La más maravillosa música de la clasificación temprana se escuchó en teatros ajenos, porque tanto los andaluces como los londinenses consiguieron el boleto dorado en la agonía de sus partidos.
Se cerró la alta cocina en la Zona E de la UEFA Champions League porque los candidatos solamente dejaron la incógnita de quién se quedará con el tentempié de baja a la Europa League.
En su visita a las márgenes del río Kubán, Sevilla derrotó 2-1 a FK Krasnodar y selló su pasaporte con destino a los octavos de final. Postrero éxito del multicampeón de la Europa League, que acaba de confirmar que no defenderá su cetro porque tiene planes de avanzar en la máxima competición de clubes del “Viejo Continente”.
No debió ser sobre la hora porque los de Julen Lopetegui merecieron ganarlo antes. Ya a los 4´ impusieron condiciones con una gran remate de Iván Rakitic desde afuera del área que dejó sin recursos al portero Evgeniy Godorov.
Estaba más cerca el segundo tanto andaluz que un eventual empate ruso. Pero por esos caprichos del fútbol, el anfitrión alcanzó la igualdad en una contra inesperada. Minuto 55 y Kristoffer Olsson abrió juego para Wanderson. El belga – de origen brasileño – metió un derechazo cruzado que pasó por un mar de piernas y que no pudo ser rechazado en la línea por Jules Koundé.
La justicia en el marcador llegó en el cuarto de los 5 minutos de tiempo adicional. Munir intentó un zurdazo con la marca encima y el rebote le dio una segunda oportunidad. Esta vez con la derecha, la de palo, el madrileño remató al segundo palo y desató el delirio andaluz por la agónica victoria.
Caso parecido se vivió en Bretaña, donde Chelsea se impuso 2-1 sobre Rennes en el Roazhon Park y consiguió el pase a la próxima ronda. No hay peor cuña que la del mismo palo, porque tenía que ser un francés el profeta en su tierra y con un postrero grito que valió la clasificación.
El piberío británico hizo sus travesuras en el minuto 22. De Mason Mount para el pique de Callum Hudson-Odoi y el extremo nacido en Wandsworth no tuvo problemas para batir al guardavallas Alfred Gomis. Sí, en Inglaterra el futuro llegó (hace rato).

A 5 del epílogo lo empardó el novel equipo de la Champions con una suerte de “penal con la cabeza”. Córner de Benjamín Bourigeaud desde la derecha y tremendo cabezazo de Sehrou Guirassy, con una potencia inusitada, que dejó sin chances a Edouard Mendy.
Hasta que el goleador acusado de no hacer goles mostró efectividad además del sacrificio habitual y enderezó la nave de Frankie Lampard. Minuto 91 de 93 y Mount quedó cara a cara con Gomis. Ganó el duelo en primera instancia el arquero senegalés pero la redonda se elevó casi hasta el punto del penal. Estaba preparado Gerzino Nyamsi para el rechazo pero lo primerió Olivier Giroud, quien saltó más alto que nadie y mandó el cuero al fondo de las mallas con un soberbio cabezazo. Tercera diana en los últimos 3 juegos para el delantero de Chambery y alegría londinense teñida de azul.
(Foto Principal: @ChampionsLeague)