El “Submarino Amarillo” torpedeó a los alemanes sobre la hora y vuelve a surcar los mares del éxito luego de 16 años. Real Madrid sufría en casa ante el campeón pero apareció el goleador encendido y no hubo “gato encerrado”.
La armada española es casi invencible en los mano a mano porque los 2 representantes ibéricos ya tienen en su poder la membresía del “club de los 4” de la UEFA Champions League. En el Allianz Arena de Baviera, Bayern Münich y Villarreal empataron 1-1 pero los de Unai Emery capitalizaron al máximo el triunfo por la mínima obtenido en el Estadio de la Cerámica.
El conjunto valenciano se transformó en un verdadero “mata-gigantes” porque ya metió un impacto fulminante con el inolvidable 3-0 sobre Juventus en Turín. Si bien el multicampeón alemán no es el mismo de hace unos meses, se esperaba un nuevo vendaval como el que le propinó a los austriacos del RB Salzburgo con el lapidario 7-1 en casa.
Los de Julián Nagelsmann tardaron 52 minutos en quebrar la resistencia española y gracias a un error en la salida de sus rivales. Gerónimo Rulli salió jugando para Dani Parejo y el madrileño metió un pase muy comprometido hacia la mitad de la cancha. Kingsley Coman leyó el panorama y recuperó el cuero, para luego cedérselo a Thomas Müller. Pase frontal para Robert Lewandowski, quien casi cayéndose empató la eliminatoria con un derechazo rasante.
No fue una tromba marina ni ese equipo arrollador que suele vapulear a sus pares germanos en el terreno doméstico, pero los bávaros tenían todo como para inclinar la balanza del resultado a su favor.
Sin embargo, la mística que lleva Unai Emery bajo el brazo apareció en el momento indicado y otro cimbronazo a domicilio hizo caer al gigante. Minuto 88 y una rápida contra fue resuelta con eficacia: esta vez Dani Parejo tuvo leyó mejor la jugada y acertó en la búsqueda de Giovanni Lo Celso. El rosarino la soltó para Gerard Moreno y éste metió una exquisita bola cruzada para Samuel Chukwueze. El nigeriano llegó preciso y precioso para batir a Manuel Neuer y silenciar a 70 mil almas.
Villarreal vuelve a codearse con la realeza europea y regresa a las semifinales luego de 16 temporadas. Y quizás sea otro inglés el que aparezca en el horizonte cercano, ya que espera por el ganador del duelo entre Liverpool y Benfica.
Real Madrid transpiró demasiado ante un Chelsea muy activo y cayó 3-2 en el mismísimo Santiago Bernabeu, pero el 3-1 obtenido en suelo londinense clasificó a los “Merengues” a la próxima instancia. Se ve que caló hondo el sacudón de Thomas Tüchel en las declaraciones post partido en Stamford Bridge porque la actitud de los “Blues” fue completamente diferente de lo que se vio en la ida.
Ya en el primer cuarto de hora los ingleses acortaron las cifras del global. Timo Werner invirtió los roles con Mason Mount porque se convirtió en pasador y el wonderkid inglés en definidor. Buena incursión frontal del oriundo de Portsmouth y 1-0 arriba la visita.
Apenas iniciado el complemento llegó el equilibrio en el score y gracias a un balón parado. Córner de Mount desde la derecha y gran cabezazo de Antonio Rüdiger para poner contra las cuerdas al multicampeón europeo.
Y qué decir del nuevo golpe que le asestaron a un Madrid que se encontraba más que groggy, pero que la tecnología lo salvó de besar la lona. Marcos Alonso enganchó en plena área e hizo pasar de largo a Dani Carvajal y con la derecha incrustó la pelota en el ángulo superior izquierdo de la valla de Courtois. Era 3-0 y golpe de nocaut, de no ser por el VAR que apreció una mano del español que le acomodó la bola antes del disparo. Fue el preludio de lo que vendría, con un Chelsea más decidido y un elenco español en un cumpleaños.
A los 75´, Werner se movió como pez en el agua fuera del área y al pisar la tierra prometida hizo un desparramo de adversarios: 3 jugadores pasaron de largo ante tanto amague y el remate final no pudo ser rechazado por Courtois, quien vio cómo el cuero ingresaba en su arco casi en cámara lenta.
Si bien no había que dar por muerto al campeón europeo luego del 1-3 sufrido en su casa, tampoco habría que suponer nada para con el Madrid, que sabe de desafíos y de sobreponerse a cualquier adversidad.
Pasaron 5 minutos del impacto cuando Luka Modric le sacó lustre a su Balón de Oro con una verdadera obra de arte: una pase con el revés del pie derecho que fue un poema y la tremenda definición de aire del brasileó Rodrygo para dejar todo como al principio. A jugar el suplementario, donde todo podía pasar.
Y a los 96´ tenía que aparecer el goleador de raza, el que vive su segunda juventud a expensas de incendiar redes ajenas. Vinicius Jr. entonó una bossanova por izquierda y le metió un quirúrgico centro a Karim Benzema. Rüdiger no hizo pie y se resbaló en el peor momento, mientras el “Gato” afilaba las garras y metía el cabezazo de la clasificación. Nada menos que ¡11 goles! en los últimos 6 juegos para el delantero galo que ya es el jugador más decisivo de la actualidad.
Real Madrid pasó la prueba con angustia pero en el global mostró su jerarquía y el peso de la historia. Chelsea dejó una muy buena imagen y quedará la bronca de haber estado muy cerca de la hazaña. Para el “Merengue” será Manchester City o Atlético Madrid. Y para el fútbol español, otra vez la sensación de navegar hacia la gloria y no hundirse en Trafalgar.
(Foto Principal: @ChampionsLeague)
