conclusión de que ha cometido algunos errores. En mi caso, creo que nunca debí haberme ido de Unión de Santa Fe con el equipo anteúltimo en la tabla pero nueve puntos arriba del descenso. Fue una decisión un poco apresurada después de perder contra San Lorenzo, no me dí cuenta de que estábamos haciendo un buen trabajo. Otra decisión mala fue cuando volví en 2003 a Emelec, con una dirigencia que no merecía que yo trabaje con ellos.

-Con su cariño ya admitido por Newell’s e Independiente, le planteo lo siguiente: Si vienen Central y Racing a ofrecerle un proyecto para arrancar de cero, ¿usted agarraría alguno o preferiría seguir sin dirigir?
-Para ser totalmente sincero, de haber sido más joven quizás hubiese agarrado por el lado de Racing, porque Central imposible. Hoy, con unos cuantos años en el lomo, te digo que no iría a ninguno. No me sentiría cómodo y hasta los propios hinchas de esos clubes no estarían cómodos por mi simpatía con los otros clubes.

Además de inculcar dentro de una cancha, también lo hace desde las páginas. Aquí en la presentación del libro en el que participó junto a Jorge Solari, su amigo y mentor. (Foto: Rosario Noticias)

-Usted que es un confeso amante del fútbol “bien jugado”, ¿puede elegir entre Maradona o Messi?
-A Maradona tuve la suerte de verlo jugar desde adentro de una cancha. Es de mi época, atravesó mi juventud y mi carrera como profesional. Es imborrable todo lo que nos dejó. El mejor del mundo en su época fue Maradona, el mejor del mundo actualmente es Messi, no podría definirme por ninguno. Los dos son argentinos, ganan partidos solos y de esos jugadores hay pocos en la historia.

Jorge Solari y un tal Diego Maradona. En ese entonces “Toto” era el ayudante de campo del “Indio”.

-La última. ¿Se podría decir que, como Bianchi en Boca, usted tenía el celular de Dios, pero con el código de país de Ecuador?
-Yo lo tenía antes que él, ja. Desde el año 1992, y me dio muchos resultados. Estoy agradecido con Él.

Salvador Capitano, un Dios en tierras ecuatorianas, un hombre que no se queda quieto, siempre tiene algo para decir y para enseñar, y hoy nos lo demostró en Rincón De Fútbol.

Axel Carrizo/Juance Saber

Foto principal: @TotoCapitano

Axel Carrizo

Mi Nombre, Axel Carrizo, apellido de arquero y de 5 rústico.Llegue al Rincón, de casualidad, de

paracaídas, y al tiempito empecé a comentar, a debatir,teniendo grandes debates con el archi enemigo

más poderoso,sin desmerecer a ninguno de mis compañeros.De a poco me fueron haciendo un

lugar,entrando en confianza,hasta qe nos integramos,y pude conocer mejor a la gente que forma parte de

esta enfermedad. Soy de los que piensan qe es mejor el disfrutar el como llegar, y si no se llega, haber

disfrutado el camino.La bocha siempre al diez y no hay mejor número para la quiniela que el 4-3- 1-2

Nacional y Provincia. Amante del buen juego,soy padre de 3 soles que me alegran la vida, además de

vigilador de profesión. Siempre se puede debatir,siempre es lindo generar un debate, exponer una

opinión, y ese va a ser mi lugar en este espacio,va a ser Mi Rincón De La Opinión. Vendría a ser como el

Latorre de este lugar,pero sacame el country y pone el conurbano como paisaje.Está es mi presentación,

La de un pibe de 25 años,familiero,enfermito de la pelota,que hoy,esta cumpliendo una meta, y es la de

llegar a quien me lee.Apellido de arquero,alma de goleador,la vida siempre es una contradicción. Abrazo

De Campeón

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